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Economía

El impacto como legado: empresas familiares, sostenibilidad y liderazgo a largo plazo

‘Impact Day’ se consolida como el encuentro de referencia en España en el que se tratan estos temas empresariales

El impacto como legado: empresas familiares, sostenibilidad y liderazgo a largo plazo

Impact Day.

En el corazón de la Alhambra, entre muros que evocan permanencia y legado, se celebró este martes 13 de mayo una nueva edición del Impact Day, una cita que ya se ha consolidado como el encuentro de referencia en España para hablar de sostenibilidad, propósito empresarial y liderazgo a largo plazo.

Este año, el foco estuvo puesto en la empresa familiar: su papel como columna vertebral del tejido productivo español y su capacidad para liderar una transformación económica más justa y sostenible. «Las empresas familiares sois el motor de este país. Hacéis una sociedad más fuerte», afirmó María Herrero Pidal, presidenta del Observatorio de Impacto y socia de Transcendent, al abrir el evento. Junto a ella, Pedro Rodero, presidente ejecutivo de Ontier España, destacó la «visión a largo plazo» y el «arraigo al territorio» como cualidades esenciales del liderazgo empresarial que deja huella.

María Herrero (d) y Pedro y Rodero (i).
María Herrero Pidal, presidenta del Observatorio de Impacto y socia de Transcendent y Pedro Rodero, presidente ejecutivo de Ontier España | Foto cedida

«No hay negocio posible en un planeta muerto»

Uno de los momentos más esperados fue la intervención de Paul Polman, ex CEO de Unilever y referencia mundial en liderazgo con propósito. Su mensaje fue claro: «No puedes cambiar el mundo si no cambias la empresa familiar». Polman subrayó que, aunque estas compañías suelen tener un enfoque más humano y responsable, su compromiso con criterios ESG aún debe fortalecerse. «Si el 60% de la economía no se mueve, no hay transformación posible», advirtió.

En su intervención, dejó una frase para recordar: «No hay negocio posible en un planeta muerto. Si queréis tener éxito durante generaciones, aseguraos de que el ecosistema que os rodea funcione y esté vivo»

El impacto en el corazón del negocio

Durante el evento se sucedieron mesas redondas con nombres propios que están liderando el cambio desde dentro. Ignacio Rivera, CEO de Estrella Galicia, explicó cómo su empresa ha abrazado el movimiento B Corp: «No es una etiqueta, es una forma de estar en el mundo. El impacto no es obra social: tiene que estar dentro del modelo de negocio. Y hay que medirlo».

Junto a él, José Luis Blanco, director general ejecutivo del Instituto de la Empresa Familiar, recordó que las empresas familiares representan el 70% del empleo privado en España y lanzó una invitación: «Hacer que todos seamos conscientes del papel que pueden jugar las empresas familiares en la transformación social».

Del propósito a la acción

La conversación entre Blanca Hernández, fundadora de TuTecho, y Albert Alberich, director general de Moda re-, y moderada por Arturo Benito, CEO y fundador de Impact Bridge, dejó claro que el impacto social no es un complemento, sino un modelo de negocio viable y escalable.

«TuTecho nace desde el compromiso familiar, pero también desde la convicción de que lo ético es rentable», explicó Hernández. Su organización adquiere inmuebles y los pone a disposición de entidades sociales, ofreciendo viviendas dignas a quienes más lo necesitan. «Más de 500 personas han salido adelante gracias a un hogar», aseguró.

Desde el ámbito textil, Moda re- demuestra cómo el reciclaje puede convertirse en una herramienta de inclusión. Solo en el último año, recuperaron 47 millones de kilos de ropa y generaron 1.600 empleos, muchos destinados a personas en riesgo de exclusión. «El sector privado —y especialmente la empresa familiar— ha sido clave para que este proyecto funcione. La colaboración es lo que convierte una buena idea en un verdadero motor de transformación», concluyó Alberich.

Impactar es colaborar

Paul Polman, Ex CEO de Unilever | Foto cedida

En otra de las mesas, Jorge Cosmen, presidente de Alsa y Eduardo Petrossi, CEO de Mahou San Miguel, compartieron ejemplos de impacto con perspectiva de negocio. Cosmen destacó un programa que, con empatía y respeto a las diferencias culturales, ha formado a más de 500 conductoras en Marruecos y promovido su independencia económica. Petrossi, por su parte, defendió que la prudencia financiera y el foco en las personas son esenciales para un modelo de liderazgo consciente: «No arriesgamos por ego. Somos responsables de miles de familias».

Ambos coincidieron en que la medición del impacto no debe ser solo económica, sino también emocional. «Si alguien es más feliz porque puede tomar un autobús que conecta su pueblo con la ciudad, ese es el retorno que importa», apuntó Cosmen.

Un mensaje grabado y una promesa de futuro

El cierre vino de la mano (en vídeo) de Sir Ronald Cohen, padre de la inversión de impacto, quien recordó que estamos en el momento histórico de comparar el beneficio económico con el impacto generado: «Las empresas familiares no necesitan ser convencidas, solo necesitan herramientas».

Impact Day terminó con una invitación clara: pasar de la inspiración a la acción. Porque, como dijo Polman, «las empresas familiares no piensan en trimestres, piensan en décadas». Y ese es, quizás, su mayor superpoder.

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