The Objective
Opa hostil

El Gobierno busca argumentos jurídicos para intervenir Prisa

El Ejecutivo desconfía de la vía económica y abre nuevas alternativas para recuperar el control de ‘El País’ y la Ser

El Gobierno busca argumentos jurídicos para intervenir Prisa

Alejandra Svriz

25 de febrero de 2025.- Prisa enviaba una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) indicando que “no optaría a la nueva licencia de televisión” que preparaba el Gobierno. Después de un duro consejo de administración el presidente del grupo, Joseph Oughourlian, forzaba una votación para desautorizar a su entonces consejero delegado de Media, Carlos Núñez, que precisamente había abanderado el proyecto de TDT junto con el director de contenidos, José Miguel Contreras. El primero sería forzado a presentar su renuncia menos de doce horas después y el segundo abandonaría sus cargos a los pocos días. Era el comienzo de una guerra por el control que un grupo de accionistas rebeldes liderados por el propio Contreras y Andrés Varela (Global Alconaba) llevaba meses preparando.

Oughourlian utilizó el proyecto de TDT para frenar las intentonas de los rebeldes de desbancarle de la presidencia del consejo de administración y de paso asumió el control editorial de la compañía, hasta entonces en manos de Contreras. Cercanos a Moncloa y garantes de la simbiosis entre los medios de Prisa, El País y la Cadena Ser, y el argumentario del Gobierno contactaron a finales de 2024 con accionistas relevantes como Carlos Slim, el Banco Santander, los Polanco e incluso el grupo Vivendi, principal sostén de Amber Capital, el fondo del presidente. Y avanzaron mucho en sus gestiones. Incluso los franceses habían logrado ciertas garantías del oficialismo para apoyar a Global Alconaba. Pero todo saltó por los aires la noche del 25 de febrero.

10 de marzo de 2025.- Los dos bandos intensifican sus movimientos con filtraciones a la prensa y reuniones con inversores y hombres de negocios de Madrid. Este diario publicaba el plan de los rebeldes que pasaba por conseguir las alianzas necesarias para apartar a Oughourlian de la presidencia sin comprar sus acciones; vender Santillana para pagar íntegra la deuda; y situar nuevamente en la gestión del grupo a Carlos Núñez. La idea era ofrecer al resto de accionistas una presidencia rotatoria para que nadie tuviese la tentación de eternizarse en la gestión. Por su parte, el presidente ejecutivo aseguraba que mantendría la línea editorial de centroizquierda, pero que se acababan los servilismos con el Gobierno; que buscaría un CEO en el medio plazo; que mantendría el staff de los medios; y que se centraría en la refinanciación de la deuda.

Prisa y Vivendi

17 de marzo de 2025.- En su primer artículo de opinión tras ser nombrado presidente de El País, Oughourlian arremetió contra Pedro Sánchez comparando sus intenciones de querer controlar Prisa con el aniversario de la muerte de Franco. “Sería inaceptable que, mientras se recuerdan los 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco, alguien cayera en la tentación de tratar de adueñarse de un medio de comunicación independiente desde el poder, bien directamente, bien utilizando alguna empresa estatal como instrumento», indicó. Unas palabras que llegaban después de un fin de semana trepidante y tras la publicación de Le Point de una reunión a comienzos de febrero del ministro de Transformación Digital, Óscar López, y el recientemente nombrado presidente de Telefónica, Marc Murtra, con el CEO de Vivendi, Arnaud de Puyfontaine, para pedirle que vendiesen sus acciones (el 11,7% del capital) a los rebeldes de Global Alconaba. Las tres partes reconocieron el encuentro, pero todos negaron que se hablase de la compañía de medios. En cualquier caso, esta dura columna acabó con cualquier posibilidad de llegar a acuerdos entre Moncloa y el franco-armenio, si es que todavía existía alguna. Quienes conocen a Sánchez dicen que en ese momento el presidente ordenó buscar todas las fórmulas posibles para sacarle del grupo editor de El País.

25 de marzo de 2025.- Oughourlian se saca de la manga una ampliación de capital de 40 millones como condición para cerrar la refinanciación de la deuda y la presenta al consejo de administración pocos minutos antes de someterla a votación. La operación estaba abierta a cualquier inversor (sin suscripción preferente) y al ser acelerada no dejaba margen a los rebeldes para participar. Una jugada que pilló desprevenidos a Global Alconaba y que aseguraría al franco-armenio el control de hasta un 10% adicional de la compañía mediante fondos afines y de paso, diluía a todos sus detractores. Esa misma semana ejecutó la conversión de bonos para asegurarse que Amber no perdiese peso y -de paso- sepultó todas las opciones del resto de accionistas que no lograban, ni siquiera si iban juntos, reunir el capital necesario para apartarle. Ese 51% que Contreras y Varela consideraban necesario para completar el asalto a la presidencia ya era inalcanzable. Alconaba asumía el golpe y abortaba la rebelión, pero abría la puerta a negociar. La guerra iba al terreno que el presidente de Prisa llevaba semanas buscando: el económico y los 65 céntimos que valoran todo el grupo en 750 millones y su participación en 350.

14 de mayo de 2025.- Paseo militar para Oughourlian. La Junta General de Accionistas que Alconaba pensaba utilizar para desbancarle se saldaba con un apoyo mayoritario a todos los puntos del orden del día. Y todo ello una semana después de que se firmara la reestructuración de la deuda y los juzgados rechazaran las medidas cautelares pedidas por los rebeldes. No dieron batalla y ni siquiera pidieron el voto delegado para intentar conseguir apoyos que frenasen al presidente. De hecho, Contreras y Alconaba se conjuraron para no hacer ruido conscientes de que ahora comenzaban una nueva etapa para negociar un precio justo por los medios del grupo. Este diario publicó incluso que se planteaban ofrecer 400 millones y para ello llevan varias semanas buscando los recursos entre diferentes inversores como el magnate checo dueño de Caprabo, Daniel Kretinsky y con Alex Soros, el hijo del multimillonario Georges Soros. Están convencidos de que todo pasa por lograr un acuerdo y que será cuestión de tiempo alcanzarlo. Y para ello confían en que el Gobierno bloquee cualquier acuerdo que Oughourlian consiga por su cuenta. El problema es que Moncloa tiene otros planes….

Movimientos de Moncloa

Unos planes que pasan por buscar una tercera vía para solucionar el “problema de Prisa”. El Ejecutivo lo intentó apoyando las negociaciones de Contreras para apartar a Oughourlian de la presidencia y luego buscando capital para comprar el paquete de armenio. Pero las dos operaciones han fallado tras casi dos años desgastándose para intentar conseguir un accionista de referencia. Recordemos que Alconaba lleva desde 2023 rastreando el mercado con la ayuda de Moncloa y nadie se ha interesado en comprar el editor de medios. Y ahora, pese a la confianza de Andrés Varela en que se abrirá un periodo de negociación, en el Gobierno creen que el empresario franco-armenio está decidido a enrocarse cerrando todas las puertas a un pacto si no se cumplen sus exigencias que nadie en el mercado está dispuesto a asumir.

¿Y cuál es esta tercera vía? El Ejecutivo ya tiene a un puñado de técnicos trabajando en los argumentos jurídicos que le permitan entrar en el grupo. Se trata de una intervención para asumir el porcentaje de participación de Amber Capital, actualmente en el 29%. La decisión no está tomada, pero se prepara el terreno. El razonamiento del Ejecutivo es simple: el editor de El País es una empresa estratégica que no puede estar en manos de un fondo de inversión extranjero y más con sus problemas financieros. Prisa paga unos 80 millones de euros en intereses al año, su pasivo sigue siendo de 780 millones, con tasas de interés que hasta antes de la refinanciación significaban más de un 8% y con un patrimonio negativo de 369 millones, pese a tres inyecciones de capital, dos con bonos convertibles por 240 millones y otros 40 millones de la última ampliación.

Esto supone que, según los informes del Ejecutivo y pese a su refinanciación, tiene muy difícil pagar su pasivo en los próximos meses si no emprende un serio proceso de ajuste de costes y reducción de perímetro. Tampoco ayuda que el principal acreedor sea otro fondo (Pimco) domiciliado en el extranjero, con 575 millones de deuda. En caso de impago el principal acreedor podría quedarse con la compañía y eso significaría que la empresa sería controlada por una filial financiera de la aseguradora Allianz. El acuerdo de refinanciación está sujeto a que Oughourlian se mantenga en la presidencia, algo que en Moncloa genera aún más tensiones. Desconfían profundamente de que un editor de medios controlado por un fondo, con su deuda en manos de otro fondo y todo sujeto a que el primero de ellos esté siempre controlando Prisa.

Control de la SEPI

De momento, se buscan todos los argumentos que puedan justificar esta intervención. Y para ello se están manteniendo contactos informales con el resto de los accionistas del grupo para ponerles sobre aviso. También se están enviando mensajes a los tenedores de deuda. En lo práctico la intervención estaría solo dirigida a Amber Capital, en su condición de gestor de la compañía, administrador principal y como responsable exclusivo de la refinanciación, y quedarían fuera el resto de socios: Vivendi, los Polanco, Global Alconaba, Al Thani, Adolfo Utor, Diego Prieto, Carlos Fernández y Roberto Alcántara. Y para ello se podría producir un movimiento coordinado de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y el Ministerio de Economía, alegando problemas financieros de una empresa estratégica.

La idea es que -una vez producida la intervención- sea la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) la que tome el control de la compañía pagando a Oughourlian un precio razonable de mercado por su 29%, actualmente valorado en unos 160 millones de euros. A partir de entonces serán sus técnicos los que asuman la gestión, los que apliquen el plan de ajuste que sea necesario y los que negocien con Pimco la compra de la deuda. Aquí el objetivo es que sean bancos españoles los que se queden como los principales acreedores -con aval del Estado- para que el fondo extranjero no ejecute sus garantías. Luego, se abriría la puerta a gestores independientes y consensuados con el resto de accionistas. ¿Se le dará el control a Global Alconaba? No está claro. En Moncloa no olvidan que Contreras y Varela prometieron un asalto rápido y sin ruido que finalmente se convirtió en un triunfo del empresario franco-armenio tras un gran desgaste del Gobierno y de algunos de sus ministros. En este sentido, parece claro que se les entregará la nueva televisión de TDT (que fue el germen de todas las disputas públicas), pero no serán quienes dirijan en primera fila los destinos de Prisa… si es que se materializa este escenario.

¿Un farol del Gobierno? Hay quien cree en el sector que este plan de intervenir Prisa solo se está montando para presionar a Oughourlian a que venda. Asesores financieros llevan varias semanas buscando accionistas españoles ante una eventual venta del armenio de todo el grupo y han puesto sobre la mesa la posibilidad de poner en marcha una opa por más de 700 millones. Alconaba está dispuesto a comprar por 400 millones los medios de la compañía, pero el dueño de Amber Capital es reticente y se deja querer. Y todos concuerdan en que el precio sigue siendo excesivo. Lo que sí que está claro es que si finalmente se decide seguir adelante es fundamental una justificación jurídica contundente para no generar suspicacias entre los inversores y en el mundo corporativo. No es fácil, pero quienes han conocido de cerca el caso creen que si se arma bien, se pueden encontrar fórmulas con las que conseguir el objetivo. Con todo, parece que la única realidad es que en Moncloa no se dan por vencidos y que se resisten a dejar el grupo en manos del franco-armenio. Y están dispuestos a mover ficha.

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