La receta electrónica no llega a Muface: los talonarios solo se reducen un 10% desde 2017
El coste de la elaboración y distribución de las prescripciones en papel supera los 3,5 millones de euros

Sede Muface. | EP
La receta electrónica no llega a Muface. Desde 2017, año en el que se inició el proyecto de digitalización de la receta en papel, apenas se ha conseguido reducir en un 10% el uso de los talonarios, símbolo del retraso tecnológico de Muface respecto al sistema sanitario general, pese al elevado coste que supone imprimirlos y distribuirlos y a la inversión del Gobierno en su digitalización. De esta forma, si en 2017 el número de talonarios entregados a las personas mutualistas fue de 1.148.490; en 2024, apenas se emitieron 115.380 menos (1.033.110).
La evolución desde 2017 ha sido la siguiente, según datos facilitados por el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública a través del Portal de Transparencia: 2017 (1.148.490), 2018 (1.172.937), 2019 (1.224.594), 2020 (1.053.248), 2021 (960.587), 2022 (986.787), 2023 (1.016.355) y 2024 (1.033.110). Así, se puede observar como, si bien a partir de 2019 comenzaron a disminuir el número de talonarios emitidos –bajando del millón en 2021 y 2022–, en 2023 se volvió a superar el millón de talonarios distribuidos, para seguir aumentando en 2024. En total, en los últimos siete años, Muface ha emitido casi 11 millones de talonarios de recetas (10.900.459) pese al gasto del Gobierno en digitalización.
La última adjudicación para la digitalización de las recetas de los mutualistas tuvo lugar en agosto de 2024. Por entonces, el Gobierno destinó 911.759 euros para terminar de establecer el Sistema de Receta Electrónica de MUFACE, también conocido como SIREM. Con esta inyección de casi un millón de euros se preveía que los mutualistas dispusiesen de antes de que acabase el año de la receta electrónica y así dejar de usar el talonario de recetas. Sin embargo, según se desprende de la propia web de Muface, solo Canarias, Cantabria, Baleares, Murcia, Asturias, Extremadura, Navarra y La Rioja disponen de receta electrónica.
En mayo de 2020, por primera vez en España en un ámbito de colaboración público-privada, se puso en marcha en Cantabria el sistema de receta electrónica de Muface. No fue hasta dos años después, en 2022, cuando llegó a dos comunidades más: Asturias y Canarias. En 2023, comenzó su funcionamiento efectivo en Extremadura y La Rioja; y ya en 2024 se ha implantado en Navarra, Murcia y Baleares, la última en incorporarse a este sistema. Sin embargo, el resto de las comunidades autónomas aún no disponen de receta electrónica concertada, pese a que el proyecto de receta electrónica en la mutualidad comenzó en 2017 con el Plan de Impulso 2017-2020 y continuó con en el actual Plan MUFACE AVANZA 2021-2024.
Ahora, tras la entrada en vigor del nuevo concierto de Muface el pasado 1 de mayo, que cuenta con el mayor presupuesto de la historia del mutualismo (4.800 millones), se espera la extensión de la receta electrónica concertada al resto de territorios. Así lo comunicaba Muface a golpe de tuit el pasado 13 de marzo tras un problema en la distribución de los talonarios, con cientos de retrasos en su entrega. Ante este hecho, los funcionarios exigían la necesidad de implementar la receta electrónica frente al «talonario de los 80/90». Una queja a la que Muface respondía: «Tiene usted toda la razón. En cuanto haya concierto en vigor, esperamos seguir rápido con el proyecto de extensión de la receta electrónica concertada. Gracias».
Más de 3,5 millones en confección de talonarios
Tener que recurrir todavía a talonarios físicos en pleno 2025 es un procedimiento tan obsoleto como ineficiente. Los mutualistas deben solicitar los talonarios, esperar a recibirlos por correo postal y entregarlos en persona en la consulta médica para obtener una receta válida, que luego deben llevar físicamente a la farmacia. Todo este proceso contrasta con la receta electrónica del sistema público, que permite prescripción y dispensación digital sin papeleo ni desplazamientos innecesarios. El sistema de Muface no solo implica más pasos y más tiempo para el paciente, sino que genera un coste administrativo elevado.
Según se desprende de la Plataforma de Contratación del Sector Público, consultada por THE OBJECTIVE, desde 2017, Muface ha gastado al menos 3,5 millones en la confección de los talonarios de recetas y su distribución a los servicios provinciales. En 2024, el gasto en su confección, depósito y distribución fue el mayor hasta la fecha, con una adjudicación que roza el millón de euros (896.000 euros). A este gasto hay que sumar 154.000 euros que el año pasado se gastó para el manipulado, el ensobrado y el depósito en Correos de los talonarios.
Así las cosas, desde 2017, el desembolso para la elaboración y distribución de estas recetas ha sido el siguiente: 2017 (555.000 euros), 2019 (555.000 euros, más 146.900 para su manipulado y ensobrado), 2021 (544.068 euros), 2023 (629.470 euros, más 164.372 euros para su manipulado y ensobrado), y 2024 (896.000 euros, más 154.000 euros para su manipulado y ensobrado).