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Economía

El CEO de Minsait se marcha de Indra en pleno enfrentamiento por la compra de Escribano

Su salida se produce por las diferencias en la gestión con el presidente, Ángel Escribano, y por la compra de su empresa

El CEO de Minsait se marcha de Indra en pleno enfrentamiento por la compra de Escribano

Luis Abril, consejero delegado de Minsait | Alberto Ortega (Europa Press)

Luis Abril, consejero delegado de Minsait, la filial tecnológica de Indra, ha presentado su dimisión a todos sus cargos dentro de la empresa en el consejo de administración de este mañana. Esto supone que se abre ahora un proceso para buscarle sustituto que podría culminar antes de septiembre, tiempo en el que el directivo permanecerá en la cotizada. La salida adelantada por El Confidencial y confirmada por THE OBJECTIVE se produce por las diferencias en la gestión con el presidente, Ángel Escribano, y por la compra de su empresa Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) por parte de la participada por la SEPI.

Indra lleva semanas buscando fórmulas para ganar tamaño y así poder enfrentar el nuevo ciclo inversor en Defensa que preparan todos los países de la Unión Europea, incluyendo España. Esto supone además posicionarse claramente como una compañía de Defensa, lo que implica que tengan que vender al menos una parte de su negocio de tecnología, Minsait, y así tener músculo para enfrentar la compra de otras compañías como la propia Escribano Mechanical & Engineering (EM&E). Una hoja de ruta con la que Luis Abril no se se sintió cómodo, por lo que prefirió dar un paso al costado.

Estos planes también han generado discrepancias con los minoritarios y con algunos consejeros independientes, pero que parecen estar acordados por los tres de los cuatro principales accionistas de la compañía: la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que mantiene un 29% de la compañía; del 14,5% de Escribano; y el 7,24% de Amber Capital, propiedad del presidente no ejecutivo de Prisa, Joseph Oughourlian.

Compra de Escribano

Como ha comprobado este diario Oughourlian votaría a favor de la compra de EM&E siempre que se haga de acuerdo a criterios de máxima transparencia, buen gobierno corporativo y, por supuesto, que se produzca a un precio razonable sujeto a una correcta valoración de mercado, y que no ponga en riesgo las cuentas de la cotizada.

El grupo Indra confirmó hace un mes que en el marco de su plan estratégico está analizando distintas oportunidades con actores relevantes del sector de la Defensa que “den valor añadido a la compañía” y entre ellos incluye a la empresa Escribano Mechanical and Engineering, S.L.U. “sin que a día de hoy exista ninguna decisión adoptada diferente de las comunicadas al mercado”. El caso es que el jueves se filtró que Indra ya había contratado a KPMG para que analizara una eventual operación de este calado, con el objetivo de ganar tamaño para enfrentar la serie de contratos que la sociedad semi-pública podía ganar al calor del aumento del presupuesto en Defensa y de los 10.000 millones extra que la semana pasada aprobó el Gobierno.

En este sentido, las dudas sobre la operación viene por dos lados. La primera es la relación familiar y societaria de las dos compañías. EM&E Group posee el 14% de Indra, mientras que los dos hermanos fundadores de la compañía (Ángel y Javier Escribano) son los presidentes de las dos involucradas y poseedores al 50% de la sociedad que sería adquirida. Del mismo modo, antes de sustituir a Marc Murtra -que se marchó a Telefónica– Ángel era el presidente de EM&E.

Números de Indra

La segunda duda es el precio. En unas recientes declaraciones, Javier Escribano, ha indicado que EM&E Group “vale mucho más de 1.000 millones” en relación a las informaciones que han situado la venta entre los 1.000 y 1.500 millones de euros. Sin embargo, expertos en M&A y en el sector de la Defensa indican a este diario que esta es una valoración totalmente desproporcionada, básicamente por los resultados que ha registrado Escribano en los últimos cinco años.

Los datos aportados por la propia empresa -no auditados- sitúan su facturación de 2024 en los 355 millones y su Ebitda (resultados de explotación brutos) en los 127 millones; sin embargo, la media de los cuatro años anteriores registra unos ingresos de 91 millones y un Ebitda de 13 millones. Si incluimos los resultados de 2024, la media de los últimos cinco años sube a ingresos de 144 millones. ty un Ebitda de 36 millones. En total, una valoración total de 330 millones (aplicando un múltiplo sobre Ebitda de 10) si se restan los 30 millones de deuda. Lejos de los 1.000 millones de los que se ha hablado.

Frente a estas dudas, la SEPI, los hermanos Escribano y Oughourlian creen que Indra debe hacerse fuerte en el ámbito de la Defensa -que es donde esta realmente su potencial de crecimiento- y separarse de su división de teconología (Minsait), donde se podría sacar rentabilidad de la mano de un partner industrial o financiero. Y la adquisición de Escribano es precisamente una compra que encaja dentro de estos planes de crecimiento, la que si además se hace una empresa vinculada, podría aportar muchas más sinergias que con otra adquisición.

Venta de Minsait

Ahora, en el mercado se advierte que la operación debe ser absolutamente transparente y extremar las precauciones para no despertar suspicacias en el mercado. Indican que se deben extremar los criterios de gobernanza -respecto de las vinculaciones familiares entre las dos empresas- como los de valoración económica para establecer un precio lo más ajustado a la realidad de mercado y alejar el fantasma del sobreprecio.

En todo este contexto, otras fuentes consultadas advierten de que la compra de Escribano podría desencadenar también la venta de parte de Minsait (una operación que Oughourlian lleva meses impulsando). La empresa tecnológica se valora en unos 1.800 millones millones y la entrada de un inversor estratégico, no en un porcentaje mayoritario, podría arrojar una liquidez de al menos 800 millones -a este precio de mercado- montante que podría reinvertirse en crecer a base de compras como la de Escribano. Esto permitiría no tener que recurrir a endeudamiento, una vía a la que ya se recurrió tras la adquisición del 90% de Hispasat por 725 millones.

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