Cataluña recibe 442 euros más por habitante que el resto de las comunidades autónomas
Murcia y Valencia están muy mal financiadas, mientras que Cantabria y La Rioja tienen una financiación excesiva

Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Cataluña. | Europa Press
La financiación basada en la población, en las competencias y en la igualdad del esfuerzo fiscal no ha facilitado un equilibrio financiero en las comunidades. El régimen foral ha supuesto que dos regiones –País Vasco y Navarra– estén sobrefinanciadas. Mientras, los tres fondos autonómicos complementarios vigentes introducen todo tipo de distorsiones.
Estas son algunas de las conclusiones recogidas en el libro La factura del cupo catalán, que firman los economistas Francisco de la Torre y Jesús Fernández-Villaverde y que ha sido analizado por THE OBJECTIVE. A partir de diferentes estadísticas, los autores identifican que el actual sistema de financiación genera un reparto promedio de 3.399 euros por habitante.
Algunas comunidades reciben menos, como Madrid, pero se consideran dentro de la media, señalan los economistas. Esto se debe por un lado a que esta región hace menos esfuerzo fiscal, es decir, ha reducido impuestos. En términos de pérdida de recaudación, lo más relevante es tocar el IRPF, ya que es el tributo que más recauda. Y dentro del IRPF, la medida más costosa, con mucha diferencia, es reducir el tipo del primer tramo de la tarifa. Esto no afecta principalmente a los ricos, pero sí a todos los contribuyentes del IRPF, ya que todos pasan por ese tramo. Además, como Madrid tiene una población más concentrada, sus necesidades de gasto son menores, señalan.
Cataluña, en el punto de mira
Por el contrario, Cataluña solo tiene menos financiación por habitante que Baleares, Cantabria, Extremadura y La Rioja. Sus 3.822 euros por habitante están claramente por encima de la media. Aunque Cataluña asume competencias adicionales, como prisiones y una policía autonómica que ejerce funciones de seguridad ciudadana, estos gastos extra no justifican una diferencia de 422 euros por habitante.
Estas competencias vienen a ser, más o menos, entre 200 y 300 euros por catalán, “según como consideremos los sueldos de estos empleados de la Generalitat: al coste actual o al coste que tendrían si fueran competencias del Estado central”. Además, Cataluña ha incrementado los impuestos, lo que genera recursos adicionales. En su primer tramo del IRPF, los contribuyentes catalanes soportan el tipo más alto de España.
Comunidades infrafinanciadas
De la Torre y Fernández-Villaverde apuntan que el actual sistema tiene problemas y requiere ajustes. “Murcia y Valencia están sin duda mal financiadas, mientras que Cantabria y La Rioja parecen disfrutar de una financiación excesiva”, aseguran en el libro que se presentó este lunes en la Fundación Rafael del Pino.
“Las quejas de la clase política catalana no se basan en que Cataluña esté mal financiada dentro del régimen común, sino en que Cataluña, como las otras 14 comunidades del régimen común, está infrafinanciada en comparación con el País Vasco y Navarra”, recalcan. “Lo que es inasumible es que Cataluña empiece a recibir transferencias netas del resto de España como hasta ahora lo hacen el País Vasco y Navarra”. Los autores apuntan el acuerdo entre el actual presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y los responsables de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), para facilitar la investidura del primero.
“Estas dos comunidades –País Vasco y Navarra– disfrutan de un nivel de financiación que casi duplica al de Cataluña, no por el hecho de tener cupo (o aportación), sino porque ha sido diseñado, de forma deliberada, para transferir renta del resto de España a estos territorios”, señalan los autores. “Y si duplicar la financiación de la Generalitat es prácticamente inasumible, extender esta duplicación al resto de las 14 comunidades autónomas de régimen común es imposible”. No hay recursos suficientes para ello sin un aumento drástico de los impuestos o una reducción significativa del gasto en Seguridad Social, advierten.
Gasto por territorios
De la Torre y Fernández-Villaverde destacan la enorme capacidad de gasto del País Vasco y Navarra, con 5.855 y 7.802 euros por habitante, respectivamente, cifras muy por encima de la media de España -4.225 euros por habitante-. Esta cifra acredita, según señalan, que el sistema foral crea un privilegio territorial de gran magnitud.
Mientras, Cataluña gasta por encima de la media de las 17 comunidades autónomas (4.567 euros por habitante, frente a una media de 4.225 euros). Aunque parte de esta diferencia se debe a las competencias adicionales de la Generalitat en seguridad ciudadana y prisiones, Cataluña gasta más que otras comunidades con población y PIB per cápita similares en términos de competencias equivalentes.
Este gasto es particularmente elevado en comparación con Madrid (3.675 euros por habitante), a pesar de que Cataluña ha hecho un serio esfuerzo de contención del gasto desde la crisis del euro. Los economistas concluyen que el problema fundamental de Cataluña es de gastos, no de ingresos.