Un sindicato denuncia que España tiene 1,2 millones de parados más que el dato oficial
Tres años después de la reforma laboral, hay 16.165 personas desempleadas más, calcula USO

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo. | Europa Press
España cuenta con 1.265.890 parados más que el dato oficial de paro registrado por los Servicios de Empleo Público Estatal, que depende del Gobierno. Eso es lo que estima el Gabinete de Estudios de la Unión Sindical Obrera (USO) en su último análisis del mercado laboral de abril, según el cual, al finalizar el pasado mes, el número de personas en el paro ascendía 3.778.608. Esto supone que hay 1.265.890 parados más que el dato oficial de paro registrado. Dicho de otro modo, después de tres años de la reforma laboral, hay 16.165 personas desempleadas más, a pesar de que hay más gente en el mercado laboral.
Si bien el paro registrado habría disminuido en 509.785 -explica el responsable del Gabinete de Estudios, José Luis Fernández Santillana-, «el paro real, es decir, el número de personas registradas en el SEPE y que no trabajan, se habría incrementado en
16.165, un 0,4%».
Es decir, subraya Fernández Santillana, «seguimos en la misma situación que en 2021. Y esta diferencia “se debe a que en el denominado paro registrado no se contabilizan los fijos discontinuos inactivos, tampoco los que están afectados por un ERTE, los que tienen una disposición limitada para trabajar, los acogidos al subsidio especial agrario, los denominados otros no ocupados (en cursos de formación) y aquellos que demandan un empleo específico». «Todos ellos, en abril de 2025, alcanzaron las 1.265.890 personas registradas en los Servicios Públicos de Empleo y que no están trabajando».
Demandantes de empleo con relación laboral
«Los fijos discontinuos en su período de inactividad se encuentran en el grupo de ‘Demandantes de empleo con relación laboral’. Sin embargo, los datos oficiales no indican exactamente cuántos son, pero sí conocemos el número de los que están en un ERTE (Seguridad Social) y que se agrupan bajo ese epígrafe».
El Gabinete de Estudios de USO determina que para calcular el número de fijos discontinuos se ha de restar al total de demandantes de empleo a aquellos que se encuentran en un ERTE. En abril «alcanzaron los 672.903, lo que supone un aumento del 223,1% respecto a 2022».
Según fuentes del SEPE, la Seguridad Social e INE, los demandantes de empleo ‘no parados’ al finalizar abril de 2025 alcanzaron los 1.736.266, un 27,9% más que en 2022, por lo que cabe preguntarse -apunta USO- “¿qué tipo de ocupación tienen, si estamos ante trabajos a tiempo parcial, segundas ocupaciones -pluriempleo- mal remuneradas? ¿O simplemente son inactivos percibiendo la prestación o subsidio por desempleo?”.
El método del fijo discontinuo
Después de tres años de la aprobación de la reforma laboral del Gobierno -recuerda Fernández Santillana a este diario-, «Trabajo sigue manteniendo aún una metodología que no aporta la claridad y transparencia necesarias para conocer la realidad y poner los medios y remedios para mejorar el alto paro que padecemos».
Esta cuestión no es baladí, «porque la diferencia entre estos dos datos, paro registrado y paro real, o entre ocupados y no parados, nos debería llevar a definir claramente las situaciones de los demandantes de empleo, especialmente la de aquellos que no están ocupados o están inactivos».
Ante esta opacidad sobre los datos del mercado laboral, la Unión Sindical Obrera propone modificar la orden ministerial de marzo de 1985 por la que se establecen criterios estadísticos para la medición del paro registrado y las modificaciones introducidas en mayo de 2005, de manera que todos aquellos que demandan empleo y no tienen una ocupación se les considere como parados. Dentro de ellos, “podrán establecerse distintas clasificaciones, como en formación, fijos discontinuos inactivos, en ERTE, etc.”; de modo que «los datos de la EPA, Eurostat y el propio SEPE converjan».
En definitiva, subraya USO, «que el denominado ‘paro registrado’ empiece a coincidir con el paro real y lo que es más importante se pongan los medios para dejar ser los campeones de Europa en esta materia”.
El lastre del empleo en los jóvenes
Los datos de la USO ponen de manifiesto otra información relevante: “Hoy la jornada media semanal es de 31,1 horas, y en solo tres años hemos acumulado hasta 50 millones de contratos, lo que abunda en la caída de la calidad del empleo, circunstancia que afecta especialmente a los jóvenes, con la tasa de paro más elevada de la UE, por encima de Grecia“.
Esta foto fija acerca del empleo de los jóvenes se puede observar en el informe ‘La vivienda en España: experiencias y proyecciones futuras’, elaborado por GAD3 para el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (Cgate), cuyas conclusiones indican que el 36% de los menores de 30 años ha necesitado apoyo económico de sus padres u otros familiares para emanciparse.
La encuesta, hecha en febrero de manera online sobre el conjunto de la población española, señala que uno de cada cuatro jóvenes ha logrado emanciparse con sus propios recursos. Pero el 30% de los menores de 35 vive con sus padres, cifra que asciende al 40% en los menores de 30 años. Uno de cada tres jóvenes ha accedido a una vivienda en propiedad y poco más del 25% vive de alquiler.