Colapso en las oficinas del Servicio Público de Empleo por falta de personal
Conseguir cita en algunas ciudades se convierte en un rompecabezas tras el recorte del 30% de la plantilla

Yolanda Díaz, vicepresidenta y ministra de Trabajo, con Gerardo Gutiérrez, director general del SEPE. | Europa Press
El Servicio Público de Empleo (SEPE) se encuentra en una situación de saturación administrativa tras haber perdido cerca de un tercio de sus funcionarios en los últimos años. Esta escasez de personal, el envejecimiento de la plantilla, cambios normativos y la llegada de un nuevo programa informático que todavía da problemas han provocado una sobrecarga en la institución que gestiona la prestación de desempleo, entre otros trámites, provocando el cierre temporal de algunas oficinas o la imposibilidad de conseguir cita previa en las zonas más afectadas. Algunas de las ciudades más desbordadas son Madrid y Barcelona.
Una afectada de esta última provincia expresa su frustración al creer que no le tramitarían su prestación y la perdería. Finalmente, pese al retraso, la consiguió, aunque manifiesta su malestar por tener que esperar para recibir una ayuda de la que depende para poder sustentar a su familia: “Me despidieron y tenía 20 días laborables para tramitar el paro, me quedaban cinco días e intenté tanto por teléfono del 060 como llamando a la oficina y metiéndome directamente en la web, y te hacen poner tus datos y código postal, pero cuando lo pones te dicen que no hay citas disponibles y tampoco te dan opción de nada”, señala Verónica, que trató en vano de conseguir hora en la sede de Cornellà de Llobregat y en otras cercanas sin éxito.
“Puedes seleccionar cita telefónica o presencial, pero si pides la telefónica tampoco te la dan, tuve que llamar al 060 y me puse una mañana a llamar y no había manera de que me lo cogiera nadie. A las dos horas me lo cogieron y tuve suerte que di con una chica supermaja”, indica. “Me metí en sede electrónica e hice el reconocimiento del paro yo misma, porque como ya estaba apuntada como solicitante de empleo, rellené el formulario de demandante de empleo e hice el trámite de prerreconocimiento del paro, pero aun así no estaba reconocida como beneficiaria de esta presentación y solo me quedaba un día para que me cumpliera el plazo. Tuve suerte”, asegura. Un día, ya en la oficina del SEPE, escuchó a otro afectado que hablaba desesperado con la vigilante de seguridad ante la imposibilidad de hacerse con una cita, y fue esta trabajadora en situación de desempleo quien le explicó que en el mail donde se informa de la no disponibilidad de citas, se adjunta un certificado que paraliza la cuenta atrás, por lo que la prestación queda asegurada aunque no se tramite a tiempo.
“El problema principal es que la organización tiene 7.300 trabajadores y para funcionar en condiciones mínimamente de calidad para dar respuesta en toda la red de oficinas, deberíamos estar en torno a los 10.500, que es la plantilla que teníamos en 2012-2013”, afirma Josetxo Gándara, responsable de Acción Sindical de CCOO en el Ministerjo de Trabajo y Migraciones. Esta cifra “se fue perdiendo” por envejecimiento y jubilaciones, pero también porque, ante el “desgaste” que comportó la sobrecarga laboral, cargas de trabajo, “hay una parte del funcionariado que busca alternativas y se traslada”. El representante sindical considera que esta situación “está poniendo en grave peligro la atención” y añade que ya hay “varias oficinas cerradas temporalmente, pero sin horizonte de solución”.

Françoise Calvo, responsable de UGT Servicios en el SEPE, coincide en el análisis y apunta: “Deberíamos ser 12.500 trabajadores y no llegamos a los 7.300, aunque estamos esperando la nueva lista que no llega”. Alerta de que los funcionarios se enfrentan a “muchísima sobrecarga” por la “nueva norma de subsidios” y el “nuevo programa informático”, que “no está funcionando como debería”. “Si cambias una domiciliación bancaria, antes lo hacías en cinco minutos y ahora te puedes tirar 25. Y para una tramitación de expediente tardabas un cuarto de hora si no era un caso complicado, como un enfermero o interinos en la enseñanza, en 20 minutos te salía, ahora son tres cuartos de hora”, lamenta.
Aun así, Calvo tranquiliza a los solicitantes de desempleo: “Cuando llamas por teléfono o haces la solicitud, la fecha que consta es la de la solicitud, no pierdes el plazo si pides cita y te la dan en diez días o en 12, aunque hay provincias en las que el mismo día o al día siguiente ya la tienes, mientras que Madrid y Barcelona van con más retraso. La oficina de Sanchinarro suele ser rápida, pero Villaverde o Vallecas, al no querer la gente desplazarse, hay más acumulación”, asevera. “Somos muy pocos y no damos abasto, el SEPE sale adelante gracias a la profesionalidad de los trabajadores y trabajadoras, y nos sentimos muy frustrados, porque nos tomamos en serio nuestro trabajo, con buen talante, pero hay veces que no llegamos”. El temor principal es que, si esta saturación se está dando en un momento de bonanza económica, ¿cómo podrá responder el organismo en caso de crisis económica al aumentar los trámites de prestaciones de desempleo?