Escrivá da pasos para llevar a Cataluña la dirección de Economía del Banco de España
Diversas fuentes señalan que Ángel Gavilán se ha podido ir por cansancio o porque no está a gusto con la nueva dirección

Escrivá ante el Rey y Óscar López, Carlos Cuerpo, Candido Conde-Pumpido y Pedro Sánchez. | Europa Press
La súbita marcha del Banco de España del director general de Economía, Ángel Gavilán, ha removido los cimientos de la institución fundada en 1782 por el rey Carlos III. Gobernada hoy por un exministro de Pedro Sánchez, José Luis Escrivá, desde su llegada -hace apenas nueve meses- se han sucedido varias renuncias, algunos cambios y la sensación de que el nuevo patrón del Banco de España quiere cambiar la organización de la principal autoridad económica del país.
Incluso -mantienen algunas voces- quiere ir trasladando de algún modo la actual Dirección General de Economía (DGE), ubicada en el Paseo de Recoletos, a Cataluña. Concretamente, a Barcelona. Esto facilitaría que las dependencias que se queden vacías y sirvan para acoger el Museo del Banco de España, que Escrivá quiere tener abierto antes de que concluya su mandato.
Así lo señalan a THE OBJECTIVE fuentes relacionadas con la institución financiera, preocupadas por la imagen que Escrivá está proyectando con su manera de proceder; no tanto ya por su intervencionismo en los informes, sino por el comportamiento «inaceptable y soberbio» que tiene con quien se relaciona. Esta es una cuestión de carácter en la que coinciden todas las fuentes consultadas por este diario, y que podría ser parte de la explicación de la dimisión de Ángel Gavilán, exdirector de Economía.
La sede de Barcelona
Estas fuentes explican que la idea de acomodar la DGE en Barcelona está en la línea de potenciar las sucursales del Banco de España repartidas por el territorio -el patrimonio de la institución cuenta con 15 sucursales-. En febrero Escrivá anunció que la sucursal del Banco de España en Barcelona albergará un centro de innovación para ensayar nuevas tecnologías en el ámbito de las finanzas y la economía, así como pruebas de casos de uso de inteligencia artificial (IA).
«Tenemos aquí un edificio de 28.000 metros cuadrados claramente infrautilizado, yo mismo lo he constatado en estos días que lo he visitado y, además, en algunos aspectos no es apropiado para sus funciones actuales», dijo entonces en una entrevista publicada en La Vanguardia. Por ello, recalcó el que fuera directivo también del BBVA, la idea es que el nuevo centro de innovación se ubique en Barcelona, reforzando así la presencia del Banco de España en Cataluña.
El panel de Escrivá
Pero la iniciativa de rediseñar la actual organización y dar mayor peso a Cataluña no se circunscribe solo a la hipotética mudanza de un departamento. También a la elección de la persona que ocupe en meses la Dirección General de Economía, que podría ser, insisten las fuentes, un economista catalán.
En principio, tal y como se ha hecho público, Escrivá ha fichado un panel de expertos para buscar al nuevo director de la DGE. En ese panel están los economistas Andrew Haldane, Alejandro Werner y Andreu Mas Colell. Este último es exconsejero de la Generalitat de Cataluña, defensor de una metodología personal sobre las balanzas fiscales y tocado por la justicia a propósito de su participación en la dirección de los gastos del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
Un informe embrionario
El último informe anual del Banco de España y su autor, Ángel Gavilán, se han convertido en puntos centrales de las miradas de analistas que intentan dirimir si este trabajo ha estado o no a la altura del equipo de economistas que se encarga de estudiar la evolución micro, microfinanciera y política monetaria, situación económica de España y economía internacional.
El pasado viernes el gobernador aclaró que el director general de Economía, Ángel Gavilán, le había comunicado su decisión de abandonar el Banco de España antes de presentar el citado informe. Aspecto importante, aclaran las citadas fuentes, porque de otro modo Gavilán no hubiera defendido un informe durante tres horas ante la prensa si estaba tan en desacuerdo con él. Menos aún habría pactado quedarse un mes más y presentar otro nuevo informe antes de irse.
El palo del gobernador
Esta cordialidad entre Escrivá y Gavilán es un trampantojo, aseguran otras fuentes económicas, que interpretan los hechos de otro modo. Confirman que Ángel Gavilán, «prestigioso economista, fiel y leal funcionario», presentó un informe anual, que en efecto fue rechazado por el comité de dirección del gobernador. El Banco de España lo niega y asegura que el 90% del trabajo es de Gavilán, señalando que acomodar comentarios del Consejo de Gobierno no es ni sometido ni acomodaticio.
En cualquier caso se confirma, según distintas versiones, que no fue el Consejo de Gobierno del Banco de España el que puso peros, sino antes, en ese comité de dirección del gobernador en el que Escrivá ha ido introduciendo cambios y ha colocado a otras personas que ya se están responsabilizando de competencias que eran exclusivas de la Dirección General de Economía, como la estadística y las relaciones europeas, con una coordinación del mensaje de cómo debe transmitir el Banco de España.
El Consejo del Banco de España no vio ese informe; vio una suerte de esquema, de índices, un trabajo muy preliminar, muy embrionario. Hay quien se pregunta cuándo va a abordar el informe los riesgos macrofinancieros, el efecto del SMI o de la reducción de jornada o, la condonación de la deuda catalana y la financiación bilateral con esta comunidad autónoma.

¿Cansancio de Gavilán?
Dentro el Consejo del Banco de España hay quien defiende, sin embargo, que hay determinadas cuestiones que no corresponde valorar a esta institución, como es el caso de la vivienda. El asunto de las pensiones tampoco salió a relucir, y opinar acerca de la OPA del BBVA al Sabadell no parecía apropiado cuando la CNMC iba a hacer su análisis.
Lo cierto es que de ese Consejo del Banco no salió gran cosa, más que el compromiso del director general de Economía de enviar un documento más extenso para que los consejeros, en un periodo de no más de 24 horas, hicieran sus acotaciones sobre el texto, con sugerencias y comentarios, como siempre se ha procedido.
Justo ahora hace una semana, Escrivá comunicó al Consejo de Gobierno que Gavilán había tomado una decisión y abandonaba el Banco de España el 12 de junio, porque quiere explorar otros caminos profesionales. Una marcha que podría atender a razones de cansancio, o quizá, a que no se siente tan a gusto con la nueva dirección como con la primera.
Demasiadas salidas en nueve meses
Para otros economistas de la casa, el problema es que a Gavilán le ha faltado carácter para defender su trabajo y no dejarse pisar por Escrivá. Aclaran que el gobernador deja trabajar pero, eso sí, con arranques, por lo que no se puede echar la culpa a los nuevos directores generales ni a nadie.
De cualquier modo, las fuentes consultadas aseguran que hay que observar los hechos con una mirada más larga. Consideran raro que en tan poco tiempo se haya producido una cadena de dimisiones. Son “demasiados” cambios. El informe es lo de menos, porque no deja de ser un informe institucional. La plantilla ha cambiado mucho. La acumulación de dimisiones es anómala. Por otra parte, nadie se atreve a decir nada de Escrivá, porque se puede buscar un futuro peor.
Finalmente, el proceso abierto para buscar el sustituto de Gavilán: un proceso que se hace con tres amigos, que no es transparente, porque nadie conoce quiénes se presentan, y del que parece que solo falta poner un nombre y unos apellidos.