Daniel González (Smartick): «Hay padres que temen abrir la puerta del infierno con la tablet»
Este emprendedor repasa su historia de emprendimiento y su trayectoria en el podcast ‘Así empecé’

THE OBJECTIVE.
Principios del año 2009. Daniel González de Vega regresa a España tras perder su trabajo en Dubai, fruto de la crisis financiera global. En un país sumergido en el desempleo, González de Vega decide ser valiente y lanzarse a emprender: «Era el peor momento posible en España para buscar trabajo», recuerda. Esa decisión supuso el nacimiento de Smartick, un proceso que protagoniza el nuevo capítulo de Así empecé, una serie de entrevistas que tienen como objetivo acercar historias de personas que tuvieron una idea, un sueño, de crear o mejorar algo, y que a base de ingenio, determinación y pasión consiguieron sacar adelante. En definitiva, son historias de emprendedores contadas por ellos mismos.
González de Vega, ingeniero industrial con experiencia en consultoría y capital riesgo, encontró en un método tradicional japonés llamado Kumon la inspiración para su proyecto: un sistema de aprendizaje online de matemáticas adaptado a cada niño. «Metiéndole capas de tecnología, debería ser mejorable», pensó. Así nació Smartick, en compañía de Javier Arroyo, su socio y amigo: «Siento la necesidad de que alguien me acompañe en ese camino. Javi era íntimo amigo mío y en ese momento le encajaba. Desde entonces estamos juntos y seguimos siendo más amigos que nunca».
Durante más de un año desarrollaron el producto, enfrentándose a un periodo sin ingresos ni sueldos. González de Vega recuerda esos días con claridad: «Cada euro lo mirábamos tres veces antes de despedirnos de él». Finalmente, en agosto de 2011, Smartick abrió su plataforma al público con apenas un centenar de niños cercanos como usuarios iniciales.
El crecimiento fue lento y exigente. «Cada cliente era una celebración en la oficina», recuerda. Sin embargo, gracias al boca a boca, la plataforma fue ganando prestigio, multiplicando usuarios. «La recomendación sigue siendo nuestra principal fuente de nuevos clientes», comenta con orgullo.
Para González de Vega, la clave del éxito es clara: «Hay que tener suerte, pero esa suerte hay que buscarla. Perseverancia, sentido común y poner mucha pasión en lo que haces es fundamental». Además, destaca la importancia de su equipo: «Hemos creado una cultura propositiva, donde cualquier idea se escucha y la gente da la mejor versión de sí misma».
La pandemia supuso un hito para Smartick. Con los niños en casa, la plataforma duplicó sus ingresos en apenas un año. Sin embargo, el reto fue grande: «Hubo una tensión operativa extrema», dice, quien reconoce que el esfuerzo de su equipo fue esencial para superar esos meses complicados.
Actualmente, Smartick tiene más de 50.000 usuarios y factura varios millones de euros anuales. Se ha expandido internacionalmente, aunque González de Vega admite que aún les cuesta consolidarse en algunos mercados extranjeros. Su modelo sigue evolucionando con nuevos productos como lectura, programación o ajedrez, además de nuevas aplicaciones de inteligencia artificial.
Preguntado sobre el futuro, González de Vega mantiene una actitud abierta: «Mi prioridad es llegar a cuantos más niños mejor». «Si alguien llega y nos convence de que, con su ayuda, podemos llegar a más niños, no tenemos apego a mantenernos independientes».
Al final, González de Vega recomienda a otros emprendedores lo que a él le ha funcionado: «Rodearse del mejor equipo posible y delegar, empujarles para que crezcan más rápido que tú». «Un proyecto emprendedor es un equipo, sin eso es difícil llegar lejos», recuerda, aunque confiesa las dificultades para penetrar en algunas familias: «Hay padres que temen abrir la puerta del infierno con la tablet».
Mientras, este emprendedor confiesa sentirse afortunado al disfrutar cada día de su trabajo: «Nos lo seguimos pasando como enanos», concluye.