The Objective
La otra cara del dinero

El fútbol francés que necesita el PSG

La asociación que dirige la liga pasará de regirse por una ley de 1901 a ser una sociedad mercantil al estilo de la Premier

El fútbol francés que necesita el PSG

Los jugadores del PSG posan junto a los trofeos que han ganado en 2025. | Baptiste Autissier (Zuma Press)

Tras años de infructuosos (y muy caros) intentos, el PSG se ha hecho el trofeo de trofeos. La Liga de Campeones lo coloca, de momento, en la cúspide de la pirámide futbolística. Pero tendrá que defenderla. Y tampoco parece muy probable que establezca algo tan constante como el Real Madrid o el Milan de los 90. Resuelta la presión por su primera Champions, ahora debería centrarse en crecer más orgánicamente. Para eso necesita darle más lustre al resto de títulos posibles. Y ahí entra en juego la competición local. 

Los parisinos han ganado 11 de las últimas 13 ediciones de la Ligue 1, la primera división del fútbol francés. La razón es muy evidente: ellos cuentan con el pozo sin fondo del Qatar Investment Authority y el resto de clubes no. Semejante dominio de la competición no es, en realidad, una buena noticia. Es el resultado de una falta de rivales de entidad que rebaja el valor del logro. Afortunadamente, el resto de equipos franceses han intuido la posibilidad de subirse a la ola del glamur del PSG y se han puesto manos a la obra. 

Hasta ahora, el fútbol de los millones (tanto de espectadores como de euros) del país galo lo dirigía la Ligue de Football Professionnel (LFP). Aunque comparte siglas con el equivalente español, su esencia es bien distinta. Según el artículo 1 de su Estatuto, es una asociación registrada, creada con el acuerdo de la Fédération Française de Football (FFF), y «se rige por la ley del 1 de julio de 1901», además de «los textos legislativos y reglamentarios aplicables a las asociaciones y los relativos a la organización y promoción de actividades deportivas».

O sea, no se ha emancipado todavía de la antigua noción estatista del deporte, que la mantiene en una especie de tierra de nadie jurídica que, hasta ahora, no ha permitido grandes éxitos. Aparte del caso concreto del PSG, fruto del antojo puntual de los petrodólares, solo el Olympique de Marsella había sido capaz de ganar la máxima competición europea, en 1993, y aquel experimento de Bernard Tapie acabó como el rosario de la aurora, con denuncias por amaños de partidos y el club al borde de la desaparición.

Ahora los clubes quieren cambiar las cosas, pero sin apaños raros. Para empezar, intentarán cargarse la LFP, pese a que en el artículo 2 de su estatuto establezca que la «duración» de la «asociación» es «ilimitada». Parece que el límite puede ser tan cercano como la temporada 2026-2027. Entonces comenzaría a funcionar su sustituta, que los clubes quieren que sea una réplica lo más fiel posible de la Premier League

Tiene su lógica. En el «Annual Review of Football Financede» de Deloitte, la británica volvió a ser la liga europea con mayores ingresos, con 6.967 millones de euros, debidos, «en parte, por los nuevos derechos televisivos, que incrementó de media los ingresos de los clubes ingleses en un 11%». Las dos grandes ligas que experimentaron los mayores crecimientos fueron la Bundesliga alemana y la Serie A italiana. La primera superó los 3.835 millones de euros, un 22% más que la temporada anterior, y la segunda, 2.856 millones, también un 22% más. LaLiga española se mantuvo entre medias, con 3.500 millones y un crecimiento del 7,9%. La Ligue 1 francesa ni aparece en las conclusiones del estudio, arrumbada en el quinto puesto con 2,378 millones. 

Lo de que quieren parecerse a la Premier League lo dicen los impulsores del cambio sin ningún pudor. L’Equipe cuenta que hace unos tres meses, el Presidente de la FFF, Philippe Diallo, creó tres «grupos de trabajo» ad hoc y, «consciente de que era la ocasión perfecta para tomar las riendas, propuso una reforma que parecía una revolución» y «hará que Francia se acerque al modelo inglés». 

Aunque el camino no está exento de polémica. De hecho, arranca impulsada por ella: «Me di cuenta de que la crisis actual es importante y estructural», ha dicho Diallo en L’Equipe. «Y como no era fácil entablar un diálogo dentro de la Liga, tomé la iniciativa». Según el diario deportivo, el proyecto es una «respuesta a la desordenada gestión de la LFP y de su Presidente, Vincent Labrune, en los últimos meses, y con el fin de contrarrestar su hundimiento perceptible a raíz de la crisis de los derechos de televisión, con las finanzas de un gran número de clubes franceses en una situación desesperada». 

En declaraciones recogidas por Le Monde, Diallo especificó que el fútbol profesional francés debe «pasar a un sistema en el que la LFP dé paso a una sociedad mercantil, en la que los clubes sean accionistas», una «sociedad de clubes que gestionaría la operación y el marketing de las ligas profesionales» y «asumiría las responsabilidades de la actual LFP, en particular la organización de la Ligue 1 y la Ligue 2, y de su filial comercial, LFP Media». Lo más importante es la naturaleza jurídica de la nueva estructura: «Pasaremos de una Liga con estatus de asociación de 1901 a una sociedad mercantil». Ya venía siendo hora… 

La gestión, obviamente, tampoco será la misma. Estará dirigida por «una junta directiva revocable, compuesta por profesionales remunerados», cuyo líder será designado por los clubes «por su experiencia y competencia», y no elegido por un periodo de cuatro años, como ocurre actualmente en una LFP, que ha perdido todo su crédito: Diallo aseguró que, en la Ligue 1 y la Ligue 2, «seis o siete clubes ven amenazada su sostenibilidad», y que existe un auténtico temor a la quiebra.

La clave está en la mencionada caída de los recursos vinculados a los derechos de televisión nacionales. Se habla ya de la salida de la salida de la principal cadena involucrada, DAZN, y de la creación de un canal de la liga, que no se espera que sea rentable a corto plazo. Pero Diallo también quiere impulsar un debate sobre la distribución de recursos para conseguir un sistema que prime la igualdad, como en la Premier League británica. Habrá que ver qué opinan en Catar…

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