El prestigioso economista que salió del Banco de España pide ayuda para encontrar trabajo
En su despedida, Gavilán evitó responder sobre los informes de pensiones que la entidad ha dejado de elaborar

Ángel Gavilán, economista y hasta hace poco, director general de Economía del Banco de España. | Europa Press
El prestigioso economista Ángel Gavilán dijo este miércoles adiós al Banco de España tras una abrupta y poco aclarada dimisión que pone fin a ocho años de carrera en el principal órgano supervisor del país, donde se estrenó como jefe de la División de Análisis Financiero para terminar siendo director general de Economía. Gavilán parece irse con una mano delante y otra detrás, explorando caminos; en tono de broma, pide a la prensa que aproveche algunos artículos para colocar el mensaje de que hay un gran economista que busca empleo. Un reconocimiento que los medios de comunicación le han reiterado, señalando que echarán de menos sus presentaciones de casi dos horas de duración, y también sus chistes y su tono distendido.
Aunque el martes, en el Congreso de los Diputados, el gobernador del Banco de España le reventó la exclusiva de la bajada de las previsiones económicas de España, Gavilán tuvo arrestos para desgranar los principales elementos del escenario central que se prevén para nuestro país, que tendrá que soportar el impacto de los aranceles, así como la incertidumbre que eso genera, además del gasto en defensa.
En lo que no cayó fue en responder, pese a la enorme insistencia, las preguntas sobre los informes de pensiones que el Banco de España parece decidido a no retomar en sus memorias anuales, tal y como Escrivá justificó en el Congreso. El gobernador mantiene que los bancos centrales de los países de nuestro entorno no hacen informes sobre este tipo de cuestiones. No así el Bundesbank, olvidó José Luis Escrivá en su exposición: el banco germano ya recomienda en su último informe retrasar la edad de jubilación a los 69,3 años, para hacer así sostenible el sistema de pensiones.
Un funcionario leal
Acompañado en todo momento por la directora general adjunta de Relaciones Institucionales, Europeas y Transparencia del Banco de España, Inés Calderón, y por Carlos Thomas, el que fuera hasta hace unos días su número dos y desde hace poco el nuevo director general adjunto de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución, Gavilán sorteó las preguntas relativas a las razones de su marcha, y -según señaló una fuente del BdE a este medio-, se mantuvo como lo que es: «un funcionario leal, educado y respetuoso que nunca se ha metido en charcos y siempre ha defendido su dilatada formación desde una posición técnica».
En ese tono, y consciente de que esa presentación no era un acto cualquiera, Ángel Gavilán no evitó en su despedida subrayar las principales fuentes de riesgo de la economía: la evolución de las tensiones comerciales, el grado de confianza/certidumbre con los que los agentes sociales toman sus decisiones de gasto, el comportamiento de los mercados financieros y la magnitud y la composición de los fondos europeos y del gasto en defensa.
Dudas sobre los fondos y el gasto en defensa
Con las sendas previstas para déficit y deuda sin apenas cambios con respecto a las contempladas en el mes de marzo, el último informe de Gavilán para el Banco de España se detiene con preocupación en la considerable incertidumbre acerca
de la magnitud y composición de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) y del gasto en defensa que se ejecutarán en la economía en los próximos años, así como sobre su posible impacto macroeconómico.
En el escenario central de estas proyecciones -señaló Gavilán-, se sigue asumiendo una ejecución plena de todas las transferencias del MRR asignadas a la economía. No obstante -remarca-, el cercano final de este programa europeo exigirá una cierta aceleración en el despliegue de dichos fondos en 2025 y 2026.
Por otro lado -añade el trabajo rubricado por el economista asturiano-, «de acuerdo con estimaciones del Banco de España, el efecto multiplicador sobre la actividad económica del Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa aprobado en abril sería mayor que el contemplado en el escenario central de estas proyecciones si el gasto asociado a dicho plan se concentrara, en mayor medida de lo habitual en el pasado, en bienes de inversión de origen nacional».
El reto de Escrivá al Parlamento
Lo cierto es que el espíritu de las pensiones y su impacto sobre las cuentas públicas sobrevolaron a baja altura por el Banco de España después de hacerlo en el Congreso de los Diputados. Ante los parlamentarios, José Luis Escrivá compareció para explicar el informe anual de 2024 que tanta controversia ha acarreado, y afirmó que él no tiene «legitimidad democrática» para tratar de temas que tienen que ver con la redistribución de renta. Dicho de otro modo, para hablar de la evolución de la reforma de las pensiones, de la que es autor.
«Nosotros -defendió en su intervención-, no tenemos capacidad para acceder a información sobre pensiones, eso lo tiene la Airef, y es esta institución quien tiene el mandato. Tiene más recursos humanos para entrar a abordar esas cuestiones». Por tanto, añadió, «simplemente, lo que hace el informe anual es constatar lo que dice la Airef. Podíamos aportar algo adicional. Pero no, no lo pensamos, pero no lo pensé yo, lo pensó el Estado». Por cierto -prosiguió-, «soy el primer gobernador que no ha intervenido en la redacción del informe anual, por lo que tengo entendido. Sí he escrito las primeras páginas. El resto se ha presentado directamente al Consejo y el Consejo ha hecho observaciones, que es el propietario del informe. Todos los consejeros hicieron observaciones, que el señor Gavilán las incorporó después».
Los órganos independientes -concluyó- «tenemos que ser extraordinariamente cuidadosos cuando nos referimos a cuestiones que tienen que ver con redistribución de renta. Yo le planteo un reto -le dijo a la diputada Pilar Alía, del Grupo Popular-, «mire a ver qué banco de nuestro entorno habla de pensiones. Estamos hablando de Francia, Italia, Austria, Bélgica… todos estos países tienen de partida gastos en pensiones superiores al nuestro».