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Economía

Chivite adjudicó el túnel de Belate a una empresa que no tenía las cuentas en regla

Uno de los requisitos para presentarse a licitaciones públicas es tener al día la información en el Registro Mercantil

Chivite adjudicó el túnel de Belate a una empresa que no tenía las cuentas en regla

La presidenta de Navarra, María Chivite | Jesús Diges / Efe

Servinabar, la polémica sociedad vinculada a Santos Cerdán y señalada por su papel dentro de la trama Ábalos, participó dentro de la UTE (Unión Temporal de Empresas) que ganó la millonaria obra de la duplicación del túnel de Belate sin tener al día la presentación de sus cuentas anuales. La información recopilada por THE OBJECTIVE indica que el último curso que se entregó esta documentación fue en 2021 y la aprobación del proyecto se hizo a comienzos de 2023, dos años después.

Este diario ha podido comprobar con diferentes empresas habituales de procesos de licitación pública que uno de los principales requisitos que se exigen para participar de estas adjudicaciones es precisamente tener las cuentas al día junto con su respectiva presentación en el Registro Mercantil. En el caso de Servinabar, este diario ha confirmado que las últimas presentadas fueron en 2021 y que están pendientes las de 2022, 2023 y 2024.

Si consideramos que la aprobación del proyecto por parte del Gobierno de María Chivite se produjo a comienzos de 2023 y que la adjudicación se solventó en enero de 2024, lo normal era que Servinabar al menos tuviese presentadas sus cuentas de 2022 y posteriormente las de 2023. Nada de esto pasó, lo que -según las fuentes consultadas- podría ser causa de posibles impugnaciones a la licitación.

UTE con Acciona

El Gobierno navarro adjudicó las obras de duplicación del túnel de Belate a la UTE compuesta por Acciona, Osés y Servinabar, por un valor de 62,8 millones, sin IVA. De esta sociedad temporal, la empresa vinculada a Cerdán tiene un 15% de participación, lo que equivale a un total de 9,4 millones, si se considera el coste total del contrato. El presupuesto para 2024 era de 20,6 millones y para 2025 es de 39,4 millones.

Este contrato es precisamente el de mayor volumen que se llegó a adjudicar a Servinabar por parte del Gobierno navarro. Cinco licitaciones -todas en UTE con Acciona- por un valor cercano a los 100 millones de euros. Por ello es muy relevante que para optar a este procedimiento la compañía no haya tenido en regla todos requisitos necesarios.

Las fuentes consultadas por este diario insisten en que incluso si se presenta una UTE, todos los miembros de esta unión temporal deben tener sus cuentas presentadas, por lo que no valdría que Acciona y Osés tuviesen la documentación en regla y Servinabar no. Tampoco es válido que Acciona anunciara esta semana que inició los trámites para expulsar a esta sociedad de la UTE por incumplimiento de los estatutos, dado que la obra ya fue adjudicada y la documentación presentada hace al menos dos años.

Contratos de Navarra

En todo caso, estamos ante la enésima anomalía. La Guardia Civil intenta demostrar que Servinabar -con vinculaciones societarias entre su dueño, Antxon Alonso, y Koldo García y en la que Cerdán tomaba decisiones- nació exclusivamente para participar en proyectos vinculados a administraciones públicas. Es más, en su último informe constata pagos de esta empresa al propio Koldo tras constituir su primera UTE con Acciona para asumir las obras del proyecto Mina Murga y Geoalcali.

Por otro lado, este diario también ha desvelado que la compañía obtuvo tres de sus cinco contratos de obra pública con la Comunidad Foral de Navarra sin tener como objeto social la construcción y edificación. Según la documentación contenida en el Registro Mercantil, la sociedad operó durante cinco años como gestora administrativa y organizadora de eventos, periodo en el que se adjudicó junto a Acciona licitaciones por valor de 14,6 millones.

Por otro lado, Servinabar llegó a registrar una facturación superior al millón de euros durante el ejercicio 2021, ingreso que consiguieron con nueve trabajadores y de ellos, solo tres fijos y el resto contratados de manera eventual. En años anteriores, su fuerza laboral fue aún menor, desde los tres trabajadores en 2017 y 2018, a los cinco en 2019 y los nueve en 2020 y 2021. En esas fechas registró una facturación total de 3,2 millones en solo cinco ejercicios y con una plantilla media total de menos de seis personas al año.

Gastos de Servinabar

En un último registro al dueño de la sociedad, Antxon Alonso, se descubrió una escritura en la que en 2017 se cedía el 45% de la compañía al propio Santos Cerdán. Una vinculación que el dueño de Servinabar niega. La empresa además fichó al exdirector de la SEPI Víctor Fernández Guerrero en mayo de 2021; o a la pareja de Ramón Alzórriz, el número dos de María Chivite en Navarra, vicesecretario general del PSN y portavoz parlamentario que renunció a sus cargos hace pocos días.

Servinabar se presentó a todos los concursos públicos ganados en Navarra de la mano de Acciona y creando una UTE para gestionar los contratos públicos. En esta UTE la compañía del Ibex aportaba los trabajadores y la fuerza constructora, ya que en las cuentas de la cuestionada sociedad no hay ningún tipo de inversión, ni en maquinaria, ni en equipos. Estamos ante una firma que cumple todas las características de una empresa pantalla creada solo para justificar las concesiones y para que sus dueños utilizaran estos contratos para engordar su patrimonio.

De hecho, en las cuentas de 2021 se aprecia que el 72% de todos los gastos de la compañía fueron para costes laborales. De ellos, 508.995 euros se destinaron a abonar las nóminas de nueve empleados y otros 133.700 euros a servicios profesionales independientes, se entiende que como pagos a asesores por trabajos varios.

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