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Economía

Descontrol en la reserva estratégica sanitaria: cinco años sin guía sobre qué debe incluir

El Ministerio carece de una empresa para estimar qué materiales deben adjuntarse en función de los distintos escenarios

Descontrol en la reserva estratégica sanitaria: cinco años sin guía sobre qué debe incluir

Sede del Ministerio de Sanidad. | Europa Press

España puso en marcha su reserva estratégica de material sanitario en respuesta directa a las carencias detectadas durante la primera ola de la covid‑19. El 22 de marzo de 2020, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció oficialmente su creación en rueda de prensa en la  Moncloa. Un acopio de materiales esenciales destinados a afrontar emergencias de salud pública que van desde medicamentos hasta equipos de protección personal, productos sanitarios, respiradores o kits de diagnóstico. La base legal y operativa se consolidó con la publicación del acuerdo marco de licitación el 22 de julio de 2020, a cargo del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), por 2.400 millones.

Desde entonces, la reserva se ha fortalecido progresivamente: en diciembre de 2021 se incorporó formalmente dentro de la reforma de la Ley de Seguridad Nacional, otorgándole rango legal y definiendo mecanismos para garantizar su gestión. Además, se han firmado contratos logísticos en 2022 y 2023–24, con una inversión significativa para su consolidación. Sin embargo, cinco años después, la reserva aún carece de una empresa contratada para estimar técnicamente qué materiales deben incluirse en función de distintos escenarios de amenaza sanitaria, mediante el correspondiente procedimiento abierto.

Una actualización el pasado 19 de junio en la Plataforma de Contratación del Sector Público pone de manifiesto que la licitación ‘Contrato de servicios para la estimación de la reserva estratégica en función de los diferentes escenarios que puedan suponer una amenaza para la salud pública, mediante procedimiento abierto’ sigue desierta. El presupuesto base de la licitación sin impuestos es de 41.322,31 euros provenientes de los fondos Next Generation EU. Según se desprende de los pliegos, ninguna empresa ha optado al contrato desde octubre de 2022, año en el que salió a concurso público.

Objetivo del contrato

«El objetivo de este contrato es la estimación del contenido de la reserva estratégica a partir de la estimación de las necesidades de contramedidas médicas para la respuesta a emergencias sanitarias derivada de la valoración del riesgo de las posibles amenazas y de los posibles escenarios en los que se podrían dar tales amenazas», se lee en los documentos publicados hace tres años. «La reserva estratégica no debe responder solo a la situación que se ha generado por la pandemia, sino que debería poder responder a una amplia gama de escenarios, nuevas pandemias u otro tipo de amenazas que supongan situaciones de crisis para las que debe garantizarse una previsión y disposición de material cuya estimación se base en las necesidades reales experimentadas durante situaciones epidémicas previas».

Según los documentos consultados por THE OBJECTIVE, el personal encargado de ejecutar el contrato debería buscar bibliografía al respecto, definir el tipo de amenazas frente a las que hay que desarrollar la reserva estratégica nacional, definir los criterios a tener en cuenta para establecer una lista de riesgos o amenazas prioritarias, definir los posibles escenarios de aparición de dichas amenazas aplicados al territorio nacional, clasificar los riesgos para la salud pública en función de dichos criterios y por escenarios, evaluar el posible impacto teórico de dichos escenarios que permita hacer una aproximación a los contenidos de la reserva estratégica nacional, elaboración de una propuesta de Reserva Estratégica Nacional del tipo de contramedidas médicas en función de los escenarios propuestos y elaboración de un simulacro para la evaluación de la reserva estratégica nacional.

Sin embargo, tres años después de la licitación y cinco de la creación de la reserva, el contrato sigue desierto, aunque las compras siguen efectuándose. Por ello, asociaciones como Anecorm (Asociación Nacional de Enfermería Coordinadora de Recursos Materiales), reclaman tener más información sobre este repositorio. Salvo unos datos publicados por THE OBJECTIVE en 2024 a través de una consulta al Portal de Transparencia, no hay más datos sobre esta reserva. En mayo del año pasado, la Reserva Estratégica registraba casi 98 millones de mascarillas, 990 respiradores, casi dos millones de buzos, 29.000 botes de geles hidroalcohólicos, 119.000 guantes y 2,5 millones de test covid, entre otros materiales, cuyo listado completo se puede consultar aquí.

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