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Economía

Los gestores denuncian el inmovilismo de las organizaciones empresariales españolas

Lamentan que no sean capaces de influir en la presión fiscal, la negociación colectiva y los problemas de los autónomos

Los gestores denuncian el inmovilismo de las organizaciones empresariales españolas

Ángela de Miguel, nueva presidenta de Cepyme, escucha a Antonio Garamendi, presidente de CEOE, en la Asamblea General que celebró la gran patronal empresarial la semana pasada en Madrid. | Europa Press

Los gestores administrativos han puesto el grito en cielo y denuncian el «inmovilismo» de las organizaciones empresariales españolas, sin detallar nombres. En opinión de Fernando Santiago Ollero, presidente del Consejo General de los Gestores Administrativos, las patronales han dejado en el olvido el compromiso que acataron hace ahora justo un año, un Manifiesto por la libertad de las empresas del que hoy nadie se acuerda.

Santiago Ollero ha aprovechado este primer aniversario para plantear una cuestión incómoda: «¿Qué han hecho en este tiempo las organizaciones empresariales por los que dicen representar?». Sostiene el presidente del Ilustre Colegio que «la respuesta es sencilla y dolorosa, porque no han hecho nada». «Nada relevante, a tenor de lo visto, porque nada ha cambiado en la presión fiscal, en la negociación colectiva o en la forma de adoptar decisiones que afectan directamente a autónomos y pymes».

Así, «mientras el Gobierno sigue legislando sin escuchar, muchas organizaciones empresariales callan. Y su prioridad ya no es defender a las empresas, sino conservar las estructuras que les dan poder y financiación».

La condena de las empresas

Ante esta tesitura, observa Fernando Santiago, «el debate político y mediático se aleja cada vez más de la realidad, y por eso nos encontramos con que hay una distancia inmensa entre los titulares y los datos». Una evidencia que se ha visto justificada en los resultados del informe elaborado por el economista Javier Santacruz Cano, que analiza cuestiones prioritarias como la productividad, los márgenes y la viabilidad económica. «Asuntos para los que las organizaciones empresariales no parecen dar respuesta»

«Porque cuando se legisla sin mirar el margen real de las empresas, como hoy sucede, lo que ocurre es que se condena a que muchas de ellas desaparezcan. La rentabilidad es hoy el gran ausente del discurso público, y sin rentabilidad no hay tejido productivo sostenible».

El olvido del Manifiesto por la libertad

Hace exactamente un año se publicó el Manifiesto de la Pyme Española, impulsado por Cepyme. Una denuncia centrada «en la sobrerregulación creciente, una fiscalidad cada vez más asfixiante y una Administración desconectada de la realidad de las empresas».

Ese manifiesto fue respaldado por numerosas organizaciones empresariales, territoriales y sectoriales. Entre ellas. por la nueva presidente de Cepyme, Ángela de Miguel, que sucedió a Gerardo Cuerva, motor de aquella iniciativa. Pero 12 meses después -rememora Santiago Ollero-, «nada esencial ha cambiado. Las reformas impositivas siguen gravando más al que emprende, las decisiones sobre jornadas, salarios o cotizaciones se adoptan sin consultar a quienes las sufren, y lo más preocupante: quienes debían defendernos han permanecido en silencio».

Aquel manifiesto recogía las líneas que el Gobierno no debería cruzar para no interferir en el buen funcionamiento de la actividad empresarial, evitando su coerción y estableciendo obstáculos a su desarrollo. En definitiva, defender la libertad de empresa, cesar el intervencionismo y la estigmatización de la figura del empresario. Un texto, como explicó el entonces presidente de Cepyme, «en el que defendemos la dignidad y la libertad empresarial; en el que denunciamos la situación a la que se nos aboca desde el Gobierno a las pymes españolas; en el que señalamos aquellos ámbitos en los que se nos ataca reiteradamente: desde el diálogo social y la negociación colectiva, hasta la sobrerregulación o los intentos de control de la empresa, pasando por la intervención salarial, los costes sociales o la fiscalidad. En el que pedimos que esa actitud sea corregida».

Cambio del modelo de representación empresarial

Pasado este tiempo, el presidente de la Asociación Empresarial de Gestores y Gestorías Administrativas recapitula para THE OBJECTIVE, y señala que aquel espíritu ha quedado lejos. Hoy, «quienes deberían representar a las pymes se han convertido en estructuras conservadoras, atrapadas en una lógica de gestión de lo pactado y ajenas a los grandes debates del país». «No movilizan, no lideran, y aunque saben lo que ocurre —lo escuchan en sus bases, lo ven en sus datos—, no han hecho nada. Este colapso no es solo organizativo: es moral y estratégico».

Frente a esta parálisis, Fernando Santiago considera la necesidad de iniciar una transformación profunda del modelo de representación empresarial. «No pedimos privilegios. Pedimos condiciones justas, voz propia y valentía para defender lo que somos, porque las pymes no necesitan estructuras vacías. Necesitan interlocución real y, representación de verdad».

«Este no es un manifiesto de ruptura, sino de responsabilidad. Cambiar implica riesgo. Pero seguir igual implica decadencia», sentencia el presidente de los Gestores Administrativos.

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