The Objective
Economía

Hacienda empieza a perseguir la contabilidad en B de siete millones de pymes y autónomos

Las sanciones pueden llegar a 50.000 euros, especialmente si detecta ‘software’ que facilite prácticas irregulares

Hacienda empieza a perseguir la contabilidad en B de siete millones de pymes y autónomos

María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda. | Europa Press

A partir de este martes, después de tantos presuntos escándalos sobre casos de corrupción que afectan a la esfera política, Hacienda obligará a cerca de siete millones de autónomos y pymes a poner fin al software de doble uso que permite manipular ingresos, ocultar ventas o mantener contabilidades paralelas o en B sin dejar rastro.

Según explica a THE OBJECTIVE un experto en digitalización de la empresa TeamSystem, a partir de hoy entra en vigor el reglamento técnico de Hacienda que afecta en una primera fase transitoria solo a los fabricantes de soluciones informáticas de facturación, conocido como VeriFactu.

En menos de un año esta medida acabará repercutiendo directamente sobre siete millones de autónomos, pequeñas y medianas empresas. Algunas de ellas, desde este martes, deberán emitir todas sus facturas —también las simplificadas— desde sistemas informáticos homologados. Cabe recordar que VeriFactu es parte del paquete de medidas de la Ley Antifraude y será obligatorio, en su conjunto, para todas las empresas, a partir de enero de 2026. Según fuentes de TeamSystem, la obligación general de usar Verifactu se establece para el 1 de enero de 2026 para empresas que facturan menos de 6 millones y el 1 de julio de 2026 para los autónomos.

Sanciones de 50.000 euros

No obstante -detallan a este diario fuentes de Holded, software de gestión en la nube-, no todos los profesionales estarán obligados a adaptarse al empleo de Verifactu, ya que existe lo que la Agencia Tributaria denomina la ‘regla de los 4 NO’, que exime de esta obligación a aquellos que cumplan con determinadas condiciones.

En concreto, están excluidos los profesionales que no estén obligados a emitir facturas, las empresas que ya estén adscritas al SII (Suministro Inmediato de Información), quienes tengan su domicilio fiscal en el País Vasco o Navarra (al tener sus propias Haciendas Forales) y aquellos que cuenten con una resolución específica de exención emitida por la AEAT.

En cualquier caso -aclara TeamSystem-, «el objetivo, entre otros, es cerrar la puerta a una de las principales vías de evasión fiscal y dotar al sistema tributario de mayores garantías de trazabilidad y transparencia, con unas sanciones por incumplimiento que pueden alcanzar los 50.000 euros, especialmente en casos donde se detecte software que facilite prácticas irregulares».

Mejorar la productividad

Según TeamSystem, este nuevo marco normativo supone un punto de inflexión para el ecosistema empresarial, ya que obliga a digitalizar de forma segura los procesos de facturación. Además de impedir que una factura pueda emitirse y no declararse -sostienen-, «mejora la productividad y el control interno de los negocios, contribuyendo a una gestión más eficiente y fiable».

Hace apenas unos días, la Agencia Tributaria dio un paso más en esta dirección con la Operación Amperio, que ha identificado el uso de software ilegal de ocultación de facturación en empresas de instalaciones eléctricas. La inspección, desarrollada en más de 75 locales en 15 comunidades autónomas, ha revelado que Hacienda no solo legisla, sino que también actúa directamente para erradicar herramientas tecnológicas que facilitan el fraude fiscal.

Esta nueva facturación -insisten los expertos fiscalistas- supone un cambio de paradigma tan notable que afecta a muchas pequeñas empresas, pero que también trae aparejadas muchas dudas sobre cómo funciona exactamente Verifactu y qué cambia respecto a la factura electrónica.

Las principales dudas

Precisamente -señala Holded-, una de las dudas recurrentes tiene que ver con las facturas emitidas fuera del país. ¿También deben pasar por Verifactu?, se preguntan los empresarios. Y la clave aquí es la Ley Antifraude, que exige que todas las facturas —también las emitidas fuera de España, si se está sujeto a esta legislación— cumplan con los requisitos técnicos, incluyendo un código QR que garantice su trazabilidad. Es decir, la factura debe reflejar claramente si se ha optado o no por Verifactu, pero en ambos casos debe poder comunicarse a la AEAT.

En cuanto a los errores o anulaciones, es importante saber que una factura solo puede anularse si previamente ha sido remitida a Hacienda y ha sido aceptada. Es decir, no se puede cancelar una factura unilateralmente. Este principio de inalterabilidad es una de las bases del sistema y cambia radicalmente la forma en la que muchas empresas
han gestionado su facturación hasta ahora.

Otra de las cuestiones planteadas por las pymes es saber si es posible dejar de utilizar Verifactu. Y la respuesta es que no se puede salir de esta plataforma, al menos de forma inmediata, pues la adhesión al sistema tiene carácter anual, y una vez se opta por enviar las facturas a la AEAT dentro de Verifactu, esta decisión se mantiene hasta el 31 de diciembre del ejercicio en curso. Si se desea cambiar el modelo, debe hacerse en el inicio de un nuevo año fiscal.

Publicidad