The Objective

Espacio patrocinado por

The Positive
Así empecé

Paco Arango (Fundación Aladina): «Una fundación es un negocio, pero con corazón»

El cantante, guionista y cineasta repasa su trayectoria en el podcast ‘Así empecé’

Paco Arango (Fundación Aladina): «Una fundación es un negocio, pero con corazón»

THE OBJECTIVE.

En una vida llena de éxitos, Paco Arango descubrió que todavía le faltaba algo. Cantante, guionista, productor y director de televisión y cine, a sus 35 años tenía fama, dinero y reconocimiento, pero sentía un vacío profundo. Tras entrar por primera vez en el Hospital Niño Jesús como voluntario, y enfrentarse cara a cara con el cáncer infantil, algo cambió. Nació entonces la Fundación Aladina, dedicada a apoyar emocionalmente a los niños con cáncer y sus familias. Arango protagoniza el nuevo capítulo de Así empecé, una serie de entrevistas que tienen como objetivo acercar historias de personas que tuvieron una idea, un sueño, de crear o mejorar algo, y que a base de ingenio, determinación y pasión consiguieron sacar adelante. En definitiva, son historias de emprendedores contadas por ellos mismos.

Paco Arango viene de una familia emprendedora. Su abuelo llegó de Asturias a México siendo apenas un adolescente y fundó una dinastía empresarial. Su padre, por su parte, creó en España las cadenas VIPS y Ginos. Con este bagaje, Paco se formó en Boston y Los Ángeles para dedicarse al cine, aunque primero fue la música su trampolín: «Firmé con Sony, publiqué cinco discos y hasta tuve cierto éxito», relata al recordar aquella época.

Después vino la televisión con la exitosa serie Aladina, protagonizada por Paz Padilla, de la que más tarde tomaría el nombre para su fundación. Pero fue justamente en el pico de su carrera cuando ocurrió lo inesperado: en un concierto de U2, Bono, líder del grupo, mencionó sorpresivamente al Hospital Niño Jesús frente a 80.000 personas. Paco, presente en ese momento, lo interpretó como una señal: «Ahí dije: ‘Tengo que dejarlo todo para dedicarme a esto’. Y eso hice».

Desde entonces, la Fundación Aladina se ha convertido en una fuerza transformadora que actualmente ayuda a más de 2.000 niños al año en España. Realiza importantes mejoras en hospitales públicos, financia investigación médica, ofrece terapias psicológicas especializadas y, algo especialmente emotivo, ayuda a las familias en procesos de duelo.

Entre sus proyectos emblemáticos está la creación del centro de trasplantes MAC TUB en el Niño Jesús, financiado con la recaudación de su primera película, MAKTUB, estrenada en 2011. «Mi cine tiene que servir para algo más. Hay que estar loco para hacer cine y donar todo el dinero recaudado, pero ese es el propósito que me hice», asegura convencido.

Le siguieron películas como Lo que de verdad importa, que recaudó más de diez millones de euros para niños con cáncer. «Esto fue un auténtico milagro, sobre todo cuando inesperadamente se convirtió en número uno en Netflix Estados Unidos», cuenta emocionado Paco.

Hoy, después de casi veinte años, Arango no duda en afirmar que su vida tiene un significado claro: «La sensación de que tengo mi espacio en el mundo es muy poderosa. Esto era lo que yo tenía que hacer». Y cuando mira atrás, destaca que la clave para emprender es «creer profundamente en la causa, y avanzar sin miedo, aunque no tengas claro cómo saldrá».

La historia de Paco Arango es así la historia de un hombre que, pudiendo haber tenido todo, escogió entregar lo mejor de sí mismo a los demás. «He descubierto que no hay nada más bonito en la vida que dar. Eso es lo que de verdad importa», concluye.

Publicidad