¿Cuándo cobrarán los pensionistas su pensión en agosto? Días según la entidad bancaria
Este adelanto forma parte de una estrategia que busca mejorar la gestión del flujo de pagos por parte de los bancos

Un cajero del banco BBVA. | Europa Press
Agosto suele ser un mes lleno de imprevistos y gastos extra para muchas familias por las vacaciones, los desplazamientos, y el incremento de nuestro tiempo de ocio. En este contexto, saber cuándo se cobra la pensión del mes se convierte en una información clave para planificar el cierre del mes con tranquilidad.
Aunque oficialmente la Tesorería General de la Seguridad Social realiza el pago entre el 1 y el 4 de mes siguiente, como es habitual, los bancos suelen adelantar el abono unos días antes. Este mecanismo, que se ha consolidado en los últimos años, y representa una ayuda muy valiosa para los pensionistas, al darles liquidez en plena época estival.
Fechas del cobro según tu entidad bancaria
Este agosto de 2025, las fechas de ingreso de las pensiones se distribuyen entre el 21 y el 25 de agosto, dependiendo del banco, con algunas excepciones:
- 21 de agosto: Bankinter y Unicaja Banco.
- 22 de agosto: Banco Santander.
- 24 de agosto: CaixaBank.
- 25 de agosto: BBVA, Banco Sabadell, Abanca, ING, Ibercaja, Laboral Kutxa.
- 1 de septiembre: PiBank, para quienes tengan la pensión domiciliada en esta entidad.
En algunos casos, como Santander, se menciona que parte de los clientes podrían recibir el ingreso el 24 de agosto, dependiendo del perfil o condiciones específicas. Además, es habitual que los bancos comuniquen estos abonos mediante notificaciones en la app o SMS, y conviene revisar estos canales para confirmar la fecha exacta en cada caso.
Las pensiones contributivas
El mes pasado, la Seguridad Social registró un desembolso récord en pensiones contributivas: 13.588,8 millones de euros en julio, y se espera que la cifra aumente aún más en agosto ante el continuo envejecimiento poblacional y la baja natalidad.
La pensión media de jubilación se sitúa ya en 1.506,5 euros mensuales, un 4% más respecto a 2024, mientras que las pensiones mínimas aumentaron un 6% desde el 1 de enero de 2025. Este incremento supone una presión adicional sobre las cuentas públicas, y obliga a mantener un debate serio sobre la sostenibilidad del sistema.
«La hucha de las pensiones»
El sistema español de pensiones enfrenta retos estructurales de gran calado: el envejecimiento progresivo de la población, la fuerte llegada de la generación del baby boom a la edad de jubilación y la baja natalidad amenazan su viabilidad a medio y largo plazo.
Se han impulsado medidas como el retraso de la edad legal de jubilación hasta los 67 años y bonificaciones por prolongar la vida laboral más allá de esa fecha. Sin embargo, la preocupación por la «la hucha de las pensiones» y el equilibrio entre ingresos y gastos sigue vigente en el debate público. Es fundamental explorar reformas que garanticen la estabilidad del sistema para las próximas generaciones.
No obstante, el incremento del gasto, la presión demográfica y la incertidumbre sobre la sostenibilidad del sistema hacen imprescindible mantener abiertas las conversaciones sobre reformas estructurales. La flexibilidad bancaria, como este adelanto de pagos, puede ayudar en el corto plazo, pero el verdadero reto es garantizar un sistema que sea solvente, justo y viable en el largo plazo.