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Economía

Europa, sin plan frente a Trump: el sector farmacéutico advierte de un éxodo industrial

Grandes laboratorios han comprometido más de 250.000 millones en nuevas plantas en territorio estadounidense

Europa, sin plan frente a Trump: el sector farmacéutico advierte de un éxodo industrial

Juan Yermo, director general de Farmaindustria, y Carlos Gallardo, presidente de Almirall. | Cedida.

La industria farmacéutica europea se encuentra en una encrucijada crítica. Mientras Estados Unidos intensifica su ofensiva geopolítica con aranceles y políticas de atracción de inversiones, la Unión Europea sigue sin articular una respuesta clara. Así lo advirtieron este miércoles representantes del sector durante el XXIV Encuentro de la Industria Farmacéutica Española en Santander, donde se puso de relieve el riesgo de fuga de inversiones y el impacto directo en pacientes europeos.

El punto de partida lo marcó el informe de Mario Draghi, que identifica la industria farmacéutica como estratégica para el futuro de Europa. El documento propone tres pilares para recuperar competitividad: crear un marco regulatorio innovador, reequilibrar las políticas medioambientales y potenciar la autonomía estratégica, reduciendo la dependencia de países asiáticos. Sin embargo, meses después de la aprobación de ese informe y tras el anuncio de Donald Trump de imponer un arancel del 15% a los medicamentos europeos, Bruselas sigue sin mover ficha.

«A día de hoy no tenemos un plan de respuesta europeo claro a la amenaza de los aranceles, y o tomamos medidas ya o perderemos la oportunidad», advirtió Juan Yermo, director general de Farmaindustria. «Están en riesgo los 3.000 millones de euros que las compañías farmacéuticas invierten cada año en España, las 111 plantas de producción de medicamentos de uso humano y los 270.000 empleos directos, indirectos e inducidos del sector».

250.000 millones hacia EEUU

El diagnóstico es compartido por los laboratorios. Carlos Gallardo, presidente de Almirall, alertó de que por primera vez en décadas se está produciendo un desplazamiento masivo del tejido industrial europeo hacia Estados Unidos. «EEUU concentra más de la mitad de la inversión biomédica mundial y ahora está captando plantas y fábricas que hasta hace poco se hacían en Europa». El dirigente de Almirall puso cifras al problema: las grandes compañías farmacéuticas han comprometido más de 250.000 millones de euros en nuevas plantas en territorio estadounidense en los próximos años. «Medicamentos que hoy se fabrican en Europa van a pasar a hacerse en EEUU».

La farmacéutica catalana Almirall ha sido una de las primeras damnificadas por la nueva política arancelaria. Como ha contado THE OBJECTIVE este viernes, el laboratorio acaba de perder un contrato millonario con una biofarmacéutica estadounidense para traer un medicamento a España tras meses de negociaciones. «Almirall llevaba meses negociando con una tecnológica americana para cerrar un acuerdo estratégico que hubiera supuesto una fuerte inversión en innovación en nuestro país», explicó Gallardo. «Sin embargo, el CEO me llamó recientemente para comunicarme que interrumpían las conversaciones tras el anuncio de las políticas de precios de Trump. Argumentó que no podían arriesgarse a que la administración estadounidense utilice los precios europeos como referencia y, en consecuencia, obligue a rebajar sus precios en EEUU».

Europa, sin estrategia

El contraste entre ambos lados del Atlántico es cada vez más evidente. Mientras Washington articula un marco de incentivos para atraer inversión e industria, la UE avanza con lentitud en la definición de su estrategia farmacéutica. Farmaindustria reclama medidas urgentes para reforzar el sistema de innovación y conectar mejor el ecosistema investigador. También pide revisar el marco fiscal, ya que —según denuncian— cuanto más invierte el sector en I+D, menos capacidad de deducción obtiene.

El sector farmacéutico advierte de que Europa corre el riesgo de repetir la historia de la industria de la electrónica médica, donde fue líder hace dos décadas y hoy apenas tiene peso. «Estamos en una encrucijada: o convertimos a Europa en un motor de innovación y producción, o asumimos el coste de perder la industria», resumió por su parte Gallardo, también vicepresidente segundo de Efpia, la patronal de la industria farmacéutica europea. «La ventana de oportunidad se está cerrando; cada mes que pasa otros países avanzan y nosotros retrocedemos».

La receta, según la patronal y los laboratorios, pasa por fortalecer la propiedad intelectual, aumentar el gasto en fármacos innovadores y dotar de más recursos a la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para acortar plazos de aprobación. en palabras de Gallardo, «necesitamos un mercado que atraiga y recompense la innovación. De lo contrario, el éxodo de capital hacia Estados Unidos será imparable».

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