La incoherencia del Gobierno con el 'vapeo': lo equipara al tabaco, pero su venta es libre
Los vapeadores pueden adquirirse en cualquier tienda de conveniencia, sin control de acceso a los menores

Mónica García, ministra de Sanidad. | EP
El Gobierno ha aprobado este martes el anteproyecto de la ley antitabaco que equipara los cigarrillos electrónicos a los convencionales y prohíbe fumar y vapear en nuevos espacios como las terrazas de hostelería, piscinas o marquesinas de autobuses, equiparando así la regulación de cigarrillos electrónicos y tabaco calentado a la del tabaco tradicional. Sin embargo, la normativa deja fuera un aspecto importante: mientras que el tabaco solo se puede comprar en estancos y puntos de venta con recargo, los vapers pueden adquirirse en cualquier tienda de conveniencia, bazares, peluquerías, gasolineras o tiendas de cosmética sin control de acceso a los menores. Así lo han confirmado a THE OBJECTIVE fuentes del departamento sanitario.
El Ministerio de Sanidad de Mónica García ha defendido la equiparación regulatoria de los vapers con el tabaco convencional al asegurar que los vapeadores constituyen «la antesala del tabaquismo» y la puerta de entrada al tabaco entre adolescentes. «En los últimos años, han aparecido nuevos productos relacionados con el tabaco, entre los que destacan los cigarrillos electrónicos», se señala en el anteproyecto al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, que sí prohíbe expresamente el consumo de tabaco y productos relacionados por parte de menores de edad, algo que hasta ahora no estaba regulado, ya que la prohibición solo se limitaba a la venta o entrega de tabaco.
«Si bien su consumo ha aumentado en los últimos años, esto es especialmente llamativo entre las personas entre 14 y 18 años», agrega, citando datos de la encuesta Estudes 2023 de donde se desprende que el porcentaje de adolescentes que habían probado alguna vez este tipo de productos era del 54,6%. Además, el consumo de cigarrillos electrónicos entre personas de 14 y 18 años ha pasado de una prevalencia del 14,9% en 2019 al 26,3% en el año 2023, mientras que en personas entre 15-64 es ligeramente inferior al 5%. «Por tanto, las medidas de salud pública frente al tabaquismo deben tener en consideración los cambios en los patrones de consumo tanto del tabaco como de los productos emergentes y cómo estos pueden diferir en función de la edad», continúa el anteproyecto de la ley antitabaco.
Por ello, llama la atención que la nueva ley no contenga ningún mecanismo de control de venta a menores de estos productos, pudiéndose adquirir en bazares, peluquerías, gasolineras, máquinas expendedores o incluso tiendas de cosmética, con imágenes de personajes infantiles y juveniles como Bob Esponja o Los Minions. Esta es una de las principales quejas del sector del vapeo, que en numerosas ocasiones ha pedido al Ministerio de Sanidad eliminar la venta libre de estos productos e incluir sistemas de control de acceso y venta a menores. De lo contrario, aseguran, «hará que se incremente el uso de los vapers en ese segmento de población e inundará España de productos ilegales y de dudosa seguridad».
Eliminar la venta libre de ‘vapers’
«Mientras se pueda comprar en una tienda de conveniencia, bazar o peluquería un vaper con forma de Bob Esponja, tendremos un grave problema y esta ley no pone solución a la falta total de control de acceso de los menores que desde el sector estamos pidiendo», explica Arturo Ribes, presidente de la Unión de Empresarios del Vapeo (UPEV). Ribes, además, señala que han presentado en varias ocasiones a Sanidad una batería de medidas concretas que garantizarían la seguridad de los vapeadores y controlaría el mercado de estos productos.
Entre ellas destacan, precisamente, la petición de prohibir el acceso a los establecimientos que venden estos productos a menores de edad; que la actividad principal y única de estos establecimientos sea la comercialización de vaporizadores personales y productos relacionados; que los puntos de venta con actividad comercial online tengan un sistema de verificación de edad obligatorio; que sólo se comercialicen productos debidamente registrados en el portal EUCEG que cumplen con las normativas de fabricación estipulados en la directiva europea de productos de tabaco 2014/40/EU; que estos establecimientos no permitan que a través de sus escaparates se puedan ver los líquidos o dispositivos de liberación de nicotina o que cada punto de venta tenga un espacio para el reciclaje de productos y dispositivos
El anteproyecto ha sido aprobado este martes en el Consejo de Ministros. Ahora se abrirá un plazo para la presentación de enmiendas y, posteriormente, su votación en segunda vuelta de nuevo en el Consejo. Después comenzar su andadura parlamentaria donde deberá buscar su definitiva aprobación.
Posiciones del sector
Desde la Mesa del Tabaco también se han pronunciado sobre la normativa. Sobre la equiparación de productos señalan que «no tiene sentido». «La normativa de la Unión Europea hace todo lo contrario, distingue entre los productos del tabaco para fumar y los nuevos productos sin combustión. El ejemplo más reciente es el Real Decreto 47/2024, de 16 de enero, transpone la Directiva 2014/40/UE, manteniendo dicha diferenciación», explican. Sobre la ampliación de los espacios sin humo consideran que «existe una convivencia pacífica entre fumadores y no fumadores». Según el último informe publicado por Hostelería de España junto con 40dB (julio), más de la mitad de la población (56,1%) no considera prioritaria la prohibición de fumar en terrazas. Además, 7 de cada 10 personas (un 69,3%) opinan que concienciar es más eficaz que prohibir para reducir el consumo de tabaco.
«La prohibición de fumar en terrazas no es equiparable a la medida adoptada en 2005 que restringió el consumo de tabaco en el interior de los locales de hostelería, ya que en aquel momento el consumo simplemente se trasladó al exterior, permitiendo la convivencia entre personas fumadoras y no fumadoras», consideran, y recuerdan que Francia acaba de excluir a las terrazas de su reciente ampliación de prohibición en espacios abiertos. «Ningún país europeo, salvo Suecia, restringe el consumo en terrazas», aseguran.
Desde la Plataforma para la reducción del daño por tabaquismo consideran que la propuesta de ley «ignora la ciencia y no da soluciones realistas a los fumadores». Así se ha pronunciado el portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo y cirujano oncológico del hospital Gómez Ulla, Fernando Fernández Bueno, que indica que equiparar regulatoriamente los nuevos productos y el cigarrillo de combustión es un grave error: «Es un grave error en términos de salud pública obviar toda la ciencia y los avances en torno a la lucha contra el tabaquismo como han hecho países como Suecia o Reino Unido y, por tanto, si esta sale adelante lo único que va a lograr es que los más de nueve millones de fumadores que hay hoy en España sigan fumando. Solo con prohibiciones no se va a solucionar el problema del tabaquismo».
«Confiamos en que el Gobierno corrija esta decisión de equiparar ambos productos y se atenga a escuchar a quienes defendemos que la ciencia debe primar en esta ley. En caso contrario, estaremos perdiendo una oportunidad única de avanzar en la lucha contra el tabaquismo», ha concluido el portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo.