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Economía

De campeón de motociclismo a inversor: el hijo de Sito Pons se hace de oro con el ladrillo

Edgar Pons ha tomado el relevo en la inmobiliaria familiar, que registra operaciones multimillonarias

De campeón de motociclismo a inversor: el hijo de Sito Pons se hace de oro con el ladrillo

Edgar Pons en una imagen de octubre de 2020, justo antes de su retirada. | EP

Con solo 25 años, el dos veces campeón europeo de Moto2 Edgar Pons anunció en noviembre de 2020 que dejaba la competición profesional. Su intención era, tal y como explicó entonces, seguir dedicándose a su pasión, pero desde el mundo de la empresa o fuera de la pista. Finalmente, la vida le ha llevado por un camino diferente, y el deportista se ha reinventado como inversor en sectores alejados del deporte.

En primer lugar, el hermano del también motociclista Axel Pons -quien emprendió un largo viaje por el mundo compartido en sus redes sociales- tomó hace ocho meses el relevo de su padre, el bicampeón mundial de MotoGP Sito Pons Ezquerra en el negocio inmobiliario familiar, al que ha dado un nuevo impulso multimillonario. Se trata de Cuamon, una empresa patrimonial dedicada al arrendamiento de bienes inmuebles.

Esta mercantil, que hasta hace poco solo contaba con un capital de 1,4 millones de euros, ha superado recientemente los 13 millones de capitalización, multiplicándose así por nueve la cantidad invertida por los accionistas directamente en la compañía. Ello después de que Edgar Pons haya pasado a ser administrador único de la firma y se haya producido una inyección de 11,6 millones de euros en la misma.

El motivo de una ampliación de capital tan considerable en comparación con el tamaño anterior de la sociedad puede deberse a una reinversión de beneficios, a una necesidad de aumentar la liquidez a cuenta de las finanzas de los socios o, en el caso de las inmobiliarias, también a la intención de adquirir un activo -como un edificio- que supera la capacidad económica del negocio pero que se espera rentabilizar en el futuro a través del alquiler.

Relevo generacional

En la época de Pons Ezquerra, la firma vivió turbulencias, como un endeudamiento superior a los cuatro millones de euros y reducciones de capital, habituales para ajustar las cuentas en tiempos de pérdidas. Coincidió con los problemas que Hacienda ocasionó a Alfonso Pons, que igual que su hijo, se dedicó a los negocios cuando colgó el casco.

La Abogacía del Estado, la Fiscalía y la Generalitat de Cataluña pedían 24 años de prisión y 12 millones de euros en multas para el expiloto por seis hipotéticos delitos que quedaron en nada -se le reprochaba haber fijado su residencia fiscal en Mónaco y Londres-. La acusación carecía de fundamento y fue absuelto por la justicia.

Lo que sí es cierto es que la patrimonial familiar Cuamon fue fundada por Sito Pons junto a Christopher Michael Allix, un financiero que ha tenido negocios en Reino Unido y también fue beneficiario de una sociedad offshore registrada en las islas Vírgenes británicas con sede en la isla de Man. La firma, Inter-Continental Business Management Limited, estuvo activa entre 1989 y 2015, según los papeles de Panamá publicados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

La inmobiliaria tiene ahora una nueva vida más boyante bajo el liderazgo de Edgar Pons, que desde hace unos años vive en Galicia con su pareja, la también barcelonesa Paula Fusté. Allí, en La Coruña, fundaron El Punto, una cafetería que administran de forma conjunta, aunque, según la información disponible en el Registro Mercantil, su capitalización es mucho más discreta (6.200 euros) que la multimillonaria firma inmobiliaria del expiloto.

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