Onversed: hacer moda sin destruir el planeta
La ‘startup’ malagueña permite el patronaje digital, la identificación de tendencias y los probadores virtuales

Raquel Pérez García.
Las cifras más negras de la industria de la moda son terroríficas. Fabricar una camiseta de algodón consume 2.500 litros de agua; producir unos vaqueros, otros 7.500. Esta realidad propicia todo tipo de proyectos en torno a la sostenibilidad y una apuesta concreta desde Málaga llamada Onversed. La startup dirigida por Raquel Pérez García recurre a la inteligencia artificial, el 3D y la realidad aumentada para ahorrarle a las marcas más pequeñas (unas 300.000 entre moda, zapatos y joyas en España y Latinoamérica) mucha huella de carbono y varios millones de euros.
Pérez apunta que los grandes desafíos en este segmento de la economía son la competitividad y la eficiencia de procesos y costes. China es la implacable fábrica mundial y para hacerle frente hay que tomar el atajo tecnológico. Además, apunta la CEO, está el problema medioambiental, donde Europa ha tomado cartas en el asunto a través de la EU Textiles Strategy, que declara la guerra a la fast fashion y exige textiles duraderos, reparables y reciclables. Por último, estas pymes necesitan generar contenido y permitir al cliente final la personalización, opciones con frecuencia inalcanzables por cuestiones de presupuesto.
«Onversed te ayuda a tener un todo en uno automatizando procesos. El proyecto nace del diseño y la fabricación de ropa, pero también de la búsqueda previa de las tendencias del mercado en cada momento. A través de la IA, teniendo en cuenta las características de tu marca y tus catálogos, ayudamos a descubrir lo que manda y aceleramos la adaptación de las marcas», sintetiza Pérez. La startup andaluza permite, por ejemplo, el patronaje digital. Una vez se dispone virtualmente de la prenda, puede vestirse a la modelo (real o ficticia) e incluso es factible jugar con diferentes localizaciones sin moverse de la oficina. «Nuestro equipo está compuesto por diseñadores de moda, no por programadores. También por fotógrafos que le dictan a la IA a través del prompt cómo ha de ser la localización, cuál debe ser la luz y la composición».
La ventaja para esas marcas de modesto tamaño es que no han de fabricar colecciones torturadas por la incertidumbre de si tendrán éxito o no. Gracias a los gemelos digitales disponen de un probador virtual que puede colocarse en el e-commerce o en redes sociales, de modo que cualquier cliente potencial, con un móvil, escanea el código QR y puede ver cómo le queda un polo, qué tal lucen esos pendientes o cómo taconean las botas que le gustan. «En función de la acogida, la marca ya sabe a qué atenerse y entonces decide cuánto produce».
Fase semilla, gran potencial
Hasta la fecha, Onversed ha levantado 200.000 euros. Sus dos inversores principales son Curro Rodríguez, CEO de Aqualy, la empresa malagueña de los tetrabriks de agua mineral, y Fundalogy, el instrumento financiero de Fundación Unicaja para startups y proyectos de impacto social. En plantilla son nueve, dispone de una decena de clientes y ha sido reconocida como una de las fashion tech más relevantes de 2025 en los World Future Awards. El reto es obvio: escalar. «Ahora somos nosotros quienes acudimos a la industria; queremos que sea la industria la que acuda a nosotros. En España, el 95% de las marcas de moda, zapatos y joyas son pymes. Ese ticket pequeño y recurrente es nuestra meta», afirma Raquel Pérez.
Actualmente -subraya la CEO- «se vende de otra manera. Siempre cuento el caso de Barbie (película estrenada en 2023 y basada en la famosa muñeca). Muchas empresas previeron que la película sería un bombazo y habían diseñado previamente productos adaptados a esa estética, pero muchas otras se quedaron fuera. Con nuestra herramienta es muy fácil adaptarse a esa ola y, en realidad, a cualquier ola».