El jamón español esquiva los aranceles chinos a la carne y sus exportaciones crecen un 8%
Las autoridades chinas han impuesto tasas a la importación de cerdo que ascienden hasta el 62,4%

Corte de jamón.
China se consolida como un mercado estratégico para las exportaciones españolas de jamones y paletas curadas. Un posicionamiento que se produce en un momento clave, con la carne de cerdo bajo el punto de mira de la administración del país asiático. Las autoridades chinas, tras varios meses de investigación antidumping de carne y subproductos a Europa, decidieron hace unos días imponer aranceles que ascienden hasta el 62,4% para algunos países. Por el momento, tal y como recuerda la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), hay un informe preliminar, es decir, no definitivo, por el que se aplica una tasa de garantía del 20% a las empresas españolas.
Una imposición de aranceles que no incluye al jamón serrano ni ibérico ni a los embutidos españoles. Estos productos tan representativos quedaron fuera de las pesquisas por competencia desleal desde el principio, en un momento en el que sus exportaciones están en auge. Según datos de ICEX ESTACOM, el valor de las exportaciones a China alcanzó en el primer semestre de 2025 los 11,74 millones de euros, frente a los 10,83 millones de euros registrados en el mismo periodo de 2024. Esto supone un crecimiento del +8,4%, que confirma una evolución positiva y sostenida en este mercado.
«Creemos que la tendencia es creciente en cuanto a la importación de jamones ibéricos en China y pensamos que se mantendrán en esa línea», asegura Raúl García Pascual, presidente de la Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI). «En casi todos los países del sudeste asiático se viene gravando con aranceles la carne de porcino desde hace mucho tiempo, ya tenemos eso. Por el momento no nos aplican un arancel complementario, la situación no nos cambia en este caso», añade a preguntas de THE OBJECTIVE.
Mercado sensible
Se trata de un mercado con mucho potencial pero también muy sensible a la marcha económica del país. «El mercado chino en particular es muy sensible a la evolución de la economía interna del país; cuando el país va bien, hay ánimo para el consumo, cuando se debilita como el año pasado, se nota», explica García Pascual. Tras la ligera caída del año pasado, la demanda se está recuperando. «Estamos desde junio con niveles de crecimientos cercanos al 10%, pensamos que vamos a seguir en esta línea. Hay interés por parte de los importadores y siguen pasando pedidos en estos niveles».
Para potenciar ese crecimiento son cruciales las actividades de promoción en el país. Sobre todo del jamón ibérico, con un precio y calidad más elevados. Recientemente, la Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI) ha acercado a la metrópoli del gigante asiático la campaña Awaken Your Ibérico Sense con dos propuestas para fomentar ese crecimiento. Por un lado, una formación para chefs ejecutivos de prestigiosos restaurantes y una semana gastronómica que invita a descubrir cómo se disfruta del jamón ibérico en España. «El jamón es lo más demandado: la paleta, cuesta más conocer el corte y la preparación para los que no tengan la pericia de los cortadores españoles. Pero también está creciendo el interés en chorizo, salchichón y lomo», asegura.
Aranceles al resto
Al margen de los jamones y embutidos excluidos de los aranceles, el mercado chino es muy relevante para el sector porcino español. Por ello la preocupación es intensa tras la imposición de dichos aranceles, a pesar de que son menores que los aplicados al resto de países europeos. Es un mercado tan relevante que hay muchos productos que solo se venden allí. «Estamos hablando, en el caso español, de productos muy sensibles al precio. Productos que aquí no tienen mucho valor, pero que el consumidor chino aprecia mucho», asegura Giuseppe Aloisio, director general de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice), en conversación con THE OBJECTIVE.
Aloisio explica que este tipo de subproductos del cerdo son muy apreciados en el país asiático debido a sus costumbres y su consumo frecuente de sopas y caldos. «Importan una cantidad ingente de huesos carnosos, más otro tipo de productos que aquí se destinarían a destrucción, pero allí tienen valor. Si tú a eso le pones un arancel del 20%, muchos de esos productos a medio plazo dejaremos de venderlos a China»