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Economía

Cambio de rumbo en el CNIO tras la nueva dirección: reactivación de compras clave

El centro adjudica una licitación de un microscopio confocal, además de otros aparatos esenciales para el instituto

Cambio de rumbo en el CNIO tras la nueva dirección: reactivación de compras clave

La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, y el nuevo director científico del CNIO, Raúl Rabadán. | EP

El Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) comienza a remontar tras meses convulsos. Con el prestigioso físico Raúl Rabadán como nuevo director científico al frente de la institución tras la escandalosa salida de María Blasco, el centro contra el cáncer reactiva compras claves para el buen funcionamiento del mismo: aparatos que durante la etapa de Blasco no solo quedaron obsoletos, sino que nunca se repusieron pese a las demandas de los científicos.

Es el caso de los microscopios confocales, una herramienta básica para visualizar y entender, por ejemplo, cómo las células cancerosas invaden un órgano concreto. Los científicos del CNIO ya denunciaron durante la etapa de Blasco que de sus cuatro microscopios confocales solo funcionaba uno. Sin embargo, la exdirectora nunca resolvió el problema. Ahora, el centro ha licitado en régimen de arrendamiento sin opción a compra el suministro de un microscopio confocal de Barrido de Láser con Detección NIR por 450.000 euros. La empresa adjudicataria por un periodo de 60 meses ha sido Carl Zeiss Iberia SL, según se desprende de la Plataforma de Contratación del Sector Público.

Actualmente, según informa el propio centro, la Unidad de Microscopia Confocal del CNIO dispone de un equipo de microscopía confocal SP5 del fabricante Leica, adquirido en el año 2005, que se encuentra fuera de cobertura del servicio técnico desde el año 2022. Como consecuencia, el proveedor autorizado no proporciona servicios de mantenimiento completos, ya que no puede garantizar el suministro de piezas de repuesto, lo que supone que la funcionalidad de los equipos «no está asegurada», y cualquier avería podría poner en peligro la capacidad de respuesta de la Unidad a las necesidades de microscopia que tiene el CNIO.

La Unidad cuenta con un solo equipo de microscopía confocal SP8 del fabricante Leica, adquirido en el año 2020 que, aunque está ya fuera de mercado, «presenta unas prestaciones tecnológicas más actualizadas que en caso de avería del otro equipo no pueden respaldar». Por ello, era necesario adquirir un nuevo microscopio, actualizando así los equipos de la unidad y asegurando la continuidad de los proyectos de microscopia.

Además de la reposición del microscopio confocal, el centro contra el cáncer ha adquirido un escáner para muestras histológicas con detección de fluorescencia por 170.000 euros y un sistema de electroforesis automático de alta productividad por 50.000 euros, y ha alquilado un robot dispensador para la automatización de preparación de librerías de secuenciación masiva por 25.000 euros. También ha vuelto sacar a licitación un contrato para la gestión de su animalario, con capacidad para albergar 60.000 ratones y otros animales, cuyo concurso quedó desierto el pasado mes de enero en pleno escándalo del centro. El valor estimado de este contrato es de 8.800.000 euros.

El CNIO deja atrás los números rojos 

Por otro lado, el CNIO cerró 2024 con un resultado positivo de 93.145 euros, según las cuentas anuales publicadas por el centro oncológico recientemente, como adelantó THE OBJECTIVE. El dato supone un giro respecto a 2023, cuando el organismo registró unas pérdidas de 1,94 millones. No obstante, pese a que el resultado contable del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en 2024 es positivo, es un resultado engañoso desde el punto de vista de tesorería, ya que en términos de caja se gastó más de lo que entró. En 2023, el déficit operativo fue de 4,5 millones de euros, y aunque 2024 muestra una mejora, sigue sin generar liquidez positiva en explotación, como consecuencia de años de mala gestión que le costaron el puesto a María Blasco, directora científica del CNIO desde junio de 2011 hasta enero de 2025, y a Juan Arroyo, gerente del organismo.

El repunte económico se apoya principalmente en un aumento de ingresos propios hasta 43,5 millones de euros (frente a los 40 millones de 2023) y en un incremento notable de subvenciones y donaciones imputadas al resultado, que pasaron de 35,9 millones en 2023 a 37,8 millones en 2024. Dentro de este apartado, las donaciones privadas crecieron un 211%, pasando de 864.448 € a 2,69 millones. No obstante, las cuentas revelan zonas de tensión: la deuda a corto plazo ascendió a 32,32 millones de euros (frente a los 26 millones de 2023), mientras que el remanente de excedentes acumulados se redujo de 3,06 millones a 1,15 millones. El patrimonio neto se mantuvo estable, en torno a 24,85 millones, gracias al equilibrio entre el pequeño superávit y otras partidas extraordinarias.

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