The Objective
Economía

El CSIC tiene en la sierra de Madrid un edificio abandonado en el que se gastó cinco millones

El inmueble, que nunca ha tenido uso, ha sufrido robos por valor de más de dos millones de euros

El CSIC tiene en la sierra de Madrid un edificio abandonado en el que se gastó cinco millones

Exterior del edificio Ignacio Bolivar, Cercedilla. | CSIC.

El Tribunal de Cuentas ha publicado un demoledor informe sobre la gestión y uso de inmuebles por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Si bien menciona anomalías en la gestión de decenas de ellos, como edificios y terrenos sin uso, incoherencia en los inventarios o programas anuales de optimización del uso de edificios sin aprobar, el órgano fiscalizador hace especial hincapié en uno de ellos: el edificio Ignacio Bolívar, situado en la sierra de Madrid. Adquirido por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en régimen de concesión administrativa en 2008, tras un gasto de cinco millones de euros en su reforma sigue sin uso, abandonado y víctima de múltiples saqueos e incluso actos vandálicos con costes que superan los dos millones de euros. El edificio ha estado sin vigilancia desde 2015 hasta diciembre de 2024.

Así se desprende del informe de Tribunal de Cuentas analizado por THE OBJECTIVE, que señala que «el CSIC no tomó las medidas necesarias para garantizar la conservación del edificio, cuyas obras de rehabilitación ascendieron a 4.894.000 de euros» y concluyeron en 2012. Además, destaca que «los daños por expolios han ascendido a al menos a 2.356.000 euros, según la valoración del propio CSIC».

El edificio y el terreno, con una extensión de 9.100 metros cuadrados, se encuentra situado en la Sierra de Guadarrama, en el municipio madrileño de Cercedilla, ayuntamiento al que pertenece. Según explica el propio órgano fiscalizador, en septiembre de 2006 el CSIC solicitó autorización al consistorio para «la ocupación temporal» de los terrenos y el uso del edificio a favor de la entidad, con destino a celebración de encuentros relacionados con la investigación y la tecnología. La autorización de la ocupación del emblemático edificio se formalizó en enero de 2008 por un plazo de 15 años, con un canon anual de 12.376 euros.

En 2007, el CSIC contrató a un arquitecto para que redactara un proyecto de reforma y acondicionamiento para la futura sede del centro que llevaría el nombre de Ignacio Bolívar, en homenaje al entomólogo que fuera impulsor de la investigación y difusión del conocimiento científico en España. Las obras concluyeron, según los documentos consultados por este medio, en diciembre de 2014, con un gasto total de 4.893.844 euros. Sin embargo, una década después, el edificio sigue cerrado, sin uso y víctima de múltiples saqueos y robos millonarios.

Robos y expolios millonarios

Según vecinos de Cercedilla en conversación con THE OBJECTIVE, el interior del edificio está «totalmente vandalizado». «Se han llevado las ventanas, las puertas, los tejados, los suelos de granito… Se lo han llevado absolutamente todo. Cada día pasabas y faltaba una venta, una puerta…», relatan indignados.

Según recoge el informe del Tribunal de Cuentas, los daños por expolios han ascendido al menos a 2.356.000 euros, según la valoración del propio CSIC, que no contrató un sistema de seguridad hasta noviembre de 2024 por importe anual de 156.000 euros más IVA. «No hay constancia de la contratación de un sistema de seguridad desde la resolución del primer contrato el 1 de octubre de 2015 hasta su adjudicación el 26 de noviembre de 2024 a una nueva empresa, por importe anual de 156 miles de euros más IVA».

El primer robo se produjo el 31 de agosto de 2015, con daños sufridos valorados en 915.000 euros. El 30 de mayo de 2018 la Guardia Civil detuvo infraganti a los presuntos autores de un nuevo robo. El CSIC presentó denuncia el 1 de octubre con una valoración de daños 2.356 de euros. Y el 21 de marzo de 2022 la Policía Local de Cercedilla detectó daños en los tejadillos, comunicándolo al CSIC, que el 23 de marzo, presentó denuncia de los daños sobre los hechos ante la Policía Nacional. Se presupone que la finalidad de los autores de aquellos daños era apropiarse del zinc de aislamiento de la cubierta de pizarra.

Un edificio que no quiere nadie

La concesión concluyó en enero de 2023. Sin embargo, en el condicionado del Pliego de Condiciones de la concesión administrativa, en la cláusula 10, se menciona lo siguiente: «El beneficiario será responsable de los daños y perjuicios que por deficiencia en las instalaciones, negligencia del personal a su servicio u otras circunstancias a él imputables, se ocasionen en la propiedad, personas o cosas, bien directa o indirectamente, quedando obligado consecuentemente a satisfacer las indemnizaciones correspondientes».

De esta forma, y según ha podido saber THE OBJECTIVE por fuentes cercanas al consistorio de Cercedilla, el edificio Ignacio Bolívar sigue siendo gestionado por el CSIC y el Ayuntamiento de la localidad madrileña no se hará cargo de él hasta que no esté en buenas condiciones de habitabilidad.

Según recoge el Tribunal de Cuentas, meses previos al fin de la concesión, concretamente en junio de 2022, el Ayuntamiento de Cercedilla comunicó tanto al Ministerio de Ciencia como al CSIC su descontento y malestar con el estado «deplorable» en el que se encuentra el edificio y urgió al CSIC para que tomara las medidas urgentes para que se pueda recepcionar por el Ayuntamiento en un estado óptimo de uso y habitabilidad: «El edificio se encuentra en un lamentable estado de conservación y abandono, siendo evidente la falta de los elementos más básicos para su uso y habitabilidad, como es electricidad, calefacción, fontanería, sanitarios, carpintería exterior e interior, falta de cubiertas… Hasta el punto de que el vallado perimetral, así como las puertas de acceso al edificio se encuentran en muy mal estado», denunció el ayuntamiento ante el CSIC.

En ese momento, además, el consistorio urgió al CSIC para que tomase las medidas urgentes necesarias para poder recepcionar las instalaciones en un estado óptimo de uso y habitabilidad. Al cierre de los trabajos de fiscalización, concluye el informe, «el CSIC no ha hecho efectiva la devolución de los terrenos y el edificio, que se mantienen en el mismo estado que se encontraban a fecha de finalización de la concesión».

Publicidad