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Economía

El fin de las ayudas al tabaco pone en peligro 19 millones para los agricultores españoles

Bruselas votará en noviembre el fin de las subvenciones para este fin a propuesta de la Organización Mundial de la Salud

El fin de las ayudas al tabaco pone en peligro 19 millones para los agricultores españoles

Plantas de tabaco en una explotación de Cáceres. | Federación Nacional de Cultivadores de Tabaco

Los agricultores españoles de tabaco, asentados sobre todo en Extremadura y Canarias, aguardan con preocupación la llegada del mes de noviembre. Si no hay sorpresas de última hora, la Comisión Europea votará el fin de las subvenciones a los cultivos de tabaco a propuesta de la Organización Mundial de la Salud. Una medida que supondría la desaparición del cultivo del tabaco en España, con casi 1.200 cultivadores que dejarían de percibir 19 millones de euros, según datos de Asaja.

Entre los días 17 y 22 de noviembre de 2025 se celebrará en Ginebra la COP11, la 11ª sesión de la Conferencia de las Partes del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT). El CMCT es el primer tratado internacional de la OMS. Fue adoptado por la Asamblea Mundial de la Salud (el órgano de formulación de políticas de salud de la OMS) en mayo de 2003 y entró en vigor en 2005. En este foro, 180 países debatirán y votarán nuevas políticas globales sobre productos de tabaco y nicotina. En total, 16 medidas a las que la UE ya ha dado el visto bueno y, como parte del CMCT, actúa con una sola voz junto a sus Estados miembros.

«Tradicionalmente, las posiciones comunes se han adoptado por consenso. Sin embargo, la Comisión Europea intenta imponer la votación por mayoría cualificada (QMV), lo que podría suponer una pérdida de soberanía nacional, al permitir que se impongan decisiones sin debate parlamentario ni evaluación de impacto», explican las fuentes consultadas, que aseguran que estas medidas propuestas por la OMS, con el respaldo de la UE, «no solo buscan reducir el consumo de tabaco, sino eliminar toda su cadena de valor». En el caso de España, «esto tendría consecuencias devastadoras para el empleo, la economía rural, la recaudación fiscal y la lucha contra el comercio ilícito».

Las medidas propuestas se dividen en cuatro grupos con un total de 16 propuestas a votación: suministro de tabaco, con medidas como la reducción del número de estancos, la prohibición de venta a los nacidos a partir de una fecha específica y el aumento de la edad mínima legal; estructura institucional y mercado, con el fin de todas las ayudas al cultivo de tabaco; producto, donde aparecen medidas como la prohibición de sabores y aditivos, la prohibición de filtros de cigarrillos y la reducción drástica de nicotina en productos combustibles; y cliente, con la expansión de espacios libres de humo en entornos privados/semi-privados.

Fin del apoyo al cultivo de tabaco

Una de las medidas que más preocupa a España, ya que es el cuarto país que más exporta tabaco a la UE con una cuota de mercado del 9,9%, es el fin al apoyo gubernamental a los cultivos de tabaco. Según el texto de la OMS, publicado el 29 de agosto, el fin del apoyo gubernamental al cultivo de tabaco «tiene como objetivo eliminar gradualmente el cultivo, lo que dificulta que la industria tabacalera obtenga hojas de tabaco y produzca mejores resultados para los agricultores, lo que les permite cultivar cultivos más rentables y menos explotadores mientras conservan el apoyo a sus operaciones».

La eliminación de ayudas supondría el fin de muchos cultivos, lo que se traduciría en abandono del campo y despoblación rural, sin alternativas claras. En España, el 98% del cultivo nacional se concentra en Extremadura, donde es un pilar económico y social: da sustento a más de 20.000 familias y crea 1.900 empleos directos y más de 3.000 indirectos. Además, aporta 91 millones de euros anuales al PIB extremeño. En Canarias, el tabaco ya supera al plátano como principal producto de exportación, con una aportación de 250 millones de euros anuales y más de 5.000 empleos. En la campaña de 2025, España produjo unas 23,08 millones de toneladas de tabaco.

Según explica Asaja, las ayudas agroambientales suponen 800 euros por hectárea, que suben a los 1.000 euros si se utiliza la biomasa para el secado y la eliminación de la específica región número 10, exclusiva del tabaco que afecta a casi 8000 hectáreas y que suponen 1.430 euros incluyendo la ayuda básica y la redistributiva. Si finalmente Bruselas vota el próximo mes de noviembre el fin de estas ayudas, casi 1.200 cultivadores dejarán de percibir 19 millones de euros.

En términos de cultivo, España es el segundo productor de hoja de tabaco de toda Europa y da empleo a 53.000 personas, desde el cultivo hasta la comercialización. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha mostrado su preocupación ante estas medidas y asegura que «supondrían un golpe devastador para el tejido productivo español que en la última década ha hecho una apuesta por la innovación aplicada a la reconversión a biomasa de sus secaderos, la mejora de la productividad y, más recientemente, la transformación hacia nuevos productos de tabaco calentado».

En este sentido, piden a las autoridades europeas y nacionales «que escuchen a los productores españoles y no acepten el discurso negacionista de la OMS, centrado en destruir a un sector que realiza una importante contribución al PIB de la UE, sin ofrecer ni permitir alternativas viables». «Reclamamos un diálogo real, inclusivo y respetuoso, que contemple la lucha seria contra el tabaquismo sin destruir el futuro de miles de familias», concluyen, asegurando que «medidas regulatorias prohibicionistas abren la puerta al comercio ilícito, al contrabando y a productos sin control sanitario, como ya está ocurriendo en países vecinos como Francia, Holanda y Bélgica».

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