Las hoteleras españolas apuestan por Asia-Pacífico por los bajos costes
Tras amasar beneficios extraordinarios, las cadenas invierten en el desarrollo de la región con más crecimiento potencial

Vista aérea de Bangkok, Tailandia, en una imagen de 2024. | EP
Tailandia, Malasia y Vietnam son algunos de los destinos estrella en los que confían las grandes hoteleras españolas para seguir avanzando en sus planes de expansión internacional. En estos momentos, Asia-Pacífico es uno de los mercados más interesantes del mundo para los empresarios turísticos: su rápido desarrollo, el crecimiento demográfico, los bajos costes materiales y laborales, la cercanía a China –mercado emisor en alza– y la posibilidad de diversificar han hecho de esta región una nueva tierra de oportunidades en la que conseguir buenas rentabilidades para el capital que han amasado los grupos del sector en los años posteriores a la covid, por el tirón que ha demostrado España a la hora de captar visitantes.
La cadena hotelera balear RIU, presente en Tailandia desde 2016, tiene previsto abrir el Riu Palace Phuket, en abril de 2026. En este complejo combinará la gestión con la propiedad, ya que invirtió en un solar para desarrollar el proyecto. Por otro lado, la cadena Meliá ya opera varios hoteles en Tailandia, como el Koh Samui, el Chiang Mai y el INNSiDE by Meliá Bangkok Sukhumvi. El año pasado anunció la apertura de dos nuevos resorts bajo el sello de lujo: Paradisus, que abrirá sus puertas en 2028, y el Meliá Pattaya City, estrenado hace unos meses.
Barceló también anunció recientemente su llegada a Malasia con la apertura –prevista para 2028– de un hotel de 199 suites de lujo, en este caso vehiculada a través de un acuerdo a la promotora inmobiliaria Richmond Asia. El paso anterior, su desembarco en Tailandia, lo dio con la inauguración el año pasado de su primer cinco estrellas en el país. Además, la cadena ya cuenta con establecimientos en Indonesia –donde aterrizó hace tres años–, Maldivas y Sri Lanka.
Por su parte, la española SBH se ha centrado en el potencial de Vietnam –un país con 101 millones de habitantes y una demanda turística pujante– al abrir un nuevo complejo en Hoi An, Le Belhamy Beach Resort, de 131 habitaciones, menos de un año después de la llegada de su Gloria Hue, en la playa de Vinh Thanh. NH ha dado prioridad a su Peace Resort Samui al incluirlo en su firma selecta NH Collection.
Las cadenas españolas no son las únicas que ponen por delante Asia-Pacífico en su nueva estrategia de internacionalización. La alemana TUI también ha decidido reforzar sus posiciones con nuevos proyectos hoteleros en Camboya y Malasia. Se han registrado, aunque en menor cantidad, operaciones en sentido inverso, es decir, capital asiático que apuesta por el turismo español. Uno de los casos más llamativos es el del gigante hotelero filipino Double Dragon, que prepara un gran establecimiento de 680 habitaciones en Valdebebas (Madrid) y ha rastreado la península ibérica en busca de nuevas oportunidades.
Las decisiones empresariales de los grupos hoteleros españoles no difieren de la tendencia general del turismo global. Asia Oriental y Oceanía son las regiones que experimentan mayor desarrollo, mientras que otros destinos en los que los empresarios españoles se han especializado, como el Caribe, ya están más consolidados. De hecho, Asia-Pacífico concentra la mitad de las promociones hoteleras que se están impulsando en todo el mundo actualmente: 524.000 habitaciones sobre un total de cerca de un millón estarán a punto a finales de año, según las previsiones de CoStar, el triple de actividad promotora que la registrada en Europa.
Acumulación de capital hotelero en España
La mirada de los hoteles españoles hacia oriente «se debe a la estrategia corporativa» de las cadenas, que «durante muchos años ha tenido activos locales en España que después de tres años de boom turístico hipersolvente, como parte de la política de diversificación de riesgos, es algo que amplía el porfolio en zonas emergentes para nosotros como Asia», subrayan fuentes de la intermediación hotelera. Una decisión que las compañías toman –que han pasado de una situación financiera delicada durante la pandemia a acumular ganancias– «viendo cómo van demográficamente estos países, y que serán el próximo momentum del mercado turístico, donde estarán las oportunidades».
Partiendo de este análisis, varias cadenas prefieren diversificar la actividad a través de su presencia en países a los que todavía no habían llegado y que «ofrecen un plus de rentabilidad como lo ofrecía antes el Caribe». Muchas hoteleras conseguían allí el doble de margen que en Europa porque la mano de obra y los materiales eran más baratos. Esta estrategia también constituye un seguro en el mercado de divisas, ya que una multinacional que facture en dólares, euros y bahts siempre estará más protegida ante fluctuaciones en el valor de una de las monedas.
Además, permite ampliar el porfolio de clientes: atraer a Asia a aquellos que conocen la marca por sus establecimientos en España y viceversa, algo que ya funcionó en el Caribe con los viajeros estadounidenses y que ahora podría replicarse con los chinos, que son actualmente los que más gastan por persona en nuestro país. En el sector consideran que esta nueva ronda de aperturas tendrá a su favor el boom de las nuevas tecnologías, que permitirá llevar a cabo «una expansión más consistente».
