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Economía

El teletrabajo se dispara entre los funcionarios y triplica el porcentaje del sector privado

Casi el 51% de los empleados públicos en la AGE trabajan a distancia al menos un día a la semana

El teletrabajo se dispara entre los funcionarios y triplica el porcentaje del sector privado

El teletrabajo en la Administración General del Estado ha llegado para quedarse. | Ilustración de Alejandra Svriz

El teletrabajo entre los funcionarios y personal laboral de la Administración General del Estado (AGE) alcanzó el pasado julio –último dato disponible– el 50,73%. La mayor cifra de toda la serie histórica, que comienza en noviembre de 2022. Mientras el trabajo a distancia se ha disparado en la Administración, en el sector privado no consigue remontar y se mantiene en torno al 15%. En este último porcentaje también estarían incluidos los empleados públicos.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y los que se desprenden del Informe de Seguimiento de Trabajo a Distancia en la AGE analizados por THE OBJECTIVE muestran que el teletrabajo entre los funcionarios del Estado está totalmente asentado. Sin embargo, en algunas administraciones autonómicas, como el caso de Castilla-La Mancha, es notablemente inferior.

La aplicación de teletrabajo depende de la naturaleza del puesto y de las normativas específicas de cada Administración. Hasta ahora, no existe una normativa que evite la arbitrariedad. Cada ministerio, organismo y departamento decide sobre la presencialidad sin un criterio unánime.

También los directivos

Por su parte, apenas un 7,3% de los asalariados en las empresas disfruta de más de la mitad de la jornada laboral trabajando desde su domicilio. Hay que tener en cuenta, que pese a que determinados puestos de sector público requieren presencialidad –como la atención al público–, mayoritariamente no es imprescindible.

El detalle de los informes que elabora con cierta discontinuidad el Ministerio de Transformación Digital y de la Función Pública evidencia que apenas un 25% de los funcionarios de la AGE teletrabajaba a finales de 2022. Esto sucedía después de los picos de la pandemia, que no se recogen en los informes de seguimiento. La media de 2023 se situó en el 43%. En 2024 la cifra se situó cerca del 50%, hasta que en mayo de ese año se superó ese porcentaje.

El pasado julio, hasta 90.533 funcionarios teletrabajaron. Más del 29% eran mujeres. El trabajo a distancia es protagonista entre el personal de apoyo administrativo, el personal de gestión y los mandos intermedios. Por su parte, un total de 2.744 directivos teletrabajaron en julio y coordinaron equipos desde sus domicilios.

Limitar el teletrabajo a los funcionarios

En julio de 2024, el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de ley de Función Pública de la Administración General del Estado. Este podría entrar en vigor a finales de año una vez concluyan todos los trámites. La normativa, que regulará los deberes y derechos de los empleados públicos, debería haber entrado en vigor en la anterior legislatura, pero las elecciones anticipadas frenaron su tramitación.

Uno de los puntos que ha suscitado más suspicacias entre los sindicatos de la función pública es el relativo al teletrabajo. El anteproyecto deja claro que «el teletrabajo no constituye un derecho del empleado público y está supeditado a las necesidades organizativas y del servicio». También apunta que el trabajo a distancia «tendrá carácter temporal, voluntario y reversible».

Por último, solo podrán teletrabajar aquellos empleados públicos que «ocupen un puesto de trabajo susceptible de ser desarrollado en esta modalidad», por lo que algunos profesionales, como por ejemplo sanitarios, jueces, profesores o personal militar, quedarán al margen. 

Trabajo a distancia en el sector privado

Pese a que esta modalidad ha ganado terreno en el sector privado gracias a la digitalización y, sobre todo, la pandemia, apenas afecta a 3.158.000 empleados ahora. Esto supone poco más del 15% del total de los ocupados. En buena medida ha facilitado la conciliación laboral y familiar, así como adaptar el horario en muchas ocasiones. Sin embargo, existen opiniones contrarias sobre su impacto en la productividad.

La Encuesta de Población Activa (EPA) elaborada por el INE y correspondiente al cierre de 2024, muestra que el 7,8% de las personas ocupadas en España trabajaron desde su propio domicilio durante más de la mitad de los días. Así, la cifra total de teletrabajadores habituales en nuestro país asciende a 1.692.000. A esta cifra, según apuntaba recientemente Infojobs, debe añadirse otro 7,6% de ocupados que teletrabaja de manera ocasional (1.638.000 personas).

El teletrabajo en España sigue lejos de las cotas europeas. Según los datos de Eurostat, un 9% de las personas ocupadas de la UE-27 teletrabajaron en 2024, 1,2 puntos por encima del 7,8% registrado en España. Hay que tener en cuenta que la agencia estadística comunitaria considera como teletrabajo únicamente cuando se desarrolla la tarea profesional desde el hogar más de la mitad de los días.

El debate de la productividad

El porcentaje es muy superior en Finlandia (20%) e Irlanda (21%), que son los países que lideran este ranking. España también está muy por detrás de las cifras que exhiben otros países como Bélgica, donde teletrabaja el 14% de la población ocupada, o el 13% de Suecia, Estonia, Luxemburgo y Alemania.

La consultora Robert Walters incidía recientemente en que el trabajo a distancia está más presente en países de mayor productividad. Los últimos datos de la OCDE muestran que la productividad en España ha caído un 4% desde 2018, mientras que en los países de nuestro entorno ha aumentado.

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