The Objective
Economía

El 43% de los negocios afectados por la dana ha reducido su actividad desde la tragedia

La mayoría tiene reparaciones pendientes relacionadas con el material inmovilizado, las puertas, los suelos y los techos

El 43% de los negocios afectados por la dana ha reducido su actividad desde la tragedia

Efectos de la dana en la Comunidad Valenciana.

Un año después de la dana que arrasó varios pueblos de la provincia de Valencia y se llevó por delante 228 vidas, la situación de muchos negocios de la zona sigue siendo crítica. Aproximadamente cinco de cada diez negocios situados en los municipios de la zona cero ya han recuperado el nivel de actividad previo a las inundaciones, sin embargo, cuatro de cada diez han reducido sus movimientos. Solo uno de cada diez negocios ha incrementado su actividad respecto al periodo predana. Son algunos de los datos del último informe elaborado por la Cámara de Comercio de Valencia analizado por THE OBJECTIVE.

En los trabajos de campo hechos para la elaboración de este informe se llega a la conclusión de que, en conjunto, el panorama muestra una recuperación parcial. Hay una proporción relevante de negocios que aún operan por debajo de sus niveles habituales, algunos de ellos incluso por debajo de su umbral de rentabilidad, lo que pone en peligro su supervivencia un año después del episodio de lluvias. Según el estudio, un 33,3% de los negocios de la zona reconocen haber reducido su nivel de actividad y un 9,7% asegura haberlo reducido mucho.

Reparaciones pendientes

Además, casi 365 días después de la tragedia y respecto a los daños todavía presentes, la mayoría de los negocios tienen reparaciones pendientes, según el informe. Apenas un 4,3% de los encuestados afirma no tener nada pendiente de mejorar. Estas mejoras se centran sobre todo en el material inmovilizado (mobiliario, expositores) así como en los cerramientos, las puertas, suelos y techos. Según el informe, suponen el 21% de los elementos pendientes de reparar, lo cual refleja que estos negocios están trabajando con daños funcionales persistentes desde su reapertura.

Pero no solo son daños materiales en el mobiliario y en los propios inmuebles lo que está pendiente de reparación. El stock y las mercancías que aún no han sido repuestas representan un 13% de las partidas pendientes de recuperar, lo que podría estar afectando a la oferta comercial de estos negocios. Otros aspectos como la instalación eléctrica, la cartelería, los sistemas informáticos y de climatización, las cámaras frigoríficas y los sistemas de seguridad y vigilancia presentan porcentajes menores (alrededor del 5%).

Estas cifras ponen de manifiesto, a ojos de la Cámara de Comercio, que aunque el tejido comercial ha mostrado capacidad de respuesta a las históricas riadas, los negocios afectados tienen aún una necesidad de apoyo técnico y financiero para consolidar la recuperación y evitar el deterioro prolongado de la actividad económica y social de estos municipios.

Ayudas que no llegan

El pequeño comercio ha sido el que más se ha resentido de los efectos de las inundaciones. Siete de cada diez negocios sufrieron daños graves o muy graves que les han obligado a permanecer completamente cerrados durante diez o más semanas. Respecto a las ayudas solicitadas por los dueños de los comercios afectados, aproximadamente cuatro de cada diez negocios que las han solicitado ya las han recibido.

Es decir, la mayoría aún no lo ha hecho, un año después de las terribles inundaciones. Dentro del apoyo utilizado por micropymes y autónomos afectados para afrontar las reparaciones, el informe de la cámara destaca las ayudas de la Generalitat Valenciana, las del Gobierno de España y las donaciones de empresas. Las donaciones de empresas y entidades privadas (tanto económicas como materiales) han sido, según este informe, uno de los medios para afrontar las reparaciones, especialmente durante las primeras semanas tras la dana. 

Homenaje de Roig

Durante su discurso en la inauguración del Congreso Aecoc Gran Consumo, que se celebra estos días en el Roig Arena, el presidente de Mercadona quiso una vez más expresar su solidaridad con los afectados por la dana. Al igual que hizo hace unos meses durante la presentación de resultados de la cadena de supermercados, Juan Roig subrayó la labor de los voluntarios y compartió una experiencia personal que inspiró la iniciativa Alcem-se: Roig recordó la impactante fotografía de un peluquero de la localidad valenciana de Picanya, en la zona cero de la catástrofe, que, pese a haberlo perdido todo, continuó trabajando en plena calle con una simple silla y sus utensilios.

«Esa imagen, la de un autónomo que mantiene su actividad a toda costa, me hizo reflexionar sobre el orgullo de ser empresario y sobre la obligación que tenemos de poner en valor nuestra contribución», defendió el presidente de la principal cadena de supermercados española. Por ello, animó a todos los empresarios a «salir del armario y explicar muy bien lo que hacemos porque los empresarios somos los que movemos el mundo».



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