El «ruido» y la inseguridad jurídica frenan al inversor internacional de vivienda asequible
España necesitará más de tres millones de viviendas en alquiler en los próximos años para llegar al nivel europeo

Vivienda en alquiler.
El dinero es miedoso y el ruido constante sobre la regulación en materia de alquiler de viviendas está ahuyentando a muchos inversores. Según los datos presentados en el foro Rental Housing Forum, organizado por Planner Exhibitions, el país necesitará más de tres millones de nuevas viviendas en alquiler en los próximos 15 años para acercarse a los estándares europeos y poder absorber la demanda creciente. Esto supondría una inversión estimada de 540.000 millones de euros.
Para ello es necesario atraer inversores y crear confianza. «La generación de oferta de alquiler asequible requiere un modelo que implican una relación a largo plazo, un matrimonio entre la administración y los que van a construir y gestionar el inmueble, necesitan una relación de confianza», apunta Helena Beunza, presidenta de la Asociación de propietarios de Viviendas en Alquiler (Asval) en conversación con THE OBJECTIVE.
En el marco del Rental Housing Forum, Beunza ha destacado que nadie va a poner su dinero si no tiene plena confianza en el marco jurídico y económico. «El marco como país genera confianza, pero cuando vas a un ámbito internacional no existe esta confianza en el nivel necesario. Este ruido existe y no estamos siendo capaces de apaciguarlo al ritmo necesario», añade. Por ello, según la experta, utilizar la vivienda como «pim pam pum político» lo que consigue es exactamente lo contrario «que no seamos capaces de incrementar la vivienda de alquiler asequible, que es lo que más necesita España en este momento».
Nadie invierte en Cataluña
Uno de los lugares donde se percibe más el temor de los inversores es Cataluña, tal y como aseguran diversas fuentes consultadas. «Cuando nos sentamos con inversores institucionales, todos nos dicen lo mismo, queremos invertir en hoteles, en living (residencias de estudiantes, alquiler flexible…) y en sector logístico, pero cuando es en living en España, insisten que sea solo donde no hay regulación del alquiler», apunta Antonio de la Fuente, Managing Director de Living en Colliers, en conversación con THE OBJECTIVE.
«No quieren nada relacionado con la vivienda en alquiler en Cataluña, no van a invertir ni un euro en viviendas en alquiler en lugares donde haya control de precios. Esa es la realidad», añade. «Nadie va a invertir en un país con límites al alquiler», apunta por su parte Peter Denton, de Places for People. «Estoy muy en contra de lo que ha ocurrido en Cataluña con el control de alquileres. Lo que encontramos es que la oferta de alquiler se ha reducido», señala Jaime Luque, catedrático especializado en el mercado inmobiliario y en la actualidad miembro del Consejo Asesor de Vivienda de la Comisión Europea.
Desequilibrio récord entre oferta y demanda
Los expertos reunidos en el foro han coincidido en que España se encuentra ante un desequilibrio estructural de oferta, con una cuota de vivienda en alquiler del 24,9%, frente a la media europea del 35%, y un déficit de 1,47 millones de unidades de vivienda asequible o social, 12 veces menos que la media de la UE. Según los expertos del sector, el mercado del alquiler en España afronta una presión creciente por razones demográficas y urbanas. España tiene actualmente cerca de 49,3 millones de habitantes, que en 2030 serán 52 millones. La propia Airef ha ampliado su previsión de inmigración para este año hasta las 625.000 personas este año.
España ha sumado 13,6 millones de habitantes en los últimos 50 años, y se espera que alcance los 50 millones de residentes en la próxima década, concentrándose el 80% del crecimiento en las principales provincias y áreas metropolitanas como Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. Pero el parque de viviendas no crece de la manera necesaria. A este crecimiento poblacional se suma el cambio en el modelo de hogar. El tamaño medio ha pasado de cuatro personas hace 30 años a 2,5 actuales, lo que ha incrementado la demanda de viviendas unipersonales y pequeñas.
Sin embargo, la producción de vivienda ha caído un 83% desde 2006, situándose por debajo de las 100.000 unidades anuales en los últimos 15 años. Este descenso, unido al aumento de la demanda, explica el fuerte desequilibrio entre oferta y necesidad real de vivienda en alquiler.
