La catalana Cebiotex abre una ronda de siete millones para impulsar su terapia oncológica
El CEO de la compañía, Joan Torrejón, explica a THE OBJECTIVE los planes de expansión del laboratorio

Joan Torrejón Mir, CEO de Cebiotex. | Cedida
La compañía biotecnológica Cebiotex, nacida como spin-off de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y del Hospital Sant Joan de Déu (HSJD), abrirá una nueva ronda de financiación a finales de noviembre con el objetivo de recaudar hasta siete millones de euros. La inversión permitirá completar la fase 2 del ensayo clínico de su innovadora membrana biodegradable y preparar la fase 3, paso previo a la comercialización de su terapia, prevista dentro de tres años.
El anuncio llega en un momento clave para la empresa, que en los últimos meses ha renovado su dirección con el nombramiento de Joan Torrejón Mir como nuevo CEO. Biólogo de formación y con más de 40 años de experiencia en el sector farmacéutico, Torrejón ha trabajado en compañías como UCB, Biogen, Chiesi, Esteve y Almirall, y asume el liderazgo con una misión clara: acelerar el crecimiento y llevar al mercado una tecnología que puede transformar el tratamiento del cáncer.
«Cebiotex es un proyecto único y con una misión clara: transformar el manejo y tratamiento de tumores como el cáncer de páncreas, el sarcoma o el glioblastoma», explica Torrejón a THE OBJECTIVE. «Nuestro objetivo en esta nueva fase es acelerar y poder llevar al mercado soluciones innovadoras que respondan a necesidades médicas aún no cubiertas, mejorando la esperanza y la calidad de vida de los pacientes».
Una tecnología nacida de la universidad
Fundada en 2012, Cebiotex es el resultado de una colaboración entre el mundo académico y el hospitalario. Su origen se encuentra en un proyecto de investigación desarrollado en la UPC sobre tejidos poliméricos y su aplicación en el ámbito sanitario. «Cebiotex es una empresa que ha trasladado la ciencia que se genera en la universidad a la práctica clínica», destaca Torrejón.
La compañía ha patentado una membrana biodegradable, fabricada con un material similar al utilizado en las suturas reabsorbibles. Esta tecnología permite incorporar principios activos —como fármacos de quimioterapia— que se liberan lentamente en el punto de intervención quirúrgica, evitando la reaparición del tumor. «El principal riesgo tras una operación oncológica es que queden células cancerígenas microscópicas que provoquen una recidiva», explica el directivo. «Nuestra membrana permite aplicar quimioterapia local directamente en la zona operada, liberándola de forma controlada y reduciendo la posibilidad de que el cáncer vuelva a aparecer».
Tras más de una década de desarrollo, la compañía ha completado con éxito la fase 1 de ensayos clínicos en pacientes con sarcoma, demostrando la seguridad del producto. Actualmente, trabaja en la fase 2, centrada en tumores de páncreas y cánceres pediátricos. Si los resultados son positivos, la fase 3 podría comenzar en 2026, con la expectativa de que el producto llegue al mercado en torno a 2028.
Una nueva ronda de siete millones de euros
Para hacer posible ese avance, Cebiotex abrirá su quinta ronda de financiación en dos tramos. «El primer tramo, de 2,5 millones de euros, nos permitirá avanzar hasta mediados de 2026», explica Torrejón. «El segundo, de unos 4,5 millones, cubrirá el desarrollo hasta 2028. En total, buscamos recaudar siete millones de euros».
La ronda se destinará principalmente a financiar los ensayos clínicos, preparar la fase 3 y reforzar el portafolio de nuevos productos basados en la misma plataforma tecnológica. Torrejón adelanta que la empresa está explorando nuevos compuestos oncológicos que podrían integrarse en la membrana, aunque prefiere ser prudente: «Tenemos varios productos en el radar, pero hasta que no estén más avanzados, no queremos crear expectativas falsas».
El CEO viajará próximamente a Viena para participar en la feria Bio Europe, uno de los encuentros internacionales más relevantes del sector, donde buscará nuevos inversores y socios estratégicos. Entre los potenciales interesados se encuentran family offices, fondos de capital riesgo y farmacéuticas con interés en participar en el desarrollo o licenciar la tecnología. «Nuestro trabajo es conseguir la financiación necesaria para completar con éxito el desarrollo clínico. La filantropía nos ayudó mucho al principio, pero tiene límites. Ahora necesitamos inversión para crecer y llevar esta tecnología al mayor número posible de pacientes», subraya.
Expansión internacional y empleo de alta cualificación
Aunque Cebiotex es una empresa española, su vocación es claramente internacional. «Los protocolos oncológicos son universales; el cáncer de páncreas o el sarcoma se tratan igual en España que en Estados Unidos o Japón», comenta Torrejón. «Nuestra intención es iniciar ensayos clínicos en EEUU y, posteriormente, expandirnos a mercados clave como Japón, China e India». La compañía cuenta con patentes internacionales y ha obtenido la designación de medicamento huérfano, lo que le confiere ventajas regulatorias y fiscales, además de agilizar los procesos de aprobación.
Actualmente, Cebiotex cuenta con una decena de empleados, en su mayoría doctores y expertos en biotecnología, medicina e ingeniería textil. La empresa prevé ampliar su plantilla a medida que se acerque la fase industrial y comercial del proyecto. «Para mí, la principal responsabilidad social de una empresa es generar empleo», sostiene Torrejón. «La mejor sostenibilidad que puede tener una compañía es su éxito, y ese éxito garantiza la creación de puestos de trabajo cualificados».
Una proyección de hasta 250 millones en cinco años
De cara al futuro, Cebiotex prevé alcanzar una facturación de entre 200 y 250 millones de euros en un plazo de cinco años, impulsada por la comercialización de su terapia y las posibles licencias internacionales. El propósito de Cebiotex, sin embargo, va más allá de los resultados financieros. «Somos una empresa con propósito social», concluye Torrejón, que agrega: «Queremos mejorar la salud de personas que hoy tienen una vida muy comprometida. Si además logramos generar empleo y valor para nuestros accionistas, habremos cumplido con nuestra misión de forma completa».
