Sanidad se gastó 1.700 euros en la polémica lona a favor de Gaza durante la huelga médica
El gesto provocó una profunda indignación entre los facultativos, que consideraron el despliegue una provocación

La lona propalestina del Ministerio de Sanidad.
El pasado 3 de octubre, mientras la profesión médica en España afrontaba su segunda huelga nacional contra la ministra Mónica García y su controvertido Estatuto Marco, el edificio del Ministerio de Sanidad lucía una enorme bandera palestina desplegada en su fachada principal, acompañada del lema «Stop genocidio». El gesto, de clara carga política y simbólica, provocó una profunda indignación entre los facultativos, que consideraron la acción una provocación y una distracción innecesaria en un día en el que reclamaban atención y soluciones concretas a sus demandas laborales. Mientras los médicos luchaban por mejoras en sus condiciones de trabajo, el propio ministerio parecía centrar el foco mediático en un conflicto internacional ajeno a la situación sanitaria española.
Ahora, gracias a una resolución de Transparencia obtenida tras la solicitud de un ciudadano —a la que THE OBJECTIVE ha tenido acceso—, se ha podido conocer el coste real de aquella lona reivindicativa: 1.714 euros. El documento, que hace hincapié en que la colocación de dicha lona no infringe lo dispuesto en la Ley 39/1981, de 28 de octubre, reguladora del uso de la bandera de España y de otras banderas y enseñas, «ya que fue instalada en un lugar distinto al destinado a las banderas oficiales, sin posibilidad de confusión con estas», detalla con precisión los gastos: la lona microperforada, de 830 por 550 centímetros, tuvo un coste de 964 euros; la instalación y desmontaje, otros 350 euros; el alquiler del camión grúa ascendió a 250 euros, y las bridas de sujeción al bastidor, 150 euros adicionales. En conjunto, una factura total de 1.714 euros, sufragada con fondos públicos, el mismo día en que miles de profesionales sanitarios abandonaban sus consultas para exigir que el Gobierno atendiera sus reivindicaciones históricas.
La coincidencia temporal no pasó inadvertidaa. Por entonces, mientras el Ministerio de Sanidad se implicaba simbólicamente en el conflicto palestino-israelí, en Oriente Próximo Israel interceptaba la flotilla de activistas que anunciaba llevar ayuda humanitaria a Gaza. En paralelo, en España, los médicos, enfermeros y personal sanitario salían a las calles para pedir mejoras laborales básicas, como la voluntariedad de las guardias, la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales y la creación del grupo A1+, una categoría profesional que reconozca las particularidades y exigencias de su trabajo. Para muchos de ellos, la bandera colgada en la fachada ministerial fue un símbolo del desdén institucional: mientras ellos reclamaban condiciones dignas, el ministerio parecía más preocupado por gestos políticos y posicionamientos ideológicos que por escuchar y atender a quienes sostienen el sistema sanitario.
El Ministerio de Sanidad contra el genocidio. pic.twitter.com/6vQkOJM3XS
— Mónica García (@Monica_Garcia_G) October 3, 2025
Nueva llamada a la huelga: cuatro días de paros
Ante la falta de respuesta por parte del ministerio, el Comité de Huelga ha acordado nuevas acciones dentro de su campaña de movilizaciones para mostrar «el rechazo unánime de la profesión al borrador de Estatuto Marco» que pretende aprobar Sanidad. Después de los dos paros nacionales del 13 de junio y el 3 de octubre, el Comité de Huelga ha decidido incrementar su presión sobre departamento de Mónica García con cuatro días de huelga en diciembre (9, 10, 11 y 12).
Además, la Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA) también han decidido convocar para el próximo 15 de noviembre una nueva marcha en Madrid que comenzará en el Congreso de los Diputados y finalizará frente al Ministerio de Sanidad, y han intensificado también las reuniones informativas a los profesionales en los centros de asistencia sanitaria para recomendar «la renuncia a realizar toda actividad voluntaria que exceda de su jornada laboral».
Por si esto fuera poco, el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) se suma a la huelga médica para apoyar a sus colegas con la «correspondiente convocatoria de paros académicos» en las facultades en las que se curse el grado de Medicina para, así, secundar la «lucha» impulsada por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato Médico Andaluz (SMA).
Ahora los facultativos se preguntan con qué bandera, insignia o simbología hará frente el ministerio a las nuevas jornadas de paro convocadas para diciembre. La sensación generalizada entre los profesionales es la de un «profundo desencanto» con una administración que, lejos de atender las reivindicaciones que arrastran desde hace años, parece más centrada en los gestos políticos y en la comunicación simbólica que en dar soluciones reales a la crisis del sistema sanitario. Mientras el Gobierno busca proyectar una imagen de compromiso social e internacional, los médicos denuncian que la sanidad pública se desangra por la precariedad, la sobrecarga asistencial y la falta de reconocimiento profesional.
