Solo el 1% de las empresas eleva sus beneficios y apenas un 11% logra un aumento de las ventas
Empeora la situación de las compañías españolas en el tercer trimestre, en especial la de las pymes

Monedas y billetes | Europa Press
Solo un 1% de las empresas españolas declara haber elevado sus beneficios en el tercer trimestre del año en términos netos. Una situación que ha empeorado con respecto al segundo trimestre, cuando el porcentaje de compañías que señalaba que sus ganancias era del 7%. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el Banco Central Europeo (BCE) en la última encuesta sobre el acceso a la financiación de las empresas de la zona euro, en la que ha preguntado sobre la evolución de la situación económica y sus condiciones de acceso al crédito entre julio y septiembre.
El documento, consultado por THE OBJECTIVE, refleja que la realidad es más compleja para las pymes que para las grandes sociedades, ya que estas últimas están teniendo una mejor evolución. Así, señala que el porcentaje de firmas con mayor tamaño en las que se incrementó los beneficios fue superior al número que sufría descensos en esta partida. En cuanto a las pequeñas y medianas empresas, indica que «continuaron declarando mayoritariamente una caída de los resultados, con un porcentaje neto del -7%, cinco puntos más negativo que en el trimestre anterior».
Todas estas conclusiones llegan en un momento en que la coyuntura parece positiva. La economía crece por encima de la europea, aunque presenta ligeros descensos, la bolsa cotiza en máximos históricos y muchas multinacionales están publicando ganancias nunca vistas, entre ellos los principales bancos, como Santander, BBVA y Caixabank.
La realidad que viven cada día el conjunto de las empresas, de acuerdo con la encuesta del BCE, no es tan favorable como podría parecer. Detrás hay dos motivos. Por un lado, apenas un 11% de las compañías logró aumentar sus ventas en los meses de verano, un porcentaje doce puntos inferior al de los meses previos. Por otro, los costes, tanto laborales como de otro tipo, siguen siendo elevados, aunque tienden a la baja. Un 35% de las firmas respondió que ha visto un crecimiento en sus gastos.
Los resultados extraídos por el organismo comunitario se basan en la consulta a casi 1.500 empresas en la que se destaca que «el proceso de desendeudamiento habría continuado», aunque a un ritmo menor. La proporción de compañías en descenso en su ratio de préstamos y otras cargas sobre los activos es del 4% frente al 18% previo. La bajada se concentra en el segmento de pymes, ya que en las grandes se ha registrado el primer repunte desde 2020.
La encuesta del BCE aborda las necesidades bancarias del tejido industrial y empresarial. En el caso español, se mantuvieron prácticamente estables en el tercer trimestre. «La disponibilidad de préstamos bancarios continuó mejorando, pero lo hizo a un ritmo menor», reseña el documento de conclusiones. De acuerdo con los datos extraídos, un 10%, en términos netos, informó de una mejoría en este aspecto, cuatro puntos porcentuales menos que en la edición anterior.
Las empresas observaron un efecto positivo en la mayoría de los factores que afectan a la oferta crediticia, si bien en casi todos los casos los porcentajes fueron más reducidos que el trimestre previo. En particular, destaca «el impacto favorable asociado al historial crediticio de las empresas, señalado por un 18% en términos netos, y la mayor disposición de las entidades bancarias a otorgar préstamos, percibido por un 11% de compañías». «En sentido contrario, un porcentaje neto del 9% de las empresas siguieron considerando que las perspectivas económicas generales dificultaban el acceso al crédito, si bien este valor es, en términos históricos, reducido».
El desglose por tamaños pone de manifiesto, según el BCE, que tanto las pymes como las grandes empresas perciben una mejoría de la disponibilidad de préstamos bancarios. «La proporción de empresas españolas que solicitaron préstamos bancarios se redujo en 12 puntos porcentuales, hasta situarse en un 17%, descenso que se debe tanto al aumento del porcentaje de compañías que disponían de suficientes recursos propios para atender a sus necesidades como, en menor medida, al incremento de las que no solicitaron crédito bancario por pensar que no se lo iban a conceder [demanda desanimada], que pasó de un 2% a un 3%». Este último factor, a juicio del organismo, es también la principal razón que explica el crecimiento en el indicador de obstáculos para obtener préstamos bancarios, que aumentó un punto y medio en el tercer trimestre de 2025, hasta situarse en un 4,6%, nivel que no obstante puede considerarse reducido.
El incremento también obedece, aunque en menor medida, al ligero aumento del porcentaje de rechazo, que creció medio punto porcentual, hasta el 1%, según describe la institución monetaria, que manifiesta que el incremento de las dificultades para obtener préstamos se observó exclusivamente en las pymes, ya que en las empresas grandes este indicador se mantuvo sin cambios significativos.
