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Economía

Los españoles dejan de ser el mayor inversor en Letras del Tesoro tras deshacerse de un 26%

Los ciudadanos recortan en 12 meses la cartera que acumulan en este tipo de deuda pública en 7.366 millones

Los españoles dejan de ser el mayor inversor en Letras del Tesoro tras deshacerse de un 26%

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo. | EP

Los ciudadanos españoles han ido deshaciendo poco a poco su posición en Letras del Tesoro y han dejado de ser claramente los mayores inversores de este producto de deuda pública. La cartera en manos de los particulares se ha reducido algo más de una cuarta parte de los máximos del verano pasado debido a una menor apuesta en nuevas emisiones y a los vencimientos de las lanzadas en meses anteriores.

Los últimos datos del Tesoro Público, recabados por THE OBJECTIVE reflejan el constante desinterés de las familias por las letras desde mediados del año pasado. Han disminuido su exposición en 7.366 millones desde agosto de 2024 y suman ya solo 20.082 millones. El ajuste, por tanto, alcanza el 26,8% desde entonces.

Los esfuerzos realizados por el Gobierno para que los españoles sigan comprando letras y extiendan su inversión a otros tipos de deuda pública (bonos u obligaciones) están sirviendo de poco, ya que no solo no están recortando la tenencia de las primeras, sino que no están adquiriendo los productos financieros alternativos puestos en circulación por el Estado.

A finales del año pasado, el organismo dependiente del Ministerio de Economía lanzó una campaña publicitaria para atraer a los ciudadanos hacia la deuda pública. Pero ha fracasado en el intento. Los hogares están acudiendo a depósitos a plazo, pese a los recortes de los tipos, y a fondos de inversión, que suelen conllevar una mayor rentabilidad si existe un cierto riesgo.

La reducción en Letras del Tesoro empezó a evidenciarse a la vuelta del pasado verano y se ha mantenido desde ese momento, lo que ha supuesto que los minoristas hayan dejado de ser los grandes inversores. Llegaron a acumular un 37,7% del total. Ahora, apenas un poco más del 20%. Aun así, son los segundos principales tenedores, una vez que han sido superados con creces por la comunidad extranjera, que ha tomado el relevo.

Los no residentes han elevado su cartera en esta deuda pública desde agosto de 2024. En 12 meses han aumentado su posición en 13.836 millones, lo que representa una subida del 81%. Tienen 30.831 millones, es decir, el 39% del total en circulación, algo más de 79.200 millones.

El boom de las letras comenzó a principios de 2023, cuando las principales entidades del país habían decidido no trasladar las subidas de los tipos a los depósitos. Muchos españoles se agolparon a las puertas del Banco de España para hacerse con esta deuda nacional y colapsaron la web del Tesoro Público. La burbuja empezó a decaer en verano de 2023, cuando los bancos más importantes empezaron a abonar más por las imposiciones a plazo ante las presiones del Gobierno.

Las empresas, y también los particulares, han recortado su participación en las subastas del departamento dependiente del Ministerio de Economía hasta disminuir su peso a menos del 5% del total. Las compañías aseguradoras también han recortado cerca de la mitad su cartera. Pero los bancos, al igual que los inversores foráneos, han elevado su posición en las Letras del Tesoro, aunque con mucha menos intensidad. Cuentan con casi 10.000 millones (12,5% del total). Esta cantidad es de unos 3.000 millones más que en agosto del ejercicio pasado.

En épocas de política monetaria normalizada y de situación económica estable, las familias han atesorado de media unos 2.000 millones. Así ocurrió en el primer decenio del presente siglo. Desde la crisis financiera, su adquisición fue menguando, hasta que entre 2017 y 2021 llegó a ser nula o prácticamente nula por los tipos de interés negativos.

Ahora, con unos intereses que han descendido y ya se encuentran estables, la inversión de los ciudadanos de a pie se ajusta. Se prevé que siga esta tendencia a la baja. Las tasas que ofrecen rondan el 2%, muy similar a lo que pagan los bancos por los depósitos con vencimiento tras los ajustes llevados a cabo con motivo de las bajadas continuas del precio oficial del dinero por parte del BCE, en torno a un 2%. Se prevé que los tipos oficiales se mantengan en los niveles actuales, al menos hasta principios de 2026, por lo que el rendimiento de las Letras del Tesoro y de las imposiciones a plazo no variará significativamente.

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