Los turistas de alquileres vacacionales gastaron 5.500 millones de euros en pueblos pequeños
La implantación de viviendas turísticas en zonas rurales constituye una oportunidad

Turismo rural.
En apenas dos años, un total de 673 municipios rurales (de menos de 10.000 habitantes) o muy rurales (pueblos con menos de 5.000 habitantes, alta tasa de envejecimiento y bajo crecimiento poblacional), han pasado a tener al menos una vivienda turística. De ellos, el 73% no disponían en 2022 de oferta turística tradicional, un porcentaje que crece hasta el 78% en los muy rurales, según los datos del informe El alquiler de corta duración como revitalizador de la España rural, elaborado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) y analizado por THE OBJECTIVE.
Según este exhaustivo informe, los 1,8 millones de turistas que visitaron municipios de menos de 10.000 habitantes durante el año pasado y se alojaron en alquileres de corta duración tuvieron un impacto positivo en forma de gasto en esos municipios. Muchos de estos municipios de la llamada España vacía ven el turismo y la apertura de viviendas de alquileres de corta duración en estos entornos como una oportunidad para la reactivación económica de los mismos.
Los turistas nacionales contribuyeron con 1.690 millones de euros a la economía local de esos municipios, mientras que los turistas internacionales lo hicieron en casi 3.874 millones de euros. Es relevante que, pese a representar un porcentaje similar de los flujos turísticos, los turistas extranjeros constituyen más de dos tercios del gasto total por turismo en estas zonas. Esto muestra el potencial del turismo internacional para revitalizar los municipios rurales. Con la suma de ambos, los turistas en alquileres de corta duración en municipios con menos de 10.000 habitantes gastaron 5.563 millones de euros. Una cantidad nada desdeñable que además, en su mayoría, en comercios locales.
Comercios locales
El informe de AFI también desagrega el gasto que hacen los turistas que optan por los alquileres de corta duración en diferentes partidas de gasto. Según estos datos, se puede observar como, más allá del gasto en transporte y en el propio alojamiento, estos viajeros dejan una huella económica relevante en los comercios locales que asciende a 3.200 millones de euros al año. A causa de estos alquileres de corta duración, los municipios de menos de 10.000 habitantes reciben en España 1.100 millones de euros de gasto en restauración, cerca de 900 millones de gasto en actividades de ocio y 1.200 millones en otros gastos, mayoritariamente dedicados a comercio minoritario.
La oferta y el aumento de este tipo de opciones de alojamiento turístico se antoja clave en zonas rurales y muy rurales, tal y como aseguran los autores del informe, ya que la mayoría de los municipios rurales no tienen alojamientos turísticos tradicionales. De hecho, cerca del 75% de los pueblos muy rurales no disponen de ningún hotel, apartamento o similar. Es decir, no solo existen pocos alojamientos de este tipo en la España rural, sino que estos se concentran en los municipios más turísticos.
Pero en los últimos años, fundamentalmente tras la pandemia y con la proliferación de plataformas de alojamiento, esto está cambiando. Las viviendas turísticas no solo se encuentran más extendidas en zonas rurales que la oferta turística tradicional, sino que experimentan un crecimiento significativo. Si en 2020 había apenas 7.000 viviendas, en 2024 se alcanzaban las 11.000, según el informe.
Airbnb invertirá 40 millones
El informe de AFI establece que los alojamientos de este tipo en zonas rurales recibieron en España a 13 millones de turistas el año pasado. Esta cifra se divide en 5,9 millones turistas nacionales y cerca de 7,1 millones de turistas internacionales. Unas cifras que la plataforma Airbnb cree que pueden ampliarse y genera así, además, una descongestión en las zonas turísticas excesivamente saturadas.
Por ello, han anunciado que van a invertir 50 millones de dólares (algo más de 40 millones de euros) en los próximos tres años para potenciar este tipo de turismo. El programa busca capitalizar el potencial de la plataforma para dispersar el turismo en España e impulsar el desarrollo económico de las comunidades locales, la desestacionalización del turismo y la revitalización de las zonas rurales, con la oferta de un modelo que beneficia directamente a los vecinos de estas localidades y al pequeño comercio y negocios locales.
Una parte clave de la iniciativa se dedica a la promoción de destinos rurales menos conocidos y al fortalecimiento del tejido asociativo rural a través de colaboraciones estratégicas.
