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Economía

Sanidad gasta 136 millones en el último medicamento para dejar de fumar

El 89% de los médicos opina que los tratamientos disponibles para dejar el tabaco no funcionan

Sanidad gasta 136 millones en el último medicamento para dejar de fumar

Un hombre fumando en la calle. | EP

El Ministerio de Sanidad ha gastado 136 millones en citisina (Todacitan®), el último medicamento financiado por la sanidad pública para dejar de fumar. Así se desprende de una resolución de Transparencia tras la pregunta de un particular a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. Del documento se desprende que, desde su financiación (febrero de 2023), la Administración ha dispensado 1,2 millones de este tratamiento que promete ayudar al fumador a dejar el hábito en menos de un mes.

En 2023 (febrero-diciembre), la sanidad pública dispensó 480.090 envases de Todacitan, lo que se traduce en 55,6 millones; en 2024, 493.172 envases, lo que supuso un gasto de 54.7 millones; y en 2025 (enero-junio), 235.132 envases por 26.1 millones. La suma total eleva la cifra a 136 millones, y más de un millón de tratamientos. Los datos proceden del Sistema Nacional de Salud, «que realiza una recopilación de toda la información relacionada con las cifras de facturación de recetas médicas en oficinas de farmacia», precisa el texto.

En España, la Seguridad Social financia actualmente cinco medicamentos para dejar de fumar: bupropión (Zyntabac), vareniclina (genérico de Champix), citisina (Todacitan y Recigarum) y los parches de nicotina (Niquitin Clear). Estos se dispensan mediante prescripción médica en los centros de salud. No obstante, a diferencia de los parches o chicles de nicotina, Todacitan no introduce nicotina en el organismo, sino que bloquea su acción, disminuyendo progresivamente la dependencia y aliviando los síntomas de abstinencia. Su mecanismo facilita un abandono más controlado del tabaco, reduciendo el riesgo de recaídas.

Según estudios clínicos, su eficacia es comparable a otros tratamientos farmacológicos, como la vareniclina (Champix) o la terapia de reemplazo de nicotina. Sin embargo, Todacitan destaca por su menor duración de tratamiento, ya que su pauta se completa en solo 25 días. El número de comprimidos por día varía según la etapa del ciclo en la que se encuentre el afectado, y van desde seis pastillas los tres primeros días, hasta dos dosis los cinco últimos. El fumador debe dejar de fumar como tarde en el quinto día de tratamiento, ya que, de lo contrario, deberá interrumpirlo y reanudarlo dos o tres meses después.

Otro aspecto llamativo de este medicamento es que, para realizar la prescripción del mismo, es necesario que el paciente esté incluido en un programa de apoyo de deshabituación tabáquica. Este suele dividirse en seis fases, y el tratamiento con citisina se da en las dos centrales, en las que se lleva a cabo la preparación por parte del paciente para dejar de fumar (tomar la decisión de dejar el tabaco y recibir terapia individual o grupal) y la acción, que consistiría en iniciar una nueva etapa con ayuda de un tratamiento farmacológico.

Nueve de cada diez médicos critican los tratamientos antitabaco

No obstante, el 90% de los médicos consideran insuficientes las estrategias actuales para dejar de fumar. Así se recoge en el informe Tabaquismo y Atención Primaria en España: ¿por qué las estrategias actuales no bastan?, estudio realizado por LECA que recoge la visión de 250 médicos de atención primaria, avalado por la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (Seorl-CCC) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).

Según el estudio, el 73% de los médicos consideran que gran parte de sus pacientes fracasan al intentar dejar de fumar. Además de la falta de información y formación de los profesionales, el documento también considera limitada la eficacia de los tratamientos disponibles. El 89% opina que no funcionan. España cuenta con una de las prevalencias de fumadores más alta de Europa. Este estudio, primero en España entre médicos de atención primaria, analiza las respuestas y sugiere mejoras dirigidas a administraciones y poderes públicos.

A su vez, el 87% reconoce no tener suficiente conocimiento sobre medidas complementarias (vapeadores, tabaco calentado, bolsas de nicotina) y el 83% considera que el colectivo médico, en general, no está suficientemente informado sobre estrategias empleadas en otros países que están consiguiendo reducir en mayor medida sus tasas de tabaquismo.

Ocho millones de fumadores diarios

Según precisan los autores del estudio, el tabaquismo sigue siendo uno de los principales problemas de salud pública en España, con «más de ocho millones de fumadores diarios» y «más de 22.000 muertes anuales por cáncer de pulmón, cuatro de cada cinco atribuibles al consumo de cigarrillos».

A pesar de la disponibilidad de terapias farmacológicas y programas de cesación tabáquica, señalan que las tasas de éxito a largo plazo «no superan el 25%», lo que genera «preocupación» en la comunidad médica ante la falta de resultados y el impacto sanitario y económico que esto supone. España, según indican, ha avanzado en los últimos años, pero sigue teniendo una de las prevalencias de fumadores más altas de Europa, con casi un 24%, según el Eurobarómetro.

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