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Economía

Tenerife y Mallorca pierden plazas de avión tras los retrasos en las ayudas del Gobierno

A la demora en los pagos de la subvención a los vuelos de residentes insulares se suman las protestas antiturismo

Tenerife y Mallorca pierden plazas de avión tras los retrasos en las ayudas del Gobierno

Aviones estacionados en el aeropuerto de Tenerife Sur en una imagen de archivo. | Aena

El invierno que se aproxima plantea un desafío inédito para los destinos insulares españoles. Tanto Tenerife como Mallorca se enfrentan a una reducción de plazas aéreas programadas debido a una combinación problemática: los retrasos del Estado en el pago de las ayudas al transporte de residentes y otros factores vinculados al comportamiento del turismo en ambos territorios.

En Baleares, los datos son especialmente preocupantes. Para la temporada de invierno 2025-2026, la oferta de asientos caerá respecto al año anterior pese a que, en el conjunto del país, la programación aérea crece. Las aerolíneas justifican esta decisión en la falta de seguridad financiera que generan los impagos del Estado relacionados con el descuento del 75 % para residentes. Los datos de Aena reflejan un descenso del 1,3% en las plazas programadas en el aeropuerto de Tenerife Sur, mientras que el de Palma registra una reducción del 1,5%, situándose en ambos casos en cerca de 7,5 millones de pasajeros, mientras que otros destinos como Madrid, Málaga o Barcelona sí esperan crecimientos.

La deuda acumulada por el Gobierno con las compañías que aplican esta bonificación supera ya los 800 millones de euros y podría ir a más si no se corrigen los mecanismos presupuestarios. Las empresas y patronales consideran que esta situación pone en peligro la conectividad aérea con las islas y subrayan que la falta de liquidez puede obligarles a recortar rutas y capacidad en los meses de menor demanda.

Las compañías revisan su programación de invierno ante la presión de costes, la incertidumbre sobre el cobro de las ayudas y la mayor rentabilidad de otros destinos en temporada baja. En un territorio en el que la movilidad y el turismo dependen casi exclusivamente del avión, cualquier descenso en la oferta se traduce en un impacto económico directo.

En el caso de Mallorca, al problema presupuestario se añaden otros factores que pueden haber influido en la decisión de algunas compañías. Durante el verano de 2025 se produjeron grandes manifestaciones contra el turismo masivo, que generaron un debate intenso sobre el modelo económico del archipiélago. Aunque las protestas reflejan un malestar social más que una caída inmediata de la demanda, el clima de rechazo puede haber erosionado la imagen del destino y contribuido a la revisión de rutas en invierno.

La evolución turística reciente muestra señales mixtas. En Baleares, aunque el flujo de visitantes se mantiene elevado, algunos indicadores, como el gasto en actividades complementarias, que ha caído de forma generalizada en varios destinos, ya daban síntomas de enfriamiento.

En Canarias, por el contrario, los primeros meses de 2025 registraron un crecimiento sólido en llegadas y gasto turístico. Sin embargo, la reducción de plazas aéreas podría frenar esta tendencia, especialmente en temporadas tradicionalmente más frágiles como la de invierno.

Las administraciones, patronales turísticas y aerolíneas comparten esta preocupación: menos plazas aéreas significa menor llegada de turistas, mayores dificultades para la movilidad de los residentes y, en última instancia, un riesgo real para la competitividad de ambos destinos. Y, ante esta situación, crece el temor a que el problema se cronifique si no se revisa la financiación del sistema de bonificaciones.

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