The Objective
Economía

La falta de vivienda en España pondrá en peligro el crecimiento de la economía antes de 2027

Funcas advierte del efecto que tendrá sobre la población extrajera, y en consecuencia sobre la movilidad laboral

La falta de vivienda en España pondrá en peligro el crecimiento de la economía antes de 2027

Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda, en una intervención en el Congreso de los Diputados. | Eduardo Parra/ Europa Press

Apenas quedan unos días para finalizar el año y las grandes instituciones de estudios económicos analizan las perspectivas a corto y medio plazo. En ellas, España pierde vigor, entre otras razones, por la moderación del turismo, de la inversión pública, del consumo privado y del fin de los fondos Next Generation. También, debido al shock demográfico, podría ir perdiendo vigor dadas las persistentes dificultades para encontrar vivienda en los territorios más dinámicos. Las recientes estimaciones del Banco de España hablan de un déficit actual de 700.000 viviendas.

El último Cuaderno de Información Económica de Funcas —abordando como tema genérico El gran reto de la sostenibilidad fiscal— da un espacio relevante al estudio hecho por los investigadores Raymond Torres, María Jesús Fernández y Fernando Gómez Díaz en el que plantean que, más allá de que el ciclo expansivo esté perdiendo su motor externo, el crecimiento solo se sustenta en la demanda interna. Sostienen que uno de los condicionantes para el desarrollo de nuestra economía, es la escasez de vivienda que hay en nuestro país, dificultando la posibilidad de encontrar un hogar en el que vivir para la población extranjera, lo que afectará a nuestra productividad.

El artículo El ciclo expansivo de la economía española: condicionantes y perspectivas hasta 2027 plantea un problema sustancial, puesto qur «la incorporación de nueva fuerza laboral extranjera es el factor que explica el 65% del empleo que se ha creado en España en el último trienio».

Menor crecimiento de la población extranjera

Este estudio de Funcas —examinado por THE OBJECTIVE—, parte de la hipótesis de una ralentización de la inmigración en los próximos años que, como resaltan los investigadores de este think tank, se explica en buena medida por la dificultad de encontrar una vivienda. En consecuencia, estiman que la población activa extranjera aumente en 875.000 personas durante el trienio 2025-2027, frente a 1.080.000 en el trienio precedente.

A pesar de ello, y gracias al efecto tractor de este año, consideran que el PIB avanzará todavía un 1,9% en 2026, tres décimas más que en la anterior previsión. Además, la demanda interna se mantendrá como el principal motor, con una aportación al PIB de 2,1 puntos, frente a una detracción del sector exterior de 0,2 puntos.

Pero el consumo privado moderará su vigor, en consonancia con el menor impulso de la población activa y ante las persistentes dificultades para encontrar una vivienda en los territorios más dinámicos. Asimismo, el estudio sostiene que la inversión se resentirá del fin anunciado de los fondos europeos, una tendencia que se compensará en parte por el segmento de la construcción.


Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda, en la última sesión de control parlamentario, junto al ministro de Política Territorial y Memoria Dcrática, Ángel Víctor Torres. Foto: Eduardo Parra / Europa Press.

Déficit habitacional

Preven un crecimiento del PIB del 1,7% en 2027, valor todavía superior a la media europea, pero ya cercano al potencial de la economía española. Este resultado procede del debilitamiento de algunos factores que han impulsado el ciclo expansivo, como el turismo, la expansión fiscal y el crecimiento poblacional. Sin embargo –apostillan— permanece la situación saneada del sector privado, tanto en términos de competitividad como de deuda, y la posición superavitaria de las cuentas externas.

Sin embargo, Funcas insiste que «la recuperación de la inversión en construcción de vivienda que se vislumbra, apenas bastará para empezar a reducir el déficit habitacional a partir del próximo año, ya que, el resultado es que, de no incrementarse la oferta a un ritmo mayor de lo previsto, la escasez de vivienda constreñirá la movilidad laboral y el crecimiento a medio plazo, además de afectar gravemente los equilibrios sociales».

El nubarrón de la inversión privada

Otro de los nubarrones que se cierne sobre nuestro PIB es el comportamiento de la inversión privada en el periodo pospandemia que, para Funcas, es claramente «decepcionante y, más aún en un contexto de cuantiosas ayudas procedentes de los fondos Next Generation y del dinamismo de la economía nacional». La prueba es que España tiene uno de los resultados más discretos de entre los países de la UE para los que existen datos —entre los cuales hay enormes divergencias, con una caída de la inversión empresarial real, por ejemplo, del 11 % en Alemania, y un crecimiento del 41 % en Grecia—.

Funcas reconoce que aunque no existe información sobre la composición por tipo de activo de la inversión de cada sector institucional, las cifras mencionadas apuntan a que «la reducción de la inversión empresarial con respecto al nivel prepandemia es el resultado de una caída de la materializada en bienes de equipo y, al mismo tiempo, un importante crecimiento en la materializada en productos de la propiedad intelectual. Y, esta evolución tan dispar podría ser interpretada como un giro de las empresas hacia procesos productivos más digitalizados o el inicio de un cambio sectorial de la economía hacia actividades con mayor contenido tecnológico».

Pero «el fuerte crecimiento de la inversión en productos de la propiedad intelectual, está muy relacionado con ciertas ayudas procedentes de los fondos europeos (kit digital, etc.), de modo que tendría, en gran medida, un carácter temporal».

Publicidad