Los jóvenes no quieren ser ingenieros: las matriculaciones se hunden un 33% en 20 años
La tasa real de abandono de los estudios de Ingeniería se mantiene en niveles próximos al 50%

Jóvenes estudiantes.
Los jóvenes españoles ya no quieren ser ingenieros. Desde el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas han presentado el extenso informe Análisis de los estudios universitarios en Ingeniería 2025, dónde dan la voz de alarma sobre esta situación. En esta edición, la tercera que hacen, los ingenieros profundizan en la evolución de las vocaciones, las titulaciones y el número de matriculados y egresados, y dan datos alarmantes. Por un lado, se mantiene el descenso estructural de las vocaciones. Desde 2002-2003 el número de estudiantes de Ingeniería ha caído un 33%, y su peso relativo sobre el total de matriculados universitarios continúa reduciéndose: se sitúa en el 16,98%, apenas dos puntos por encima del inicio de la serie histórica en 1985-1986.
Son datos que, según José Antonio Galdón Ruiz, presidente del Instituto de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos de España (INGITE), deberían llevar hacia una «reflexión profunda». En este detallado informe también «se observa un dato especialmente preocupante» y es la tasa real de abandono en los estudios de Ingeniería, que se mantiene en niveles próximos al 50%, «lo que agrava todavía más la escasez de egresados y exige una intervención decidida para mejorar la orientación, la metodología docente y los sistemas de apoyo al estudiantado».

Asimismo, los estudiantes que han terminado y aprobado todos los estudios de una titulación en Ingeniería apenas representan el 7,54% del total, «una cifra que evidencia una insuficiencia crítica para el relevo generacional y para atender la demanda creciente de perfiles tecnológicos especializados», apunta Galdón Ruiz.
Relación con la productividad
Con estas cifras, el informe refuerza la urgencia de una Ley de la Ingeniería que ordene la profesión y proteja a estudiantes, empresas y administraciones, explica la asociación. Un descenso en este tipo de carreras que los expertos consultados por THE OBJECTIVE relacionan directamente con uno de los males que arrastra desde hace tiempo la economía. La productividad en España es inferior a la de la media de la eurozona y la UE, y es significativamente más baja que la de países como Alemania y Francia. La persistente baja productividad de la economía no puede explicarse únicamente por factores coyunturales o por el peso tradicional de sectores de bajo valor añadido.
Cada vez más expertos apuntan a un problema de fondo: la insuficiente disponibilidad de perfiles técnicos capaces de impulsar innovación, digitalización y desarrollo industrial. Y en este punto emerge esta tendencia preocupante que se ha consolidado en las últimas dos décadas: la caída sostenida del número de estudiantes de Ingeniería. La relación entre ambos fenómenos es directa: sin ingenieros suficientes, España innova menos, automatiza menos y compite peor. Mientras otros países europeos fortalecen sus ramas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) para responder a la transformación digital e industrial, España avanza en sentido contrario, con un número de titulados en Ingeniería insuficiente para cubrir la demanda empresarial y sostener un relevo generacional ya crítico.
Según los expertos, una economía sin suficientes ingenieros es una economía con menor capacidad de producir valor, más dependiente del exterior y con mayores dificultades para elevar su productividad. Otro de los problemas que se señalan es precisamente la diferencia, cada vez más elevada, entre la exigencia del mundo real, del mundo empresarial y la realidad de las universidades. Una cuestión, que los ingenieros consideran que hay que atajar desde las etapas educativas más tempranas, ya que revertir esta tendencia «exige políticas educativas decididas, una orientación clara hacia las ramas tecnológicas y un esfuerzo colectivo para prestigiar la Ingeniería como pilar de desarrollo económico», apuntan desde el sector.
Más títulos sin operatividad
El informe del Instituto de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos de España evidencia otro fenómeno de creciente impacto en el sector y es el exceso de estudios que no habilitan realmente para ejercer la profesión. En titulaciones de Grado en Ingeniería, el 53% no otorgan atribuciones profesionales. Por ello, Ingite alerta de que esta expansión, en muchos casos desvinculada de las necesidades del sistema profesional y productivo, «genera confusión entre los estudiantes y merma la garantía de calidad y seguridad que requieren las profesiones reguladas de Ingeniería».
