Uno de cada tres quirófanos del sistema público catalán está en hospitales privados
La región de Illa concentra el 58% de la dotación hospitalaria del SNS en centros privados vinculados a la red pública
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa durante el acto oficial de inauguración del nuevo edificio del Hospital Evangélico de Barcelona. | EP
El 36,3% de todos los quirófanos del Sistema Nacional de Salud (SNS) catalán se encuentran en centros hospitalarios privados vinculados al SNS. Esto es: uno de cada tres quirófanos del sistema público catalán depende de un gestor privado. Así se desprende del informe elaborado por el Ministerio de Sanidad sobre la penetración de la sanidad privada en nuestro país, que concluye que Cataluña concentra más de la mitad de la dotación hospitalaria del SNS en centros privados vinculados a la red pública.
El extenso informe, titulado Evaluación de la sanidad privada en el sistema sanitario de España, pone de manifiesto la gran dependencia de la red sanitaria pública catalana del sistema privado, que podría verse afectada con la Ley de Gestión Pública y de Integridad que el Ministerio de Sanidad quiere aprobar a principios de 2026. Una normativa que, según la propia ministra del departamento sanitario, Mónica García, no prohibirá las colaboraciones público-privadas, pero sí las limitará. El anuncio sobre esta ley coincidía con el escándalo del Hospital de Torrejón (Madrid): «Con la nueva ley no se permitirá el modelo de Torrejón», decía la ministra en una entrevista reciente en la que alertó de la «connivencia» de algunos grupos hospitalarios privados y la sanidad pública madrileña.
Sin embargo, según el propio informe del Ministerio de Sanidad, si hay una comunidad que por excelencia depende del sistema sanitario privado es Cataluña, donde gobierna el Partido Socialista. Como ya se ha indicado, el 36,3% de todos los quirófanos del SNS catalán depende de un gestor privado, frente al 5,5% de la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana o el 0,5% de Castilla y León.
Situación parecida ocurre con el resto de las dotaciones de los hospitales pertenecientes al SNS de Cataluña, con una gran dependencia funcional privada. Más de la mitad de las camas en funcionamiento (51,3%) que utilizan los pacientes de la sanidad pública dependen de un gestor privado, frente al 14,5% de la Comunidad de Madrid. Con respecto a los mamógrafos, el porcentaje roza el 40% (37,7%) en la comunidad de Salvador Illa, frente a un 6,7% en la región de Isabel Díaz Ayuso; los equipos de PET TC (Cataluña 40,7% vs. 6,7% Comunidad de Madrid); equipos de RNM (Cataluña 31,1% vs. 9% Comunidad de Madrid); y equipos de TAC (Cataluña 26,8% vs. 4,9% Comunidad de Madrid).
El 58% de hospitales públicos de Cataluña dependen de la sanidad privada
Además de las dotaciones concretas de los hospitales pertenecientes a la red pública de Cataluña gestionadas por una entidad privada, en la región gobernada por Salvador Illa el 58% de los hospitales públicos son gestionados por entes privados, frente al 14% de la Comunidad de Madrid. Según se desprende del informe del Ministerio de Sanidad, de los 109 conciertos sanitarios por los que centros hospitalarios públicos son gestionados en su totalidad por la sanidad privada, 93 se encuentran Cataluña.
Pese a la alta dependencia de la sanidad pública de la privada en Cataluña, y pese a que los discursos del Gobierno y, en concreto, del actual Ministerio de Sanidad, con Mónica García al frente, se han centrado últimamente en la privatización de la sanidad madrileña, en el conjunto de España todas las comunidades y ciudades autónomas mantienen algún tipo de colaboración con la sanidad privada, ya sea mediante conciertos, derivaciones u otros modelos de cooperación. «Esta realidad se extiende a todo el territorio y responde a decisiones adoptadas por gobiernos de todos los partidos, independientemente de su orientación ideológica», manifiesta la patronal de la sanidad privada ASPE.
La patronal recuerda que incluso las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla —cuyas competencias sanitarias dependen directamente del Ministerio de Sanidad— recurren a la colaboración con la sanidad privada. «En estos territorios, la autoridad competente deriva a pacientes hacia Andalucía, tanto para la práctica de interrupciones voluntarias del embarazo como para reforzar la atención en situaciones de presión asistencial, como ocurre durante los picos de la epidemia gripal, por ejemplo», señalan, y agregan: «Llama la atención que, en los territorios donde el propio Ministerio ejerce la competencia directa, se
opte por apoyarse en la sanidad privada para garantizar la atención, en lugar de acudir exclusivamente a la red pública, tal y como defiende en su discurso habitual».