Ya solo seis bancos registran pérdidas en España tras la escalada de los tipos de interés
Lideran los números rojos la filial de Credit Suisse, en manos de UBS, y Wizink, con 37 y 9 millones, respectivamente
Un cartel de Credit Suisse. | Europa Press
La abrupta escalada de los tipos de interés de 2022 y 2023 ha reducido el número de bancos que sufren pérdidas. Ya solo seis registran números rojos en sus cuentas, lo que les coloca en una posición de desventaja frente al resto para afrontar la bajada esperada del precio oficial del dinero. Este jueves está previsto que el BCE rebaje por segunda vez las tasas, hasta el 4%, después de que iniciara en junio un periodo de relajación monetaria para reactivar la economía.
Los balances de las entidades que operan en nuestro país, a los que ha accedido THE OBJECTIVE, muestran que Credit Suisse -en manos de UBS-, el propio UBS, Wizink, Singular Bank, Cetelem y Andbank tengan un resultado negativo en el primer semestre de este año, justo cuando terminó la etapa restrictiva de los tipos para contener la inflación. Algunos de ellos venían ya arrastrando problemas de rentabilidad y otros se han tenido que enfrentar a una crisis, como el helvético, cuya matriz tuvo que ser rescatada el año pasado por problemas de liquidez.
Las entidades que se anotan pérdidas ha ido descendiendo con el tiempo. Así, de más del centenar de firmas financieras de crédito existentes, entre diez y veinte no eran rentables de manera regular antes de que el BCE empezara a subir los tipos. Un volumen que, a principios de 2024, había bajado a ocho y que ahora vuelve a hacerlo. De la lista han salido Microbank, filial de Caixabank, y Banco Alcalá (que opera con la marca Creand).
Los motivos de los números rojos obedecen en parte a los efectos que tiene el alza de los intereses para el pago de los préstamos por parte de sus clientes, que hace que la morosidad suba, y en otra parte, a los planes de crecimiento de algunos de ellos o los ajustes para realizados para sanearse.
El banco que más pierde es Credit Suisse Europe, que está afrontando una reestructuración de personal una vez que ha pasado a ser propiedad de UBS. La entidad ha duplicado el resultado negativo en junio, hasta los 37,3 millones de euros. El segundo del ránking es Wizink, con un agujero en sus cuentas de nueve millones, por un deterioro de los activos ante la subida de la morosidad. Completa el podio Singular, que está desplegando un proyecto de crecimiento desde hace varios ejercicios, con 7,7 millones. Tras este se sitúan y completan la clasificación, Cetelem, con tres millones; UBS, con un millón; y Andbank, con medio millón.
Hay que tener en cuenta que, aunque los impagos se mantienen bajo control en el sector, en los segmentos más ligados al consumo sí están dando algunas señales preocupantes. De ahí, que aquellas entidades más vinculadas a esta actividad, como son Wizink y Cetelem, estén presentando problemas para hacer rentable su negocio.
En estas circunstancias llegan a la era de bajadas de tipos por parte del BCE, que continuará en la recta final de este año y todo 2025. Los expertos calculan ahora que al menos se producirán tres recortes hasta diciembre y otros seis el próximo ejercicio para dejar las tasas cerca del 2%, el objetivo perseguido por el organismo monetario. En la actualidad, el mercado es más optimista que hace unos meses sobre la intensidad de las disminuciones, debido a que la subida de los salarios en la zona euro se ha contenido. Esta era la gran amenaza que sobrevolaba para que la institución presidida por Christine Lagarde fue poco contundente en sus movimientos.
El euríbor, ante estas expectativas, ha acelerado su hundimiento. En agosto, descendió significativamente y en septiembre está manteniendo la tendencia. En las últimas jornadas, ha llegado a cotizar por debajo del umbral del 3%. Hay que tener en cuenta que hace doce meses estaba por encima del 4%. Con ello, las cuotas que pagan los clientes por los préstamos se abaratarán considerablemente y los bancos tendrán más difícil mantener el aumento de los ingresos que han venido cosechando. De hecho, el BCE ha advertido que pongan en marcha medidas para compensar este nuevo escenario. Además, ha reclamado que sean prudentes para afrontar posibles picos de morosidad que pueden venir en el futuro no tan lejano.
