BBVA y el Sabadell meten más tensión a la opa al ser los únicos bancos que crecen en pymes
El negocio de las pequeñas empresas y autónomos es clave en el análisis de la CNMC sobre la competencia
Los presidentes del Sabadell, Josep Oliu, y de BBVA, Carlos Torres. | Europa Press
BBVA y el Sabadell no han detenido su crecimiento en pymes y autónomos, con lo que están metiendo más tensión a la oferta pública de adquisición de acciones (opa) lanzada por el primero con carácter hostil sobre el segundo. Es más, en el primer semestre de este año fueron los únicos bancos que elevaron esta actividad, con lo que agrandaron su cuota de mercado, según los datos recabados por THE OBJECTIVE.
El negocio de pymes y profesionales, que es la joya de la corona del Sabadell, está centrando un intenso debate sobre la operación, ya que de salir adelante BBVA reforzaría radicalmente su posición. Desde el banco catalán se ha advertido en innumerables ocasiones que la transacción podría en peligro la competencia en dicho segmento y desde diferentes patronales se ha avisado del mismo riesgo.
Las cifras apuntan a que el Sabadell aumentó el saldo de préstamos en España a pymes y autónomos un 2,2% en junio frente a diciembre del ejercicio pasado, mientras que BBVA lo hizo en un 1,3%. El resto de principales competidores redujo su exposición crediticia a este tipo de clientes, que no pudieron aprovechar los primeros compases del revuelo formado en torno a la opa y la rivalidad de sus protagonistas. Aunque los bancos competidores lanzaron una ofensiva para robarles actividad, ninguno ha podido mejorar sus números, demostrando así cierta fortaleza de las entidades catalana y vasca.
Algunos, incluso, experimentaron fuertes descensos. Unicaja se lleva la palma, con un retroceso en la cartera de un 16,1%. Pero también son destacables las mermas sufridas por el Santander e Ibercaja, de más de un 6% en el mismo periodo. Por su parte, Caixabank contrajo la financiación a pymes y autónomos un 2,2% y Bankinter, un 1,5%. En otros segmentos sí habrían aprovechado mejor la situación, ya que, por ejemplo, el Santander y Caixabank captaron un volumen importante de clientes en los primeros seis meses, en plena opa.
Tras los crecimientos, la cuota de mercado conjunta de BBVA y Sabadell en pymes y autónomos se acercaría al 25% y el saldo crediticio rozaría los 47.500 millones de euros, acechando así la posición de liderazgo que mantiene el Santander desde que se hizo con el Popular. Este, después de la caída, tiene concedidos 51.087 millones a las pequeñas y medianas empresas y a los profesionales por cuenta propia.
En las últimas semanas, uno de los puntos de conflicto público de los directivos de BBVA y Sabadell se ha centrado precisamente en dicha actividad, por los efectos que podría tener sobre la competencia. Mientras que los jefes del banco vasco limitan al 1,5% en el conjunto nacional el solapamiento de clientes, los del catalán lo sitúan en el 40 por ciento. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tendrá que analizar este punto en su estudio para analizar la opa, sobre en las regiones son referentes, como Cataluña y la Comunidad Valenciana. En estas, el Sabadell, a diferencia de la evolución ascendente en términos generales, ha frenado su progresión y ha llegado a experimentar caídas en el negocio.
Hasta que no se pronuncie la CNMC no está previsto que se dé el pistoletazo de salida a la oferta pública, siempre y cuando bendiga la operación con condiciones asumibles por parte de BBVA. Será entonces cuando la CNMV aprobará el folleto para que los accionistas del Sabadell puedan decidir su si venden sus títulos al grupo con sede en Bilbao. La entidad vallesana quiere que el supervisor retrase al máximo su estudio y considera que, debido a la complejidad de la transacción, hará falta un análisis más completo en una segunda fase, lo que alargará el proceso. Por su parte, la firma de origen vizcaíno espera que no se dilaten los tiempos y se pueda cumplir con su calendario, ya que, a su juicio, el proyecto no pone en peligro la competencia.
BBVA quiere que el plazo de las adhesiones comience entre diciembre y enero. Por el momento, el mercado está dando grandes probabilidades a que la opa sale adelante y triunfe, ya que las cotizaciones han prácticamente cuadrado el canje de títulos propuesto. Asimismo, los grandes inversores, más proclives a estas transacciones, ha reforzado su posición. Ya solo diez inversores controlan un 25% del capital del Sabadell. Esta semana la gestora de Deutsche Bank ha duplicado su peso, hasta el 2,2%. Por ello, el Sabadell está sacando toda su artillería y está atacando la línea de flotación del banco vasco.
