BBVA es un 28,5% más rentable que el Sabadell en España y tiene mejor eficiencia
Las dos variables son fundamentales para el rendimiento que pueden lograr los socios de uno u otro banco
BBVA y Sabadell están librando una auténtica guerra por la oferta pública de adquisición de acciones (opa) hostil del primero sobre el segundo y los resultados del tercer trimestre se han convertido una batalla clave para intentar llevar a su terreno a los inversores. Y aunque es probable que la pelea se alargue en el tiempo, los números presentados se van a convertir en una pieza clave de sus ofensivas.
Las cuentas ponen de manifiesto, por ejemplo, que BBVA ha logrado unos niveles de rentabilidad y eficiencia mucho mejores que el Sabadell en España, dos variables que son fundamentales para el rendimiento que obtienen o pueden conseguir los socios de uno y otro banco. Los datos recabados por THE OBJECTIVE reflejan que el grupo vasco, que intenta hacerse con el catalán, ofrece unos retornos un 28,5% superiores y unos niveles de costes sobre los ingresos un 18,5% inferiores.
El parámetro ROTE, que es el que mide la rentabilidad sobre recursos propios tangibles, supera en la filial nacional de BBVA el 20%, igualando las cifras del conjunto del grupo financiero, y llega al 14,3% en el negocio del Sabadell en nuestro país. En cuanto a la eficiencia, la entidad con sede en Bilbao gasta 34,6 euros por cada 100 que factura, mientras que la vallesana 42,6 euros.
Los accionistas del Sabadell, cuyo número total ha sido escondido para no aportar información tras el aluvión de compras de los institucionales, tendrán que tomar una decisión una vez que la CNMV abra el periodo de adhesiones. Este organismo está esperando a que la CNMC resuelva el análisis sobre la afectación de la concentración en la competencia. Se prevé que en dos semanas este supervisor se pronuncie al respecto. No se descarta que alargue el plazo de análisis y lleve a una segunda fase el estudio, lo que retrasaría el proceso hasta la primavera.
En BBVA confía en que la CNMC autorice este mes la operación, ya que, a su juicio, no pone en peligro la competencia en el sector, por lo que se podría cumplir el calendario manejado en un primer momento de que antes de que termine 2024 los inversores puedan vender sus acciones. En cambio, el Sabadell considera que la transacción es compleja, sobre todo, por el peso de los clientes pymes, por lo que se agarra a la posibilidad de que la institución que preside Cani Fernández profundice en su informe.
En los últimos meses, las gestoras de fondos y bancos de inversión han fortalecido sus posiciones sobre la entidad catalana de manera significativa. Tras la entrada de la aseguradora Zurich, casi un 29% del capital del Sabadell está en manos de solo 11 grandes inversores, que suelen más proclives que los minoritarios a aceptar una opa como la planteada por BBVA. De hecho, el grupo catalán estaba convencido de que la importancia que los pequeños accionistas iban a ser un dique de contención, ya que muchos de ellos son clientes, pero con el tiempo el número de estos está disminuyendo a tenor de las compras por parte de los denominados institucionales.
BBVA estima que, si su opa triunfa y puede llevar a cabo posteriormente la fusión de ambas entidades, puede lograr una rentabilidad de su inversión en tres ejercicios del 20% y que los ahorros de costes alcanzarán los 850 millones de euros. Todavía el grupo vasco no ha detallado cuál serían estos objetivos si no consigue llevar cabo la integración, aunque ha avanzado que la mayor parte de las sinergias estarían garantizadas. Desde el Sabadell reclaman desde hace meses que aporte las cifras y que lo haga antes de que el proceso de adhesiones se abra.
La entidad liderada por Carlos Torres ha tenido que recortar el número de cierre de oficinas sobre el estimado inicialmente para intentar hacer un guiño al Gobierno, que mantiene su oposición a la fusión. Tiene planeada la clausura de unas 300 sucursales del nuevo grupo resultante. Por ahora, mantiene sin aclarar cuáles serán los despidos. Algunas fuentes apuntan a que el ajuste de personal sobrepasará los 4.500 trabajadores. Pese a ello, BBVA no ha detenido la contratación de empleados y desde que puso en marcha la opa ha elevado la fuerza laboral en España en casi 700 personas.