Solo cuatro bancos en España afrontan con pérdidas la bajada de los tipos de interés
Credit Suisse y Singular Bank lideran los números rojos en los nueve primeros meses del año
El encarecimiento del precio del dinero entre mediados de 2022 y la primera mitad de 2024 ha borrado prácticamente por completo las pérdidas en los bancos que operan en España. Pero desde junio, el Banco Central Europeo (BCE) ha dado un giro en su estrategia para reactivar la economía y está llevando a cabo bajadas en los tipos de interés, una situación que complica el panorama para las entidades.
A finales de septiembre, según los últimos datos disponibles, solo cuatro firmas financieras declaran números rojos por su negocio en nuestro país y, por tanto, se encuentran en una posición de desventaja con respecto al resto para afrontar la nueva coyuntura. Del más del centenar de bancos que hay, solo Singular Bank, Wizink, Credit Suisse y Andbank registraron un resultado negativo en sus cuentas.
El número de entidades, de acuerdo con los balances individuales del Banco de España, se ha ido reduciendo paulatinamente en los últimos dos ejercicios, al calor del aumento de los ingresos como consecuencia de la subida de las tasas de manera abrupta. A principios de 2024 eran ocho las que se encontraban en pérdidas, por lo que la situación deficitaria se ha reducido a la mitad desde entonces. En junio la cifra era de seis.
Las razones de los números rojos se deben en parte a los efectos que tiene el alza de los intereses para el pago de los préstamos por parte de sus clientes, lo que hace que la morosidad suba, y por otra parte, a los planes de crecimiento de algunos de ellos o los ajustes para realizados para sanearse. En la era de las bajadas de tipos, el riesgo de insolvencias desaparecerá, por lo que este problema será menos determinante para los resultados que logre el sector.
El banco que más pierde es Credit Suisse Europe, que está afrontando una reestructuración de personal una vez que ha pasado a ser propiedad de UBS. El resultado negativo de la entidad se sitúa en los 36,6 millones de euros. El segundo del ránking es Singular Bank, que casi ha duplicado las pérdidas en tres meses, hasta los 12,5 millones, como consecuencia de su proyecto de crecimiento. Wizink completa el podio, con un agujero en sus cuentas de 5,4 millones, por un deterioro de los activos ante la subida de la morosidad. Estos números rojos, aun así, son inferiores en casi la mitad a los declarados en junio. La otra entidad que continúa con nula rentabilidad es Andbank, al perder 1,16 millones.
En cambio, Cetelem, financiera de BNP Paribas, ha logrado salir de la ruina durante el verano y en los nueve primeros meses ha ganado 19,3 millones. También ha escapado de este estado UBS, al haber obtenido a cierre de septiembre un beneficio de 1,5 millones.
En junio, el BCE inició los movimientos a la baja en el precio oficial del dinero al considerar que la inflación se daba por controlada en la zona euro. Desde entonces ha recortado los tipos en cuatro ocasiones. La última vez lo hizo en la reunión del pasado 12 de diciembre, cuando colocó los intereses en el 3,25%.
El mercado descuenta nuevas disminuciones para 2025 y anticipa que el organismo monetario podría fijar los intereses por debajo del 2%, es decir, el nivel considerado como neutral para estabilizar la economía. Los bancos, aunque no lo descartan del todo, consideran que no será tan agresivo en sus decisiones y establecen el porcentaje en el 2,25% a finales del próximo ejercicio. Como consecuencia de estos pronósticos, el euríbor se ha desplomado y cotiza ya por debajo del 2,5%.
Con este panorama, las entidades se enfrentan a una caída de los ingresos, aunque están desplegando medidas para contener el descenso, como un aumento de la facturación por comisiones. Asimismo, confían en un avance de la actividad ordinaria, algo que ya están experimentando, principalmente en el segmento de las hipotecas, desde principios de este año. De igual manera, no esperan grandes sustos en morosidad debido precisamente a que la bajada de los tipos ayuda a que los clientes paguen las deudas con mayor facilidad, por lo que no tendrán que hacer importantes acopios de provisiones para cubrir eventuales insolvencias. Y gracias a la contención de la inflación, no prevén un alza de los costes operativos, salvo aquellas entidades que tienen planes de expansión.