Venezuela da vía libre a BBVA para ampliar un 166% el capital de su filial y pagar dividendos
BBVA Provincial convoca para marzo una junta extraordinaria para materializar la operación, autorizada en diciembre

Sede de BBVA en Venezuela. | EP
Venezuela ha dado vía libre a BBVA para reforzar sustancialmente el capital de su filial (Provincial) y ofrecer dividendos. A finales del ejercicio pasado, el régimen de Nicolás Maduro, que intenta perpetuarse en el poder pese a perder las elecciones, permitió al banco español elevar en un 166% sus fondos propios.
La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario aprobó el 8 de noviembre efectuar esta operación, mientras que el organismo Nacional de Valores emitió una autorización en el mismo sentido sentido el 26 de diciembre de 2024, según ha podido saber THE OBJECTIVE. Ante estas bendiciones, el consejo de la franquicia de BBVA en el país suramericano acordó este jueves convocar una asamblea extraordinaria de accionistas para finales de marzo y poder materializar dicha transacción.
La ampliación, de acuerdo con lo determinado por el órgano rector, consistirá en un aumento del capital social de 434 millones de bolívares, pasando de los 266 millones actuales a los 700 millones. La mayor parte de este dinero será pagado por sus socios, que recibirán títulos de nueva emisión, en efectivo (260,4 millones). La otra correrá a cuenta de la conversión de reservas que tiene acumuladas en la hucha de superávit restringido en acciones, por un importe de 173,6 millones, con el fin de poder distribuir un dividendo en especie.
BBVA controla el 55% de Provincial, por lo que algo más de la mitad del desembolso y de la remuneración obtenida le corresponderá. Pero, el dinero nuevo será asumido con los dividendos que genera el banco. Desde hace más de un decenio, el grupo español tiene limitaciones para repatriación de fondos en el país por las imposiciones del régimen y debe hacer fuertes reservas especiales con los beneficios obtenidos. Por ello la franquicia cuenta con unos ratios de capital muy por encima de los parámetros habituales por los riesgos asumidos. El nivel de solvencia alcanza el 45%.
El regulador venezolano reclama a todas las entidades tener al menos un 3% de capital social sobre los activos en balance y que para llegar a ese nivel, si fuera necesario, se realice una ampliación con un 60% en efectivo y un 40% con las reservas.
No es la primera vez que BBVA tiene que poner en marcha un plan de estas características en el país. Desde hace tiempo lo hace de manera regular, como otros bancos que operan allí, obligados a recapitalizarse por cuestiones como la inflación, entre otros factores, y no por asuntos de solvencia o falta de recursos para hacer frente a sus obligaciones.
Debido al hundimiento de la moneda, el valor en euros de los beneficios y del patrimonio de Provincial para BBVA es prácticamente irrisorio. Por ejemplo, la ampliación que va a realizar solo equivale a 78 millones de euros al cambio actual. La operación fue autorizada el mismo día en que la oposición se lanzó a la calle para exigir la caída del régimen de Maduro y la toma de posesión de Edmundo González como nuevo presidente democrático venezolano, cuando fue detenida temporalmente María Corina Machado.
El banco que preside Carlos Torres indica en su último informe anual, de 2023, que Venezuela es un país con restricciones cambiarias que cuenta con distintos tipos publicados oficialmente, y que desde el 31 de diciembre de 2015 los administradores del grupo consideran que el uso de estas tasas para la conversión de los bolívares a euros en la elaboración de los estados financieros consolidados no refleja la imagen fiel de la situación de su franquicia.
Por este motivo, desde el ejercicio 2015, el tipo de cambio utilizado por BBVA es estimado, calculado teniendo en consideración la evolución de la inflación prevista en dicho mercado. Añade que «a 31 de diciembre de 2023, 2022 y 2021, si se hubiese aplicado el último tipo de cambio oficial publicado en lugar del tipo de cambio estimado por el grupo, el impacto no sería significativo».
Como consecuencia de la hiperinflación del país, BBVA apenas valora en 100 millones su franquicia de Venezuela, además de proporcionarle pérdidas. No es el único mercado en el que está presente el banco español que está padeciendo esta situación compleja. En Turquía y en Argentina se vive desde hace dos años una coyuntura parecida.
Para ser más rentable y eficiente, el banco lleva años intentando cerrar oficinas en el país suramericano, aunque no está pudiendo materializar sus planes como desea. El régimen ha bloqueado la mayor parte de estas clausuras, aunque ha levantado algo la mano recientemente.
La Superintendencia bancaria permitió a BBVA el año pasado al menos una treintena de cierres, que representan en torno al 10% de red que tiene su filial en dicho mercado. No obstante, este organismo denegó a la entidad otros tantos, principalmente por ser el único que está presente en los municipios afectados. Al menos en 2022 y 2023, este ente público había torpedeado todas las clausuras que planteaba BBVA Provincial con el objetivo de reducir costes operativos y adaptarse a un entorno cada vez más digital.