La banca afea el plan de vivienda de Sánchez y reclama liberar más suelo público
La Asociación Hipotecaria prevé que el acceso a la compra seguirá restringido para las rentas bajas en 2025
La banca no está conforme con el plan de vivienda propuesto este lunes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para hacer más accesibles los pisos a las clases menos pudientes y a los jóvenes. El sector financiero, que se juega mucho negocio por la actividad hipotecaria, reclama como una medida necesaria poner a disposición más terrenos públicos para resolver el problema en el medio y largo plazo, algo que el proyecto del Ejecutivo no contempla. La ministra del ramo, Isabel Rodríguez, dejó claro en el mismo acto de presentación que «liberalizar el suelo no es más asequibilidad», por lo que el camino a seguir será una mayor regulación.
En un informe reciente al que ha accedido THE OBJECTIVE, la Asociación Hipotecaria Española (AHE), de la que forman parte los bancos, considera que ampliar la oferta de solares de las administraciones contribuiría «a situar al mercado inmobiliario en una mejor posición», entre otras medidas. Es la primera de las iniciativas que propone para que haya una solución al acceso a la vivienda, un mercado que, a su juicio, debería ser «distinto al actual».
La recomendación de la banca va más en línea con el plan que el domingo lanzó el Partido Popular para las comunidades autónomas en las que gobierna, ya que incorpora liberalizar suelo, aunque para la construcción de pisos para alquiler asequible, no para su compra.
Al sector financiero lo que le interesa es que los terrenos públicos se destinen en parte a la adquisición, no solo al alquiler, debido a que si hay una operación de estas características es más factible que puedan conceder hipotecas y, por tanto, su negocio y clientes crecen. Hay que tener en cuenta que, más de dos tercios de las transacciones llevan a aparejada financiación. Un porcentaje que ha vuelto a subir con fuerza tras un periodo de transición durante la etapa de repuntes abruptos de los tipos de interés para controlar la inflación, cuando casi la mitad de la compraventa se realizaba a tocateja.
En el documento, la AHE no pretende dar recetas sobre la complejidad de la situación, pero apunta a que, además de ofrecer más suelos públicos, serían beneficios para ir mitigando los efectos negativos actuales en el largo plazo agilizar la gestión inmobiliaria para acortar tiempos y costes; facilitar un modelo de financiación con colaboración público-privada, que garantice una eficiencia del riesgo; adoptar un modelo de urbanismo más acorde con los crecimientos poblacionales y sus sobrecostes de infraestructuras; promover viviendas más accesibles a través de un urbanismo que defina una vivienda funcional acorde al tamaño del hogar y aplicar una fiscalidad favorable a las viviendas que respondan a necesidades sociales.
La banca es optimista sobre las perspectivas del mercado de hipotecas para 2025, tras la reactivación de 2024, debido a las condiciones de tipos de interés a la baja, la creación de hogares, el desempeño del empleo y la capacidad de endeudamiento. Pero es consciente de que no todas las familias ni los jóvenes pueden acceder a un crédito. Las condiciones en 2025 «continuarán siendo favorables», asegura la AHE, por lo que los préstamos para vivienda mantendrán una dinámica positiva, aunque concentrada en un segmento de población con rentas medias y medio altas.
«Esto será así, especialmente en grandes poblaciones como Madrid o Barcelona pues, aunque los precios residenciales son significativamente más elevados y se utiliza en mayor medida la financiación como recurso para acceder a la compra, la relación préstamo-valor (LTV) es menor que en otras poblaciones de menor tamaño».
Esta situación refleja «un perfil de comprador más solvente, con ingresos más estables e importantes, y con capacidad de aportar ahorros significativos», indica la asociación conformada por la banca. Además, añade que en esta coyuntura tiene una presencia destacada el mercado de reposición, que es más activo y requiere de menores niveles de financiación.
La AHE deja claro que esta dinámica positiva «no responde a una tendencia global en la que participan todas las capas sociales». «Para una parte significativa de la población, el acceso a una vivienda va a seguir representando un desafío importante debido a la escasez de oferta inmobiliaria asequible en un contexto de aumento de alquileres y precios de compraventa elevados», agrega el documento, que añade que «esta aparente contradicción, marcada por un mercado dual que enfrenta dos realidades distintas plantea un escenario cada vez más complejo».
Concluye la banca que «por un lado, como avalan las cifras de compraventas y nuevas concesiones, existe una demanda solvente que opera de manera autónoma y con perspectivas favorables, mientras que, por otro lado, persisten importantes barreras para los sectores con ingresos más moderados».