El Banco de España se une a Sánchez contra Trump: sus políticas antiverdes «son malas»
La nueva subgobernadora, Soledad Núñez, ataca las posiciones del presidente de EEUU en materia energética

La subgobernadora del Banco de España, Soledad Núñez. | Banco de España
El Banco de España se ha sumado a las críticas y ataques del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contra el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por algunas de sus iniciativas. En concreto, el organismo supervisor no ha tardado en condenar las medidas en materia de sostenibilidad medioambiental lanzadas por el mandatario norteamericano en sus primeros días en la Casa Blanca, al igual que lo ha hecho el jefe del Ejecutivo, que se ha proclamadp defensor de «lo verde».
«Son malas noticias». Así de contundente se mostró recientemente la subgobernadora del Banco de España, Soledad Núñez. Una posición que, según señalan a THE OBJECTIVE fuentes financieras, resta independencia a la institución, cuestión bajo la lupa desde que Sánchez impuso al exministro José Luis Escrivá como máximo responsable de la Casa de Cibeles, rompiendo el pacto tradicional con la oposición.
Esta falta de entendimiento supuso la designación de Núñez como número dos del regulador bancario. Un nombramiento que también fue polémico debido a su pertenencia al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, de la que fue directora de la Oficina Económica de Moncloa y secretario de Estado del Tesoro.
La subgobernadora del Banco de España, en un acto organizado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) hace unos días, indicó que «a pesar de las malas noticias recibidas en los últimos tiempos relacionadas con el posicionamiento de la nueva administración Trump ante esta evidencia científica y los acuerdos internacionales tomados en materia climática, el compromiso europeo para seguir liderando la transformación de nuestra economía sigue siendo firme». «La economía europea debe ser competitiva y sostenible», añadió.
Esta consideración tenía por objeto criticar varias de las decisiones adoptadas por el presidente de Estados Unidos nada más llegar al poder, como son la extracción de un mayor volumen de petróleo y la anulación de las ayudas para la adquisición de coches eléctricos, con el fin de poner negro sobre blanco su política denominada ‘drill, baby, drill‘ (‘perfora, cariño, perfora‘), consistente en la búsqueda y explotación de pozos gas y crudo.
Sánchez se ha posicionado en contra de estas medidas y se ha postulado como gran estandarte europeo de las energías renovable y limpias. La semana pasada dijo que la transición energética se ha convertido «en el puntal de un modelo de éxito guiado por las tres ‘C’: Crecer, compartir y cuidar» y garantizó, con ironía, que nuestro país va «a continuar con esa senda», advirtiendo que «va a reafirmarse en el ‘Green, Baby, Green‘» (‘Verde, cariño, verde‘).
«El futuro siempre termina adelantando al pasado, por mucho que se obceque el pasado en bloquearle, y porque estamos convencidos de que el hidrógeno verde no solo va a ayudar a alcanzar la neutralidad climática, que es un objetivo que debe fijarse y reafirmarse diariamente en la humanidad y, por tanto, evitar el colapso del planeta. Legar a nuestras generaciones futuras un planeta sostenible, habitable. Porque no se puede tener una vida saludable en un planeta enfermo», manifestó el presidente del Gobierno.
La subgobernadora del Banco de España, en su alocución, explicó que la sostenibilidad es uno de los vectores del sector financiero y que «es evidente que los riesgos climáticos tienen consecuencias económicas de mayor impacto cada vez y esto se traduce en pérdidas para el tejido productivo en general, pero también en particular para aseguradoras, bancos e inversores, tal y como hemos observado recientemente en la catástrofe humana y económica de la dana en Valencia».
Los bancos, añadió, deben saber gestionar «adecuadamente» todos sus riesgos y, entre ellos, se encuentran sin duda los climáticos y naturales, que se materializan en impactos a través de los riesgos tradicionales. «La adecuada medición, gestión y mitigación de estos riesgos es una clara responsabilidad de los bancos y nosotros, supervisores, tenemos que asegurarnos que esta gestión se realiza de manera adecuada».
La número dos del Banco de España, acto seguido, manifestó que «existe un consenso y compromiso político para transformar la economía europea hacia modelos más sostenibles». Por ello, reclamó a las entidades su ayuda. «La banca, como motor financiador de la economía, no puede ser ajena a este hecho. Los bancos deben acompañar a las empresas en su transformación y he de reconocer que en algunos casos deberán desempeñar, junto con otros agentes, labores de impulso y de, llamémosle así, pedagogía, en un diálogo permanente con sus contrapartes».