La familia Botín se refuerza en el capital del Santander con 1,2 millones de acciones más

La familia Botín ha reforzado en los últimos meses su participación en el Santander. Los miembros de la saga de banqueros ha incrementado su peso en el capital del grupo cántabro con 1,2 millones de acciones más desde finales de 2023 y hasta principios de marzo de 2025. Los datos recabados por THE OBJECTIVE indican que entre todo controlan algo más de 188 millones de títulos tras las últimas adquisiciones.

Con estas operaciones y los distintos programas de recompras puestos en marcha por el banco para mejorar la retribución de los inversores, los Botín han elevado su posición hasta el 1,246%. Un porcentaje que contrasta con el 0,62% que tenían en 2018, después de la ampliación millonaria para asumir la adjudicación del Popular tras su intervención. Por tanto, desde entonces han duplicado su presencia.

La presidenta Ana Botín y el resto de sus familiares más cercanos disponen de 188,837 millones de acciones del Santander, después de haber aumentado el volumen en casi 1,207 millones de títulos. El valor actual de dicha participación, como consecuencia de la subida en bolsa, asciende a 1.130 millones de euros. En lo que va de 2025, la cotización del banco registra un avance del 35%, impulsado sobre todo después de la publicación de los resultados del ejercicio pasado y el anuncio de un plan de recompras por 10.000 millones en 24 meses.

La participación de la saga incluye los títulos propiedad de los diferentes miembros y de la Fundación Botín, que ha sido la más activa en los movimientos accionariales. El hermano de la presidenta y consejero del grupo, Javier Botín, representa a la familia. De hecho, preside la institución benéfica. Por ello, controla de manera indirecta un total de 157,7 millones de títulos del banco, tras un aumento de 1,2 millones de acciones desde finales de 2023, por lo que con carácter personal no ha mejorado su participación individual.

Toda esta posición representada incluye aquella que está sindicada, la mayor parte a través del pacto parasocial alcanzado por la familia en 2006. Un acuerdo que impide la libre transmisión, a excepción de que el comprador sea un miembro de esta alianza o la Fundación Botín. En este apartado se incluyen las acciones directas e indirectas de la presidenta, que en actualidad suman 38,2 millones de unidades (un 0,223%).

El Santander, en su informe anual, señala que a finales de 2024, las partes de sindicación -entre las que se encuentra las de Ana Botín-, eran titulares de 109,81 millones de acciones, representativas del 0,72%, y que 80,35 millones de ellas (un 0,53% del capital) están sujetas a las restricciones de venta o traspasos.

El plazo inicial del pacto finaliza el 1 de enero de 2056, pero será prorrogado automáticamente por periodos de diez años, salvo en caso de que uno de los miembros lo comunique con un previo aviso de seis meses antes de la terminación o del final de unos de los periodos de extensión. Además, esta alianza social solo puede resolverse de forma anticipada por unanimidad de todos los socios.

Ana Botín, además, dispone de opciones sobre acciones vinculadas a la política de retribución de directivos que reintrodujo el Santander en 2022. De acuerdo con las cifras, la máxima responsable del grupo cántabro podría recibir un paquete de 1,07 millones de títulos por esta vía, una cantidad que de recibirse incrementaría aún más el peso familiar en el grupo, que fue fundado por sus antepasados.

Desde principios de 2025, el Santander ha acaparado la atención de los inversores con un fuerte impulso en el precio de los títulos. Hasta el punto que la capitalización del banco ha llegado a rozar los 100.000 millones, un umbral que solo superó por primera vez en 2015 y que en esta ocasión aún no ha podido sobrepasar por la incertidumbre generada por Donald Trump en Estados Unidos y su política de aranceles que cambia cada día.

La familia Botín es el segundo mayor socio del Santander. Según los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tan solo cuenta con un único accionista de referencia. El fondo norteamericano Blackrock tiene una participación del 6,786% del capital de la entidad. En octubre del año pasado aumentó un 0,4% su posición en el banco.