Los bancos aceleran el ajuste en los intereses que pagan por los depósitos en el inicio de 2025
Las entidades rebajan en enero más de un 3% los tipos de las imposiciones, hasta una media del 2,09%

Estatua del euro frente al BCE | Europa Press
Los bancos han arrancado 2025 con un nuevo ajuste de cierta relevancia en los intereses que pagan por los depósitos a plazo, siguiendo así los pasos que está dando el BCE en los tipos oficiales. Las entidades habían limitado el recorte en las remuneraciones por el ahorro de los particulares a finales del año pasado, pero en el inicio del nuevo curso han llevado a cabo un movimiento más contundente para afrontar la coyuntura monetaria en una mejor posición.
El sector en su conjunto aceleró la merma en la tasa media que abonan por los depósitos en enero, hasta el 2,09%, según los datos del Banco de España recopilados por THE OBJECTIVE. La disminución supera el 3% con respecto a diciembre. Entonces, los intereses bajaron un 2,7%. Pero en noviembre el descenso fue incluso menor, del 1,7%, por lo que de nuevo crece el tijeretazo que están metiendo a las tasas de las imposiciones con vencimiento.
La banca comenzó a ajustar las tasas en septiembre, cuando hizo el primer gran ajuste, que fue seguido por otro en octubre. Por entonces, el BCE ya había llevado a cabo su giro en lo política monetaria suavizando el precio oficial del dinero y había anunciado que seguiría en esta senda, algo que ha sucedido.
La última decisión del organismo afincado en Fráncfort se adoptó este mismo mes, cuando rebajó hasta el 2,5% los tipos oficiales. Por el momento, no se descartan más descensos, pero los inversores no ven tan clara la hoja de ruta por los efectos que puedan tener las medidas que tome el presidente Donald Trump en Estados Unidos.
En el mercado se da por hecho que los recortes por parte del BCE van a ser menos pronunciados que los previstos hace meses, ya que se espera que la inflación no va a estar tan controlada por el impacto de los aranceles que está imponiendo el presidente norteamericano. Ahora el consenso indica que las tasas comunitarias bajarán hasta el 2% en el mejor de los casos.
En este escenario, los bancos están adaptando sus precios, tanto en el ámbito crediticio como en el de los depósitos. Por eso las entidades están reduciendo los intereses que ofrecen a sus clientes por las imposiciones de dinero. Desde que tocaron máximos, en verano, los tipos que pagan se han abaratado un 21%.
Pese al ajuste, la demanda de cuentas con vencimiento no ha decaído significativamente. A pesar de los volúmenes contratados han menguado, aún se mantienen altos. Los hogares colocaron en enero un total de 16.550 millones de euros. La mayor parte corresponde a imposiciones con un plazo inferior a un año.
El recorte de los intereses ofrecidos de los bancos, aunque se ha acelerado, está siendo menor a la caída en las tasas oficiales, aunque los bancos en esta ocasión sí han movido sus cartas enseguida, a diferencia de lo que ocurrió en 2022 y la primera parte de 2023, cuando el BCE empezó a subir de manera abrupta el precio oficial del dinero. Entonces, las entidades no elevaron las remuneraciones por el ahorro, algo que llevó al propio organismo a criticar dicha actitud y al Gobierno a amenazar con intervenir en el mercado.
Los bancos, con las bajadas de los tipos a los particulares, intentan limitar las consecuencias que pueda tener la política monetaria en sus ingresos más básicos, que se han disparado desde hace dos años. Este efecto ya tuvo un pequeño reflejo en las cuentas del último trimestre del año pasado, ya que la facturación que obtienen por los préstamos empezó a caer.
El sector, además, está centrando su estrategia en elevar la actividad, aprovechando el buen momento del mercado de las hipotecas, y aumentar su actividad de comisiones. Con ello, espera mantener a flote los resultados de los próximos ejercicios. Las ganancias de 2024 han sido de récord y muchas entidades confían en que al menos en 2025 vuelva a repetirse esta situación, batiendo de nuevo máximos de beneficios.
Los depósitos a plazo que acumulan los particulares se encuentra en 170.000 millones de euros, una cantidad que es pequeña si se compara con la serie histórica, pero que ha aumentado considerablemente. En 2022 este volumen apenas era de 65.100 millones, por lo que casi se ha triplicado.