The Objective
Banca

BBVA se come casi 7.000 millones en Turquía y Argentina por la elevada inflación

El grupo vasco suma en el primer trimestre 500 millones a la partida de ganancias perdidas en ambos países

BBVA se come casi 7.000 millones en Turquía y Argentina por la elevada inflación

El presidente de BBVA, Carlos Torres | Europa Press

El agujero que ha tenido que asumir BBVA en Turquía y Argentina por la elevada inflación no para de crecer y en los últimos tres años alcanza ya casi los 7.000 millones de euros. Las cifras recabadas por THE OBJECTIVE reflejan que, en concreto, el grupo vasco ha dejado de ganar en ambos países 6.825 millones de euros desde 2022, cuando los precios empezaron a dispararse y tuvo que hacer ajustes en la contabilización de la aportación de sus filiales.

La debilidad de estos dos países y la alta exposición a México llevaron a BBVA a lanzar la oferta pública de acciones (opa) sobre el Sabadell en mayo del año pasado, con la intención de mejorar la contribución de España a sus números y reequilibrar el balance. Una operación que aún debe ser aprobada ya por la CNMC, después de que haya aplazado de nuevo el dictamen.

La situación, aunque ha empezado a mejorar tanto en Turquía como en Argentina, es especialmente sangrante en el país otomano debido a que es su tercer mercado. En el primer trimestre de este año, el grupo se anotó una ganancia de 182 millones después de haber sufrido un golpe por la hiperinflación de 428 millones. Con ello, el banco ha elevado el agujero a 5.268 millones. Un importe que es prácticamente la mitad de lo que obtuvo todo el grupo en 2024, cuando rebasó los 10.000 millones de beneficios. En Argentina, por su parte, al ser menos relevante, la ‘pérdida’ asciende a 1.559 millones después de que el inicio de este ejercicio haya registrado un deterioro de 51 millones.

Los precios en ambos países llevan meses ralentizado su subida, pero todavía BBVA se está viendo afectado. En el mercado otomano, que opera con la filial Garanti, el conglomerado español espera que pronto la coyuntura se estabilice para poder reflejar todo su potencial, estimado en unos 2.000 millones de ganancias anuales. Sin embargo, la evolución no está siendo tan positiva como los pronósticos realizados, por lo que sigue padeciendo un castigo.

Ya desde hace tiempo, los analistas vienen desmintiendo los cálculos hechos por la cúpula de la entidad vasca, de que a finales de este año podría terminar el calvario. Unos cálculos que han sido rebajados a la mitad recientemente ante el comportamiento registrado y ahora confía en que en contribuya con 1.000 millones en 2025.

En cuanto a Argentina, desde la llegada de Javier Milei al poder, la economía ha experimentado una mejora considerable, pero la inflación continúa por las nubes. BBVA, desde el principio, ha confiado plenamente en las políticas aplicadas por el mandatario suramericano. A finales de 2024 avaló la denominada motosierra y anticipó que el país dejaría la recesión, algo que ha sucedido posteriormente.

El servicio de estudios del grupo financiero indicaba que «una vez superada la recesión que tuvo su suelo en el segundo trimestre de 2024, la actividad económica mostró mejores datos que los esperados en el tercer trimestre del año, con una incipiente recuperación de salarios reales». De esta manera, añadía el informe, «este año el producto interior bruto (PIB) caerá un 3,8% en 2024, para recuperarse y crecer hasta 5,5% en 2025, impulsado por el consumo y la inversión».

La confianza en la reactivación del país del río de la Plata llevó al BBVA a reforzar su apuesta inversora, cuando cerró un contrato para la compra de energía renovable. La firma de este acuerdo se produjo apenas después de la polémica visita de Milei a nuestro país hace casi un año, que supuso una crisis diplomática.

En cuanto a la inflación, uno de los principales caballos de batalla de Argentina, el servicio de estudios del banco español vaticinaba que terminará 2024 en el 120%, después de un proceso de ajuste definido por la restricción monetaria y los tipos de cambio. La bajada, a su juicio, continuará este ejercicio, y proyecta que la subida de los precios descenderá hasta el entorno del 35%. Algo que, de producirse, le permitiría reducir el golpe asestado a sus cuentas en los últimos años. Un efecto positivo que se sumaría a la posible incorporación del Sabadell, siempre y cuando se produzca la toma de control a lo largo del presente ejercicio.

Publicidad