La banca supera el medio billón en hipotecas tras un nuevo récord de ventas en 15 años
Las entidades aceleraron las nuevas operaciones de préstamos para vivienda en marzo hasta casi 7.200 millones

Sucursales de diferentes bancos. | Europa Press
La banca vuelve a tener una cartera de hipotecas superior al medio billón de euros por el boom de la actividad. El negocio se está acelerando gracias al buen momento por el que atraviesa el mercado inmobiliario y en marzo el volumen de nuevos créditos alcanzó un nuevo récord mensual en 15 años.
En concreto, de acuerdo con los últimos datos del Banco de España recabados por THE OBJECTIVE, los bancos cuentan con un saldo vivo de hipotecas de 500.316 millones de euros. Esta es la deuda que las familias tienen con las entidades por la adquisición de viviendas. De esta manera, el sector consigue reconquistar este umbral, que se había perdido en el verano de 2023 por primera desde 2006, como consecuencia de la subida abrupta de los tipos por parte del BCE, que frenó las operaciones nuevas y disparó las amortizaciones anticipadas.
El contexto ahora es muy diferente y desde hace meses hay una demanda potente de hipotecas debido a la bajada del precio oficial del dinero, un descenso que a día de hoy parece que seguirá aunque de manera menos pronunciada por la guerra comercial emprendida por Donald Trump en Estados Unidos.
La venta de hipotecas por parte de los bancos no para de crecer y en marzo de este año registró otro máximo, al otorgar 7.168 millones de euros. Esto supone una subida de casi un 15% con respecto a febrero y de un 31% frente al mismo mes de 2024, si bien hay que tener en cuenta que el año pasado coincidió en estas fechas la Semana Santa, por lo que la actividad fue algo menor, y este año ha sido en abril.
Las entidades señalan que este segmento está evolucionando de manera muy positiva y que la competencia es brutal. De hecho, Caixabank elevó la nueva contratación de hipotecas en más de un 62% en el primer trimestre. Otras, debido a la situación de los precios, han decidido de manera proactiva reducir la exposición y no aceptar cualquier crédito porque consideran que los riesgos son excesivos, como es el caso del Santander y BBVA.
Gracias al recorte de los tipos oficiales, los bancos están reduciendo los intereses que reclaman por estos préstamos a los clientes. Así, de media, incluyendo todas las comisiones, las nuevas hipotecas se están firmando ya por debajo del 3%. Los datos del Banco de España indican que en marzo, la tasa media se situó en el 2,87%, frente al 3,02% de diciembre.
Para el sector financiero, el negocio de las hipotecas es fundamental. Por un lado, es una palanca esencial para atraer usuarios. Y por otro, el producto permite una vinculación de los mismos, ya que por lo general estos créditos llevan vinculados otros, como la nómina, las tarjetas, los seguros e incluso fondos, para lograr bonificaciones en el precio.
En estos momentos su importancia es aún mayor que en otras épocas, debido a que necesitan impulsar el negocio para poder compensar la caída de los tipos oficiales, que ha empezado a limitar la capacidad que tiene la banca de ingresar más. Las entidades confían en que el tirón de las hipotecas ayude a contener este impacto y esperan batir los resultados del año pasado, que fueron récord.
Las tasas previsiblemente volverán a caer, aunque todo dependerá de la amenaza de aranceles por parte de Trump. Aunque en un principio se esperaba que la guerra comercial empujaría al BCE a mantener los tipos por las presiones inflacionistas, los analistas descuentan ahora más movimientos a la baja para reactivar la economía europea.
En abril se redujo el precio oficial del dinero al 2,25%. Los pronósticos apuntan a que a lo largo de este año el organismo monetario podría llegar a disminuirlos hasta el 1,5% o 1,75%. Unas bajadas que ayudarán a que las hipotecas mantengan el ritmo positivo y permitan a los bancos tener a flote sus cuentas y su rentabilidad. Además, el sector se verá menos penalizado este ejercicio por el impuestazo del Gobierno tras los cambios introducidos, y salvo Caixabank, el resto verá mermado el coste. Incluso varios grandes grupos evitarán un desembolso por este gravamen, lo que también ayudara a que los números sean mejores.